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Más acá y por debajo del soberanismo-independentismo

Noticias de (otra) Catalunya (XXII)

Fuentes: Rebelión

I La rama catalana de una trama de Lugo (Operación Pokemon, el nombre es sublime) está destapando todo tipo de ilegalidades (financiación ilegal, enchufes políticos, adjudicaciones irregulares, etc etc) en el consejo comarcal de La Selva. El ex alcalde de Sant Hilari de Sacalm, el senyor Robert Fauria, es uno de los principales protagonistas del […]


I

La rama catalana de una trama de Lugo (Operación Pokemon, el nombre es sublime) está destapando todo tipo de ilegalidades (financiación ilegal, enchufes políticos, adjudicaciones irregulares, etc etc) en el consejo comarcal de La Selva. El ex alcalde de Sant Hilari de Sacalm, el senyor Robert Fauria, es uno de los principales protagonistas del desaguisado. Tapó el desfalco de una edil para no dañar sus intensas y privilegiadas relaciones con ERC. ¡Lo primero es lo primero y ya sabemos ahora lo que es lo primero!

CiU financió material electoral con fondos públicos. Y con una factura falsificada. Como se conjetura que ha hecho en otras ocasiones.

¿Toca hoy, 22 de marzo, hablar de este tema? No es imprescindible. La melodía es conocida y suena en muchos lugares… pero no en todos. 

II

«El president Mas fía al plan soberanista la lucha contra la pobreza y las desigualdades». Es un titular de Maiol Roger y Jessica Mouzo. ¿Alguien cree la veracidad de esta afirmación de un president que nombró y ratificó a Boi Ruiz y a Andreu Mas-Colell? Desde luego: nadie en su sano juicio político.

Y no sólo es eso. CiU y ERC se han comprometido a reformar la renta mínima de inserción (la que CiU liquidó sin ninguna piedad ni humanidad), a ampliar el alcance de las becas comedor (que ellos mismos han recordado) y a que la tregua energética no sólo se aplique a las familias necesitadas durante el invierno sino durante todo el año. ¿Se lo creen? Efectivamente, hay elecciones en mayo.

¿Toca hablar hoy de esos brindis al sol, de estas tomaduras de pelo anticiudadanas y antiobreras? Tampoco. No es un punto básico. Pasamos de ellos.

III

Ramón García-Bragado ha asegurado que apoyó el hotel de lujo-lujísimo del Palau por «interés general». El proyecto hotelero al lado del Palau era bueno para todos ha señalado. ¿Para todos? Para la propia institución musical, para el Ayuntamiento, para el conjunto de las Administraciones.

¿Y cuándo y en calidad de qué hizo las oportunas gestiones don García-Bragado? Las hizo, primero, en calidad de secretario del president Pasqual Maragall y, después, como concejal de Urbanismo del Ajuntament de Barcelona en la etapa del «gobierno de izquierdas».

Por lo demás, ¿qué entenderá García-Bragado por interés general? ¿Qué hay detrás de su concepto?

¿Toca hablar de ese disparate que salpica a casi todo el mundo? Desgraciadamente no ha sido la única vez.

IV

Antoni Castells, figura destacada del «sector catalanista del PSC», ha defendido también la construcción del Hotel de lujo-lujísimo al lado del Palau, el proyecto Millet, como algo beneficiosos para todos. En esa totalidad incuía «la ciudad». ¿Qué ciudad tenía en mente el ex conseller? ¿La de la millor botiga del món? ¿La de una ciudad servil, a los pies de las grandes corporaciones y del turismo de pela-pela? ¿La ciudad de los ciudadanos? ¡Venga ya!

Castells también señaló que no se enteró propiamente de los manejos de Millet -con el que tuvo un almuerzo que se negó a comentar al fiscal, ganándose la reprimenda del juez- y que, aunque no lo supiera hasta 2009, el cambio de propiedad de la finca, la base de la estafa de Millet, no tenía importancia porque se mantenía el objetivo de interés público del hotel.

Don Castells ha asegurado, además, que Millet no le presionó. Era un ciudadano por encima de toda sospecha.

¿Toca hoy hablar de este tema? Sí, pero no es hoy el nudo esencial.

V

Lo mejor sobre el Palau en todo caso es lo del alcalde de Barcelona, don Xavier Trias. Apoyar al Palau es una obligación de los catalanes en su opinión. ¡Obligación de todos los catalanes! Los otros, consiguientemente, no debemos ser catalanes.

Será por eso que CiU y PP, unidos también en esto, planean una ley para que la Oficina Antifraude de Cataluña deje de investigar la corrupción.

Oriol Pujol, por cierto, ha sido imputado de nuevo por el juez. Por cobrar un soborno de 30 mil euros.

¿Toca hablar de todo esto? Es sabido pero es necesario volver hablar de todo ello. Aunque sea de pasada.

VI

Esquerra Republicana de Catalunya considera que la «intervención militar» rusa, una violación evidente del Derecho Internacional en su opinión, deslegitima el derecho a decidir, el referéndum de autodeterminación de Crimea para ratificar la anexión a Rusia. «La presión militar de Rusia, la presencia de fuerzas paramilitares y la precipitación en la organización del referéndum hacen que este no se pueda llevar a término a través de un proceso electoral transparente, libre y con garantías para todos».

No, por tanto, a la decisión de los ciudadanos de Crimea. No vale.

VII

El Parlament de Cataluña ha avalado la privatización de la publicidad en la televisión pública, en TV3.

¿Quienes han apoyado la medida? CiU, PSC y PP. Unidos en temáticas afines se les suele ver frecuentemente por el jardín siempre próximos. El neoliberalismo los hermana en lo esencial.

VIII

Vecinos y activistas sociales informan y acompañan a los pacientes para reclamar antes hospitales y el servicio catalán de la salud. Unas 80 mil personas aguardan para ser operadas. Quieren poner en evidencia que las listas de Salud, la conselleria dirigida por ese Atila neoliberal llamado Boi Ruiz, no son reales. Son falsas.

Lo real son los 9.000 euros que una ciudadana jubilada de familia trabajadora ha tenido que pagar para ser operada de una cadera y no esperar a ser operada un año o más. No podía con el dolor.

La realidad, ha señalado Teo Mayayo, está a la puerta de los hospitales.

¿Toca hablar de esto? Sí, de esto sí. Es el nudo básico.

IX

Datos de una encuesta a 1.600 personas del CEO (Centros de Estudios de Opinión, una institución de la Generalitat) efectuada el pasado diciembre:

Porcentaje de ciudadanos/as que tienen dificultades para pagar su vivienda: 24,3% (nueve meses antes: 22,8%).

Porcentaje de ciudadanos que considera que las condiciones de vida de su barrio han empeorado el último año: 28,1% (porcentaje que ve un panorama mejor: 13,5%).

Porcentaje que opina que el desempleo no mejorará: 23,5%.

Porcentaje de ciudadanos que cobra menos de 1.000 euros mensuales: 27,7% (el 17% no alcanza esa cantidad ni sumando todos los ingresos que entran en su casa). Porcentaje de ciudadanos que sitúan sus ingresos familiares entre los mil y los dos mi euros mensuales: 33,4%.

Palabras del president Mas: «Estamos en un momento donde las principales dificultades que hemos sufrido durante años parece que las empezamos a dejar atrás.» Palabras de don Felip Puig: «Toca pensar que la crisis se ha acabado y que ya es pasado.»

¿Toca pensar eso? No. ¿Toca hablar de todo esto? Sí, toca. Es lo esencial.

X

¿Cuál es hoy entonces el tema? Sin ninguna duda: la marcha de la dignidad. Tomaremos las calles nuevamente. Madrid es hoy una ciudad de resistentes, de luchadores, de gentes trabajadores, de personas que no estamos dispuestas a permitir que décadas de lucha, conquistas y esfuerzos sean arrojados a la cuneta de los buitres insaciables y de lo trasnochado.

Con nosotros estarán también dos maestros que, con toda seguridad, hubieran estado con nosotros si estuvieran entre nosotros. Hablo de Manuel Sacristán y Francisco Ferández Buey

El segundo (véase Benach, Juncosa y López Arnal 2006: 51-52, el libro que acompaña a los documentales «Integral Sacristán» de Xavier Juncosa), en un texto sobre maestros a los que gustaba visitar talleres de imprenta, recordaba que unos maestros por los que Sacristán sentía especial predilección eran los maestros de los oficios, los maestros de taller, «aquel tipo de trabajadores que habían deslumbrando a Marx en París» y cuya manera de relacionarse, de comunicarse y convivir le habían hecho comunista, según dijo él mismo.

Sacristán apreciaba mucho los saberes de este tipo de maestros del trabajo, especialmente el de impresores y linotipistas, no sólo porque algunos de ellos hubieran estado en el origen del movimiento obrero organizado, como así fue, sino por el buen hacer y bien pensar que vio en ellos. Cuando trabajaba en asuntos editoriales, como ocurrió durante más de una década (fue expulsado de la Universidad franquista en 1965 y, salvo un curso falseando papeles, no pudo reincorporarse hasta 1976), le gustaba ir a las imprentas y seguir y discutir personalmente con los impresores el proceso técnico de producción de libros y revistas. ¿Y eso por qué? ¿Por aquello de la supervisión de la obra bien hecha? No, no sólo por eso. También por placer. Por estar con ellos, por el olor de las viejas imprentas, por la conversación con ellos, por la convicción de que también el trabajo intelectual es trabajo en la producción, por aprender técnicas nuevas, por el vínculo que esto tiene con la producción artística.

Y, desde luego, porque como decimos, cantamos y sentimos (hoy lo haremos en Madrid) el género humano es la Internacional y porque, por si faltara algo, hay que dar batallas que pueden parecer perdidas. En la senda de Marcelino Camacho y de tantas otras compañeras y compañeros.

Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra, director Jordi Mir Garcia)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.