Uno de los serios problemas que enfrenta la administración Obama es la situación económica de Estados Unidos, que a pesar de todas las medidas tomadas por el actual gobierno, nadie puede decir que marche adecuadamente o con un ritmo que asegure la recuperación que tanto necesita y que podría ayudar a que el presidente que […]
Uno de los serios problemas que enfrenta la administración Obama es la situación económica de Estados Unidos, que a pesar de todas las medidas tomadas por el actual gobierno, nadie puede decir que marche adecuadamente o con un ritmo que asegure la recuperación que tanto necesita y que podría ayudar a que el presidente que prometió un cambio positivo para la gente de menos ingresos, cumpla su promesa.
De acuerdo con la opinión de los expertos, los gastos que la actual administración se propone realizar en obras sociales para rescatar empleos, más las rebajas adicionales de impuestos que ha planificado, incrementarán el déficit presupuestario de Estados Unidos en 100.000 millones de dólares, por lo que éste alcanzará la suma de 1.600.000.000 millones, algo realmente respetable.
De acuerdo con estas cifras, al terminar el año fiscal, el 30 de septiembre, el déficit será 150.000 millones de dólares superior al existente el pasado año, que fue el mayor desde la Segunda Guerra Mundial. Comparado este déficit con el tamaño del Producto Doméstico Bruto de Estados Unidos, el mismo representa el 11 por ciento, cuando se considera por los economistas que un 3 por ciento es ya una cifra demasiado alta.
Para buscar una mejoría en los resultados económicos de la nación y tratar de que el déficit no continúe con tendencia al incremento, Obama ha propuesto «congelar» por tres años una serie de gastos, lo que según los oficiales de su gobierno, debe traer como resultado el ahorro de 250.000 millones de dólares, además de controlar los gastos para que no se incrementen. Las excepciones del «congelamiento» son los gastos de atención médica, los de la seguridad social y como es natural los que se incluyen en el presupuesto de defensa y los programas de veteranos.
Dentro de los programas del presupuesto de Defensa que no se congelarán y que por lo tanto pueden continuar subiendo están los relacionados con las Fuerzas de Operaciones Especiales, los helicópteros Halcón Negro y Chinook del Ejército y los cazabombarderos F-35.
El envío a Afganistán de 30.000 soldados adicionales representa un aumento en el presupuesto de unos 30.000 millones de dólares lo cual no está afectado por la «congelación», como tampoco lo están las bases militares que se abrieron en Colombia y las que intentan abrir este año en otros países de América Latina, lo que representa un aumento aproximado de 3.000 millones.
La escalada agresiva contra Irán tampoco está «congelada», de ahí que próximamente se incrementará ésta con la ubicación de baterías de misiles «Patriot» en Qatar, Emiratos Árabes, Bahréin y Kuwait, las que se sumarán a las ya existentes en Arabia Saudí e Israel. Sólo en esta operación el Pentágono incrementará sus gastos en 400 millones de dólares aproximadamente.
La CIA tampoco está afectada por la «congelación» por lo que podrá incrementar el envío de aviones «Pedrator» a Pakistán para seguir asesinando a la población civil del país; esta acción terrorista se calcula que podrá costar otros 3.000 millones. Las Operaciones Especiales contra Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua tendrán todo el dinero que sea necesario, lo cual estará en el rango de unos 2.000 millones de dólares. Esto no incluye lo que se destinará a la USAID para las acciones de diversionismo ideológico en los cinco países antes mencionados, en otros de América Latina y el resto del mundo, donde se considere que la «seguridad nacional» de Estados Unidos está amenazada. Para esta partida, que tampoco está «congelada», se calcula que destinará la administración Obama unos 4.000 millones de dólares.
Como puede verse, el presupuesto «congelado» implicará más frio para la educación, los problemas sociales, las ayudas a los necesitados, el cuidado de los ancianos, el desarrollo científico y todo aquello que no ponga de mal humor a los señores de la CIA y el Pentágono, para los que la administración Obama ofrece un caluroso y próspero futuro.
El doctor Néstor García Iturbe es editor del Boletín Informativo El Heraldo, Cuba.
Fuente: http://alainet.org/active/36033