Recientes acontecimientos demuestran el afán del gobierno norteamericano por controlar todo lo relacionado con las actividades de sus ciudadanos en Cuba.
«Obama va a cambiar la política hacia Cuba» me decía entusiasmado, a fines del año 2008, un escritor cubano residente en Estados Unidos, que ejerce como profesor en una Universidad de ese país. Lamentablemente, los hechos no le han dado la razón a mi interlocutor, y recientes acontecimientos parecen posponer indefinidamente la realización de sus vaticinios.
El testimonio del académico Félix Massud-Piloto es harto elocuente en ese sentido. Massud-Piloto es profesor de De Paul University, en Chicago, y esto es lo que -de acuerdo con su experiencia- debe hacer un profesor de esa institución antes y después de viajar a Cuba:
1) Ser interrogado por los abogados de la Universidad antes y después del viaje. En el interrogatorio se nos advierte que en Cuba tenemos que dedicar 100% de nuestro tiempo a la investigación académica / científica; cero visita a la familia y amigos.
2) Entregarle a los abogados, antes de viajar, un detallado plan de trabajo.
3) Explicar por escrito el proyecto de investigación y planes para la publicación de los resultados.
4) Entregarle a los abogados notas de su investigación.
5) Entregar recibos de todos los gastos incurridos en Cuba para ser revisados y aprobados por los abogados.
6) Firmar una declaración para certificar que todo lo dicho y entregado es cierto.
Así lo cuenta el académico, al exponer –en carta a los organizadores del coloquio «Identidades culturales y presencia latina en los Estados Unidos», efectuado en La Habana por la prestigiosa Casa de las Américas- los motivos de su ausencia en el evento. Señala el profesor que «En varias ocasiones el F.B.I. ha solicitado hablar conmigo sobre mis actividades en Cuba y siempre me he negado, incluso cuando dos agentes se presentaron en mi oficina para invitarme a «conversar sobre Cuba y mis frecuentes viajes a la isla».
Y no se trata de un caso aislado. El pasado mes de junio, la hostilidad del gobierno norteamericano al intercambio académico con Cuba también se puso de manifiesto cuando numerosos investigadores de ese país no pudieron asistir a un evento sobre Ernest Hemingway en la Habana.
Sin embargo, los recientes intentos -impulsados por el congresista Mario Díaz-Balart- de limitar los viajes de cubanoamericanos a la Isla, han dado a la Administración Obama -que ha anunciado vetaría la enmienda propuesta por Díaz- Balart si llegara aprobarse en el Congreso- y a algunos de sus servidores en Cuba, la oportunidad de aparecer como favorecedores de un intercambio al que no han dejado de oponerse.
Es cierto que se flexibilizaron el envío de remesas y los viajes a la Isla para las personas de origen cubano, algo -implantado por Clinton y derogado por W.Bush- que cuenta con las simpatías mayoritarias de los cubanos residentes en ese país y que Obama prometió desde su campaña electoral. Pero el calvario que revela el mensaje de Félix Massud-Piloto expone con mucha claridad el afán por controlarlo todo de las autoridades estadounidenses cuando los viajeros no coinciden con sus intereses subversivos hacia la Revolución cubana.
Como argumenta Massud-Piloto: «a pesar de la promesa de campaña del presidente Obama de establecer una ¨nueva relación con América Latina¨, las represivas medidas anti-cubanas de la Administración Bush siguen vigentes y la Administración Obama las sigue cumpliendo al pie de la letra. Me refiero a las prohibiciones del Gobierno de Estados Unidos, ejecutadas por el Departamento del Tesoro (OFAC), particularmente la obligación de solicitar una licencia especial para poder participar en conferencias académicas y profesionales en Cuba organizadas por instituciones cubanas.»
Por supuesto, los grandes medios que han recogido la comunicación del gobierno de Obama y buscado el eco de sus súbditos habaneros no han dedicado una coma a la denuncia del investigador de la De Paul University. Me pregunto si formarán también ellos parte de la servidumbre obamista o quieren evitar las visitas del FBI.
Fuente: http://lapupilainsomne.wordpress.com/2011/07/18/obama-cuba-y-las-visitas-del-fbi/