Era un día destinado a la plegaria y los velatorios de los asesinados en el tiroteo del último fin de semana. Pero todos los vestigios del armisticio político fueron destruidos cuando Sarah Palin, la ex gobernadora de Alaska, emitió un mensaje por video en el que acusaba a sus críticos de estar lanzando «libelos de […]
Era un día destinado a la plegaria y los velatorios de los asesinados en el tiroteo del último fin de semana. Pero todos los vestigios del armisticio político fueron destruidos cuando Sarah Palin, la ex gobernadora de Alaska, emitió un mensaje por video en el que acusaba a sus críticos de estar lanzando «libelos de sangre» contra ella.
En un video de ocho minutos publicado en la red social Facebook, en el que oscilaba entre desafiante y defensiva, la principal figura del movimiento ultraderechista Tea Party rompió el silencio que había mantenido durante largos días y respondió a las acusaciones que dicen que su retórica y las pasiones que agita el Tea Party terminaron de impulsar al hombre que en la carnicería del sábado mató a seis personas y dejó gravemente herida a la congresista Gabrielle Giffords.
Palin, vista como la posible candidata presidencial republicana para 2012, ha estado bajo presión para responder públicamente a las críticas que recayeron sobre ella desde el ataque de Tucson. Las acusaciones contra la líder ultraderechista están vinculadas con un mapa que su comité de acción política publicó para los comicios del año pasado, en el que señalaba con una diana los distritos que tenían a jefes demócratas vulnerables. Uno de esos distritos era el de Giffords.
La declaración de Palin podría haber tenido más impacto que el que ella buscó al usar el término «libelos de sangre», una frase asociada con los siglos de calumnias que indicaban que los judíos utilizaban la sangre de los niños cristianos en sus rituales. Ese fue un pretexto para la persecución antisemita. Algunos líderes judíos se quejaron porque la ex gobernadora empleó esa frase. La misma representante Giffords, que está en ciudados intensivos, profesa esa religión.
En el video, la dirigente del Tea Party negó que existieran vínculos entre el intento de asesinato y la encendida retórica que caracterizó el debate político para las elecciones de 2010. «Escuché las noticias, al principio, con desconcierto, después con preocupación y ahora con tristeza por las declaraciones irresponsables de gente que intenta repartir las culpas de este terrible evento. En cuestión de horas, los periodistas y los analistas no deben fabricar un libelo de sangre, que sirva solamente para incitar el odio y la violencia que dicen condenar», disparó.
«Hay quienes dicen que se debe culpar a la retórica política por este acto despreciable de este desquiciado y criminal aparentemente apolítico», continuó Palin. «Y denuncian que el debate político se encendió más recientemente. Pero, ¿cuándo fue menos acalorado? ¿En esos calmos días en los que las figuras políticas arreglaban literalmente sus diferencias a través de pistolas de duelo?», ironizó.
Por los actos violentos deberían ser castigados únicamente sus autores, añadió. La ex candidata a vicepresidente dijo que por atentados como el del sábado no se puede responsabilizar colectivamente a toda la sociedad, a los que escuchan la radio ni a los que usan mapas como los que sus partidarios confeccionaron y en el que aparecía señalada como blanco Giffords.
Mientras sigue siendo cuestión de debate si es justo señalar con un dedo a Palin, su prestigio ya está dañado y la última declaración parece no haber ayudado demasiado. «En vez de bajar la retórica en este momento difícil, Sarah Palin eligió acusar a otros, tratando de hacer ver que esta tragedia incluía un libelo de sangre contra ella y otros», protestó David Harris, presidente de la Asociación Nacional Democrática Judía. «Estos son términos atroces para los judíos estadounidenses», concluyó.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-160364-2011-01-13.html