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¿Obama o Vamos!

Fuentes: Rebelión

¿El legado de Obama o Trump? La dicotomía positivista nos persigue como -o porque- nos persigue la prehistoria.  De modo, que en todo el mundo hoy, desde todos los confines -o hasta donde llega «La Tele»-, desde todas las derechas y las izquierdas, se   presiona sobre el mismo eje, pensando que jala(mos) de uno u […]

¿El legado de Obama o Trump? La dicotomía positivista nos persigue como -o porque- nos persigue la prehistoria.  De modo, que en todo el mundo hoy, desde todos los confines -o hasta donde llega «La Tele»-, desde todas las derechas y las izquierdas, se   presiona sobre el mismo eje, pensando que jala(mos) de uno u otro lado de la soga: unos porque quieren o lo eligieron -o al menos eso imaginan- y otros porque no tenemos más remedio y vamos a tener que seguir jalando… por la civilización  contra la barbarie  y  por la naturaleza sobre la falsa erudición.  

¿Será peor o mejor? Y aplasta la incertidumbre, porque a la que ya sobrevivíamos se sumó la cuota de incertidumbre que se ha venido transfiriendo a casi todas las variables de la ecuación -to be or not to be-, desde las últimas horas del pasado 8 de noviembre. 

¿EE. UU. o el-resto-del-mundo? ¿El pasado que ya conocimos dependiente de la decisión del 1% o el futuro nos promete un magnate? ¿Creer o no creer?: eso es lo que le (nos) pasa cada 4 años a los que deciden ir a elegir, a los que no creen que elegir marca la diferencia, a los ilegales y/o perseguidos y a todos los ciudadanos o esclavos de nuestra «única nave espacial» que no votamos ni por Trump, ni por Hillary. Así es, cada vez que se transfiere el poder (capacidad de hacer y/o decir y/o expresar y/o ejecutar una acción) en el más poderoso de los imperios que ha existido jamás. O más rigurosamente, el poder ejecutivo, de ejecutar el final, de apretar un botón y que no importe más de qué lado te ata la soga y/o lo que digas y/o quieras expresar.

¿Esperamos pacientemente o con el pecho agitado o con los brazos cruzados o con las manos en el fango que nos cubre el cuello y/o en el cuello de los demagogos, hasta (o mientras) que Trump cumpla su sueño o el sueño que nos ha vendido hoy desde La Casa Blanca o la realidad que le permitan o nos merezcamos según el poder real?    

¿Obama o el que nos crea en cualquier «oscuro rincón»? ¿El que decide El Mercado o aquel que ve y/o dice y hace por los ojos y/o la boca de los consumidores?   ¿El pueblo-palabra en la boca de los 45 presidentes o nosotros mismos?

Sí, nosotros, los ciudadanos del mundo, «los que vamos», que no hemos sido presidentes -ni jamás lo seremos-, pero somos más y más sinceros; por tanto, tenemos más oportunidades -y menos oportunismo- de cumplir las promesas que le hacemos, no a millones, a los pocos que componen nuestra familia. Nosotros que hubiésemos cerrado la prisión de Guantánamo como él lo prometió y hubiésemos indultado por razones humanitarias a Ana Belén Montes como le pedimos.   

¿Pasado o futuro o presente inmediato? ¿Pasado imperial o presente multipolar o democrático o futurista? ¿»Gato pardo conocido o fascista por conocer» y/o «que los compre el que no los conozca».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.