Traducido para Rebelión por S. Seguí
Queridos amigos:
Estamos en una decisiva encrucijada histórica.
No podemos quedarnos cruzados de brazos a esperar que el cambio tenga lugar de un momento a otro. Para conseguir un cambio real es preciso que la gente se movilice y se organice. De otro modo, todas las esperanzas de ir en una nueva dirección pueden verse defraudadas.
El International Action Center es una institución única. Su papel es reconocido en todo el mundo y también aquí en Estados Unidos. Y ello es así porque el IAC pone a disposición de los activistas y los movimientos políticos una voz valiente e independiente, tan necesaria hoy en día.
Burlándose del mandato del pueblo estadounidense, que desea una retirada de sus soldados y la terminación de esta horrorosa guerra, el gobierno de Estados Unidos acaba de imponer un nuevo Estatuto de Fuerzas para Iraq, por el cual se mantendrán decenas de miles de soldados y mercenarios en este país durante los próximos tres años (con un coste de 12.000 millones de dólares mensuales).
A pesar del total repudio al programa de Bush, continúan las atrocidades y la prisión ilegal en Guantánamo; siguen lloviendo misiles estadounidenses sobre aldeas pakistaníes, matando a civiles; prosigue también la lluvia de misiles -éstos sumados a los de la OTAN- en Afganistán, que causan víctimas civiles entre niños, mujeres y hombres. Además, es probable que se envíen algunas decenas de miles de soldados más a este país. Se insiste en una política belicista contra Irán y otros países de Oriente Próximo, a la vez que asistimos a la expansión de la OTAN, lo que comporta un peligro de nuevos enfrentamientos con Rusia en Georgia, Ucrania, los Balcanes, Europa Oriental y otros lugares.
El presupuesto militar sigue creciendo a un ritmo desenfrenado, sobrepasando en mucho el de cualquier otra época en la historia de Estados Unidos y sustrayendo con él los millones de dólares necesarios para los programas de salud, vivienda y educación, al tiempo que se deterioran las infraestructuras y que miles de personas que han sufrido el embate de los huracanes se hallan abandonadas por el Gobierno.
La vertiginosa implosión económica significa que millones de personas están perdiendo sus empleos y sus hogares, a la vez que los gobiernos imponen drásticos y masivos recortes en programas sociales de importancia vital. Y sin embargo, se están poniendo en manos de los bancos, las compañías de seguros y otras instituciones financieras billones de dólares a título de rescates.
Pero hay razones para sentirse esperanzado: hay oposición a las guerras de ultramar, a las violaciones de las libertades civiles y los derechos fundamentales en nuestro país, en particular a la terrible caza de brujas entre los inmigrantes, y a los generalizados ataques económicos de que son víctimas los pobres y los trabajadores, a medida que se intensifica la concentración de la riqueza y el crecimiento de la pobreza, fruto de políticas específicas. Además, millones de personas están esperanzadas tras la histórica elección de un afroamericano.
Es fundamental que crezca la organización en todos los frentes; conseguir un cambio real implica movilizaciones y acciones resueltas, independientes y decisivas.
El International Action Center está en una buena posición y cuenta con una larga experiencia para convertirse en una fuerza organizativa importante en esta etapa. El IAC ha sido una voz coherente, decidida e independiente, y un centro movilizador contra las guerras, las sanciones y las intervenciones estadounidenses durante 17 años, es decir desde la primera Guerra del Golfo. Esta organización de activistas basada en firmes principios ha organizado con valentía protestas, reuniones y foros en todo el país, oponiéndose a la agresión estadounidense contra Iraq, Irán, Cuba, Haití, Venezuela, Palestina, Somalia, Pakistán, Líbano, Sudan, Bolivia, Panamá y Corea.
Los organizadores del IAC han editado numerosos libros -traducidos a varios idiomas- destinados al público, a los estudiosos y a los que se oponen a la guerra en nuestro país y en todo el mundo, a la vez que proporcionan un centro y recursos para una nueva generación de activistas. Nuestro centro audiovisual People’s Video Network ( http://www.peoplesvideo.org ) ha producido y dispone de un gran número de videos político-educativos, al tiempo que se ha constituido en red alternativa de información.
El International Action Center se ha incorporado a la lucha contra el racismo, la intolerancia, la injusticia, etc., tanto en favor de los supervivientes de los huracanes Katrina y Rita, en sus demandas insatisfechas de justicia, como en favor de los derechos de los inmigrantes, la oposición a la pena capital y el cuestionamiento del sistema de reclutamiento militar.
Y ahora, en este crucial momento de crisis y dificultades económicas, el IAC, totalmente comprometido con un programa en favor del pueblo, ha contribuido a la organización y el lanzamiento de campañas contra las liquidaciones hipotecarias de viviendas y el desahucio de sus habitantes, el cierre de instalaciones, el incremento de las tarifas del transporte público, y el seguro de enfermedad.
¡El IAC se prepara para un año nuevo de lucha contra la guerra y la injusticia política, social y económica!
Nuestra Resolución para el Nuevo Año 2009 debe consistir en organizarnos sin descanso para acabar con la ocupación de Iraq, evitar nueva guerra contra Irán o cualquier otro país, y poner fin a las incesantes provocaciones contra el Islam, Venezuela, Rusia, Bolivia, Cuba y otros. Debemos contribuir a promover la amistad y el respeto internacional hacia la humanidad, y la oposición a las políticas de dominación, globalización y guerra.
Os invitamos a uniros a nosotros en el International Action Center, en un año nuevo de activismo y apoyo a estas vitales tareas.
¡Tú puedes marcar la diferencia!
William Ramsey Clark (1927) es abogado y ex secretario (ministro) de Justicia de EE UU en el gobierno del presidente Lyndon B. Johnson (1967-1969). Es un conocido activista y defensor de causas políticas atentatorias de los derechos civiles y humanos. Ha recibido numerosos premios por su labor en pro de la paz, como el Gandhi Peace Award, el Peace Abbey Courage of Conscience Award, y recientemente, en diciembre de 2008, el Premio de los Derechos Humanos, concedido por la Asamblea General de las Naciones Unidas con ocasión del 60 aniversario de la Declaration Universal de Derechos Humanos. Le fue entregado por el presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel d’Escoto. (N. del t.)
http://www.iacenter.org/o/us/rc_un2008/
S. Seguí pertenece a los colectivos de Rebelión y Cubadebate. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar el nombre del autor y el del traductor, y la fuente.