Hay que reconocer que muchos de los estadounidenses, aparte de entender el planeta tierra como un gran campo de batalla y apoyar, aquí y allá, golpes de estados exitosos y fallidos, dictaminar bloqueos comerciales y financieros, de proteger a terroristas confesos y de mantener en prisión a antiterroristas inocentes, son los campeones olímpicos en convertir […]
Hay que reconocer que muchos de los estadounidenses, aparte de entender el planeta tierra como un gran campo de batalla y apoyar, aquí y allá, golpes de estados exitosos y fallidos, dictaminar bloqueos comerciales y financieros, de proteger a terroristas confesos y de mantener en prisión a antiterroristas inocentes, son los campeones olímpicos en convertir cualquier evento en un show magistral mediático.
Las recién celebradas elecciones para la cámara de representantes, el senado y gobernadores, ha sido un espectáculo, digno del hotel más lujoso en las Vegas. No obstante, el ambiente general distaba mucho de ser la gran fiesta triunfal, the grand old party, del partido republicano, que poco a poco se va convirtiendo en una versión light del Tea Party, partido que además ha logrado aglutinar en sus filas a «demócratas desilusionados» con la política de Obama.
Entre los que estaban sin ánimo de celebrar, se encontraban el mismo Presidente Obama, Christine O´Donnell , la ex – bruja , Sharron Angel, la súper abuela y Linda McMahon, la luchadora, las tres últimas, figuras célebres del Tea Party , para quienes la «party» se convirtió en resaca de Halloween.
Todas las agencias e institutos de encuestas habían pronosticado previamente la eminente derrota del partido demócrata en estas elecciones.
¿Qué implicaciones tiene esta derrota electoral para el gobierno de Obama?
A nivel de política exterior el debacle electoral es irrelevante. Sin embargo, a nivel nacional, el revés sufrido en las elecciones, sí tiene consecuencias serias. La cámara de representantes es la instancia legislativa encargada, junto con el senado, de promulgar leyes y además tiene el poder de impugnar al presidente. Ambas conforman el Congreso de los Estados Unidos, que es el encargado de dictar el quehacer político nacional e internacional del gobierno de la nación más poderosa del mundo.
Al perder la mayoría en la cámara de representantes, el gobierno de Obama se verá confrontado con la oposición mayoritaria republicana y obligado a pactar compromisos e incluso, dar marcha atrás a diversos programas y proyectos socio-económicos y fiscales. Si Obama no logra en los próximos dos años remontar la crisis económica que azota el país, difícilmente se puede contar con su reelección en las presidenciales de 2012.
No cabe la menor duda, que la cultura política de la sociedad estadounidense es un bien común poco frecuente a la hora de decidir el destino de la nación. Solamente en los Estados Unidos es posible que un partido político se nombre a sí mismo «Tea Party». De esa misma forma es posible que un día de estos, surjan partidos políticos como: «Los hot dogs sin mostaza» o el «Fast food democratic Party» o «Cheese cake with cafeine free coffee Labour Party» o » Donald Duck Party». Ésto que podría parecer una aberración o un chiste de mal gusto, es el reflejo de una sociedad apolítica y enajenada, en la que más valen los contenidos de los cupones de rebajas para comprar más y más barato en los «Súper Malls», que el contenido programático de las agendas políticas partidarias. Las elecciones en los Estados Unidos, éstas, las pasadas y las que vendrán, son la expresión más pura de la falta de cultura política de un pueblo.
¿Es ése a lo mejor, el modelo democrático pluripartidista que quieren imponerle a Cuba?
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