No es el cuento de Pollito Pito, que tantas veces leímos en nuestra infancia, en aquella recopilación de cuentos infantiles tan magistralmente realizada por Herminio Almendros, la cual tituló «Había una vez…» Es algo que podemos considerar mucho más serio, la protesta de una organización de la ciudad de Nueva York, denominada Familias por Escuelas […]
No es el cuento de Pollito Pito, que tantas veces leímos en nuestra infancia, en aquella recopilación de cuentos infantiles tan magistralmente realizada por Herminio Almendros, la cual tituló «Había una vez…»
Es algo que podemos considerar mucho más serio, la protesta de una organización de la ciudad de Nueva York, denominada Familias por Escuelas Excelentes (Families For Excellent Schools) que plantea la seria crisis que está sufriendo el sistema educacional en la ciudad denominada como «LA GRAN MANZANA», mientras que el Alcalde de la ciudad, Bill de Blasio se entretiene con las elecciones de noviembre y no toma medida alguna para resolver el problema. ESOS SON LOS POLÍTICOS.
La capacidad de las escuelas en la ciudad no es suficiente para la cantidad de niños que deben asistir a las mismas. Para resolver eso es necesario facilitar los medios de transporte para que los niños puedan trasladarse a escuelas situadas en otros barrios.
Durante este año eso se resolvió para cerca de 100,000 alumnos, pero la necesidad de traslado es prácticamente el doble, unos 200,000, para lo cual la ciudad no ha facilitado el transporte correspondiente.
¿Por qué los alumnos deben ser trasladados a escuelas en otros barrios?
Las escuelas públicas en los barrios donde viven las personas de menos ingreso y los desempleados, están en pésimas condiciones constructivas, casi todas requieren una reparación que hace años no reciben. Algunas de ellas, cuando llueve, tiene filtraciones. Muchos de los profesores optan por conseguir trabajo en otras escuelas, antes de que cierren en las que están trabajando y se queden sin empleo.
Estas escuelas parecen prisiones, por las medidas de seguridad que es necesario tomar, debido a la introducción de todo tipo de armas en las mismas, las pandillas existentes y el expendio de drogas y estupefacientes dentro de ellas
De más está decir que todo esto afecta la calidad de la enseñanza y los alumnos de las mismas, salvo excepciones, el alumnado que asiste a estas, tiene las notas más bajas y en algunos casos los mismos no son capaces de leer o escribir.
Si tomamos en consideración el dinero gastado en las elecciones que culminarán el día 8 de noviembre, nos daremos cuenta, que con una pequeña cantidad de este, se puede dar un vuelco significativo a esta situación que afronta la ciudad de Nueva York.
Todavía retumban en el Gran Teatro de la Habana las palabras del señor Obama, hablando de Derechos Humanos, de una sociedad que se preocupa por sus ciudadanos y de las bondades del sistema que defiende.
Señor Obama, visite las escuelas de la ciudad de Nueva York, la mayoría de las ciudades de Estados Unidos,
¡Que el cielo se va a caer y el Rey lo debe saber.
– Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba) [email protected]