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Para atrapar al culpable

Fuentes: Rebelión

¿Quién es agente de Putin en Washington? La respuesta obvia: El Presidente Trump, y nadie más, pues él mismo contó años atrás que entre sus activos se veía «mucho dinero que fluye desde Rusia». Mayor pista no puede haber, pues el dinero pesa en la política, más aún si hubo problemas económicos, como parece ser […]

¿Quién es agente de Putin en Washington? La respuesta obvia: El Presidente Trump, y nadie más, pues él mismo contó años atrás que entre sus activos se veía «mucho dinero que fluye desde Rusia». Mayor pista no puede haber, pues el dinero pesa en la política, más aún si hubo problemas económicos, como parece ser el caso del actual inquilino de la Casa Blanca. Si a esto se añade que su hijo, Donald Trump Jr., su yerno Jared Kushner y su ex jefe de campaña, Paul Manafort, se reunieron con una abogada rusa que, según ‘The New York Times’, les iba a entregar «documentos oficiales» contra Hillary Clinton, entonces sí no cabe la menor duda: Trump es culpable, pues se sobreentiende que todo jurista ruso trabaja para el Kremlin.

Pero precisamente, tanta evidencia indica que Trump es inocente porque, igual que en las novelas detectivescas bien escritas, el primer sospechoso nunca es culpable. El principal sospechoso, según el mejor detective de la historia, Sherlock Holmes, es el que saca mayor provecho del delito, en este caso, Mike Pence, porque él asumiría la presidencia si Trump fuese asesinado o arrojado del poder, como pretenden sus enemigos tanto demócratas como republicanos.

Otro posible malhechor es el Senador McCain, puesto que él estuvo preso algunos años en una cárcel de Viet Nam y, como todos conocen, este país es experto en lavar cerebros. Eso fue lo que le hicieron al pueblo estadounidense, que en las décadas de los 60 y 70 se volcó a las calles de las ciudades de EEUU a exigir la paz en contra de una de las tantas «guerras humanitarias», que este país ha declarado en el mundo.

Pero no hay que olvidar al 99% de los miembros del Congreso de EEUU que votaron por castigar a Rusia. Ellos sí deberían estar entre los pesquisados, pues si se parte de que el Kremlin está interesado en hacerle daño a EEUU, nadie le ha hecho tanto daño como los que votaron por sancionar a las empresas que hagan inversiones, vendan, alquilen o proporcionen a Rusia servicios, tecnología, información o apoyo para la construcción de tuberías de explotación de hidrocarburos en el proyecto ‘Nord Stream 2’. El mandatario estadounidense tendría que incluir en la lista negra a los extranjeros que inviertan grandes sumas en proyectos de producción de petróleo de Rusia.

El senador McCain y todos los congresistas que apoyaron su propuesta deberían ser homenajeados con algún tipo de reconocimiento por parte del Presidente Putin, pues han logrado algo que parecía imposible, que la Unión Europea, UE, y Rusia acerquen sus posiciones respecto a la libertad de comercio y el respeto a las normas del derecho internacional, que prohíbe la aplicación de sanciones que no hubieran sido aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Las sanciones deterioran las «idílicas relaciones» que Washington ha mantenido con la UE, exceptuando, claro está, la mandada mucho más allá del cebo que hizo Victoria Nulan, mano derecha de Kerry, y demás actitudes semejantes; también traen patas arriba a estas relaciones, así, Brigitte Zypries, Ministra de Economía de Alemania, considera que esta ley viola el derecho internacional al restringir las actividades de empresas europeas, que son amenazadas si cooperan con Rusia. «Los estadounidenses no pueden castigar a las empresas alemanas por sus actividades económicas en otro país», afirma la ministra y añade que la UE espera que Washington esté dispuesto a negociar sobre las sanciones, porque «Existe la amenaza de una guerra comercial que daña a las compañías alemanas… De ser necesario, responderemos a los estadounidenses con la misma moneda…» El ministro de Exteriores de Alemania, Gabriel, sostuvo en entrevista al ‘Der Spiegel’: «No toleraremos en ningún caso la aplicación extraterritorial de sanciones de EEUU contra empresas europeas… Es hora de que Europa deje de seguir la política de EEUU…» Las nuevas sanciones contra Rusia son inaceptables, pues afectan a los intereses de las empresas europeas.

Según el diario alemán ‘Die Welt’: «Parecería que los congresistas estadounidenses estuviesen intentando preservar los intereses de su industria petrolera a costa de las compañías europeas». Lo mejor de todo es que así opina el 83% de la población alemana que, de manera casi absoluta, se opone a estas sanciones por creer que están dirigidas a perjudicar los proyectos energéticos entre Rusia y Europa, con el fin de crear puestos de trabajo en EEUU y reforzar la política exterior norteamericana.

¿Quién agitó este apacible avispero? El Congreso de EEUU que se arrogó funciones de competencia exclusiva del presidente Trump; por lo tanto, la ley aprobada es inconstitucional. Entonces, en el Capitolio están camuflados los agentes de Moscú.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.