Decenas de multinacionales biotecnológicas y farmacéuticas occidentales se están haciendo ilegalmente con recursos biológicos de África para desarrollar en sus laboratorios productos «muy lucrativos» cuyos beneficios no revierten en sus países de origen, violando con ello la Convención sobre Biodiversidad de la ONU, revelan informes de dos importantes organismos (el Centro africano de Biodiversidad y […]
Decenas de multinacionales biotecnológicas y farmacéuticas occidentales se están haciendo ilegalmente con recursos biológicos de África para desarrollar en sus laboratorios productos «muy lucrativos» cuyos beneficios no revierten en sus países de origen, violando con ello la Convención sobre Biodiversidad de la ONU, revelan informes de dos importantes organismos (el Centro africano de Biodiversidad y el Instituto estadounidense Edmonds)
Las multinacionales rastrean todo el continente africano en busca de muestras, tanto de plantas como de bacterias, que posteriormente procesan en sus laboratorios y elaboran productos patentados, ya sean plantas para los jardines de Europa, remedios naturales contra la impotencia e incluso sustancias que sirven para decolorar pantalones vaqueros de diseño. Las propias compañías han aceptado que sus productos proceden de recursos naturales africanos, pero lo justifican con el argumento de que los beneficios «deben recaer en quienes los desarrollan biotecnológicamente y no en los países de origen de la materia primas»
«Es una nueva forma de pillaje colonial», declaró Beth Burrows, del Instituto estadounidense Edmonds, «porque el problema es que vivimos en un mundo en el que las empresas suelen apropiarse de lo que quieren y donde quieren, y nos transmiten la idea de que lo hacen por el bien de la humanidad». Una de las compañías farmacéuticas implicadas es Bayer, que consiguió un tipo de bacteria en el Lago Ruiru de Kenia con la que ha desarrollado un fármaco patentado como ‘Precose’ o ‘Glucobay’. El fármaco ha generado 218 millones de euros, pero Kenia no ha recibido ninguna compensación