Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Acusan a Bradley Manning de «ayudar al enemigo». Eso podría significar una condena de cadena perpetua. Hasta donde se puede deducir, el gobierno cree que los documentos y vídeos que Manning entregó a Wikileaks y Wikileaks distribuyó después a los medios internacionales, ayudaron al enemigo porque desacreditaron considerablemente la política exterior de EE.UU.
Los abogados de Manning han solicitado más de una vez que los fiscales presenten ejemplos específicos de cómo han «ayudado al enemigo» (sea quien sea al que se refieren en un mundo lleno de gente terriblemente opuesta a EE.UU. por cualquiera de los numerosos terribles actos cometidos por el gobierno de ese país) las revelaciones de Wikileaks. ¿Cómo ha utilizado exactamente el enemigo el material publicado para dañar a EE.UU.? El gobierno no ha dado ningún ejemplo, probablemente porque lo que realmente molesta a los funcionarios de Washington es el embarazo que han soportado ante el mundo debido a los documentos y los videos; que por cierto son extremadamente embarazosos incluso para criminales de guerra genuinos; repletos de violaciones del derecho internacional, atrocidades, múltiples mentiras a todo el mundo, revelaciones de extrema hipocresía y mucho más.
Por lo tanto nuestros espléndidos funcionarios consideran que se encarcele eternamente a Bradley Manning simplemente porque están embarazados. Cuesta imaginar qué tiene de malo.
Pero ahora los fiscales han anunciado que uno de los Seals de la Armada involucrado en el asesinato de Osama bin Laden va a testificar en la corte marcial que bin Laden poseía artículos sobre los documentos de Wikileaks filtrados por Manning. Bueno, debe de haber otros cien millones de personas en el mundo que tienen material similar en sus ordenadores. La pregunta sigue siendo: ¿Qué uso le dio el enemigo?
El gobierno iraquí utilizó el material, que le indujo a negar la inmunidad a las tropas de EE.UU. por los crímenes cometidos en Irak, como los asesinatos a sangre fría revelados por los vídeos de Wikileaks; esto, a su vez, condujo a EE.UU. a abandonar su actividad militar en Irak. Sin embargo, Manning fue acusado en mayo de 2010, mucho antes de la decisión iraquí de eliminar la inmunidad.
En enero de 2006, bin Laden declaró en una cinta de audio: «Si Bush decide seguir con sus mentiras y su opresión, sería útil que leyerais el libro Rogue State [de William Blum], que dice en su introducción…» Y pasa a citar el comienzo de un párrafo que escribí (que en realidad aparece solo en la Introducción de la edición británica, que fue posteriormente traducida al árabe), que dice en su totalidad:
«Si yo fuera presidente, detendría los ataques terroristas contra EE.UU. en unos pocos días. Permanentemente. Primero pediría perdón -pública y sinceramente- a todas las viudas y huérfanos, a los empobrecidos y torturados, a los muchos millones de víctimas del imperialismo estadounidense. Luego anunciaría que las intervenciones globales de EE.UU. -incluidos los terribles bombardeos- han llegado a su fin. E informaría a Israel de que ya no es el estado número 51º de la Unión sino -por extraño que parezca- un país extranjero. A continuación reduciría el presupuesto militar por lo menos en un 90% y utilizaría los ahorros para pagar indemnizaciones a las víctimas y reparar los daños causados por los numerosos bombardeos e invasiones estadounidenses. El dinero sería más que suficiente. ¿Sabéis a cuánto asciende un año del presupuesto militar de EE.UU.? Es igual a 20.000 dólares por hora por cada hora desde el nacimiento de Jesucristo.
«Es lo que yo haría durante mis primeros tres días en la Casa Blanca. Al cuarto día me habrían asesinado».
Por lo tanto, es evidente que Osama bin Laden estaba utilizando lo que escribí y todo el mundo lo oyó. Yo estaba obviamente «ayudando al enemigo». Pero no me procesaron.
A EE.UU. le gustaría demostrar que «el enemigo» se benefició del material publicado por Wikileaks y lo utilizó directamente; pero hasta ahora parece que solo puede demostrar la posesión. En mi caso, la utilización y el presunto beneficio propagandístico quedaron demostrados. El hecho de que yo escribiera el material, en lugar de «robarlo», es irrelevante si se trata de ayudar al enemigo. Yo sabía, o debería saber, que mis críticas a la política exterior de EE.UU. serían utilizadas por los adversarios de esas políticas. Por cierto, por eso escribo lo que escribo. Para suministrar munición a los activistas contra la guerra y otras causas.
William Blum es autor de Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions Since World War II, Rogue State: a guide to the World’s Only Super Power . Su último libro es: America’s Deadliest Export: Democracy. Contacto: [email protected]
Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/03/13/osama-bin-laden-bradley-manning-and-me/
rCR