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Discurso del Internacionalista vasco Walter Wendelin tras su libertad condicional

«No se puede acabar con la ternura entre los pueblos a cañonazos»

Fuentes: Rebelión

A partir del momento que aporrean o astillan la puerta de tu casa y luego cuando los portones van golpeando al cerrar uno tras otro detrás de uno, cuando sus normas institucionales y las arbitrarias decisiones de carceleros te agobian en los corredores, cuando el aburrimiento se estanca durante la noche y el tiempo no […]

A partir del momento que aporrean o astillan la puerta de tu casa y luego cuando los portones van golpeando al cerrar uno tras otro detrás de uno, cuando sus normas institucionales y las arbitrarias decisiones de carceleros te agobian en los corredores, cuando el aburrimiento se estanca durante la noche y el tiempo no pasa sin parar de pasar entonces es cuando el compañero preso político te ofrece llevar la carga conjuntamente, y abre la ventana oculta en un muro para recordarte cómo en las calles y plazas de pueblos y ciudades de EH vosotros estáis pisando fuerte, avanzando, tomando decisiones, actuando sin parar, sin que os puedan parar, ni prohibir, ni normar, ni llevar a ningún redil. A veces nos cuesta recibir el hombro del compañero como también nos cuesta recibir todo el apoyo de las personas que viajáis cada fin de semana y también de las que os quedáis guardando la retaguardia.

No hemos aprendido esto a tiempo ni lo suficiente. Podemos y debemos realizar este aprendizaje previamente y por si acaso.

No debemos tener miedo ni temer espantar a la gente con ello.

Debemos formarnos a tiempo y bien porque se lo debemos a los compañeros y compañeras que están y siguen allá dentro y también os lo debemos a vosotros y vosotras, que viajáis cada fin de semana por la Piel de Toro o a través de la Republique, que seguís y seguís avanzando en las calles de EH hacia la Libertad Llegará el día en el que todos y todas las que hemos pasado por este trance (haya sido cortito o largo) podamos organizar el homenaje justo y merecido a todos y todas las que habéis trabajado, sufrido para asegurar la salud, el ánimo y la moral de los y las de dentro. Pero no olvidemos que más importante aún que formarnos más y mejor para estar preparados en el caso de tener que traspasar los odiosos muros hacia dentro es invertir esfuerzo y trabajo para no tener que hacer este viaje.

Debemos evitar este viaje siempre pero sin renunciar ni a un sólo acto que nos dicte nuestra conciencia, sin dejar de hacer este algo que hemos hecho sin dejar de ser ni un poquito así de culpables.

Porque no somos inocentes, somos culpables, y debemos serlo cada día más, culpables de producir, acumular y utilizar armas de desarrollo masivo de humanidad, solidaridad, dignidad, justicia y paz, culpables de tomar decisiones independientemente pero con total dependencia de cualquier lucha de cualquiera contra cualquier injusticia en cualquier parte del Mundo. Hace 6 meses y algo ya el Reino, cárcel de pueblos y constructor de más y más cárceles a su imagen y semejanza, descargó todo el peso de su debilidad y su miedo, su indignidad y su fanatismo sobre 8 de nosotros sobre la SOLIDARIDAD INTERNACIONALISTA de nuestro pueblo.

Con la «razón» de su fuerza y la fuerza de su sinrazón pretendió acabar nada más y nada menos que con la TERNURA entre los pueblos. qué ¡¡ILUSOS ENGREIDOS y COBARDES!!

No se puede acabar con la Ternura entre los Pueblos a cañonazos, con misiles desde sus F16 como ahora están intentando en Libia o antes pretendieran hacerlo en los Balcanes y luego en Afganistán. Ni tampoco Telefónica, Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, el BBVA, …. podrán nunca acabar con la solidaridad arrasando a otras tierras y gentes con sus euros,sus 0,7%, su créditos, sus sórdidos negocios con beneficios asesinos a los que llaman crecimiento económico, porque los pueblos de Argentina, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Colombia …. y tantos otros de América, África, Asia y Oceanía han decidido, como Venezuela, que ya no se callan. Mucho menos pueden acabar con la Ternura, con la Solidaridad y con la Voluntad de nuestro pueblo mediante la guerra sucia parapolicial de los GAL, con la guerra sucia parajudicial de la Audiencia Nacional o con sus cárceles construidas a imagen y semejanza de su Democracia Real y su Irreal Libertad. No pueden – ni ellos ni nadie – acabar con el internacionalismo solidario, con la ternura entre los Pueblos, con nuestro «Sentir en lo más hondo cualquier injusticia contra cualquiera en cualquier parte del Mundo».

Siempre nos solidarizaremos, porque sabemos que si hay un sólo pueblo explotado y oprimido es porque existe un opresor explotador y mientras exista un sólo opresor explotador no habrá nadie, ni un sólo pueblo, que pueda estar seguro de su Libertad. La SOLIDARIDAD No es delito.

Pero si lo hacen delito haremos que sea el «delito» más grande, digno, poderoso, legítimo y ético aquí y en cualquier parte del Mundo.

No hay cárcel que resista la TERNURA entre los PUEBLOS

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.