Rafael Correa, presidente de Ecuador, ganador de cuatro elecciones en los tres últimos años, ha sacado tiempo, ganas y pluma para escribir un didáctico y demoledor libro, recientemente publicado: Ecuador, De Banana Republic a la No República (Editorial Debate, 2009). Como él mismo prologa, su intención fue divulgar y explicar las políticas económicas llevadas a […]
Rafael Correa, presidente de Ecuador, ganador de cuatro elecciones en los tres últimos años, ha sacado tiempo, ganas y pluma para escribir un didáctico y demoledor libro, recientemente publicado: Ecuador, De Banana Republic a la No República (Editorial Debate, 2009). Como él mismo prologa, su intención fue divulgar y explicar las políticas económicas llevadas a cabo en Ecuador y Latinoamérica en el último siglo, con especial énfasis en las consecuencias de la globalización y las políticas neoliberales llevadas a cabo desde los años 80.
La acumulación y mecanismos de pago de la deuda externa, los fallidos procesos de industrialización, la independencia de los bancos centrales respecto al poder político, la dolarización de la economía, etc. son explicados como procesos basados en intereses externos (y de las clases pudientes internas), llevados a cabo con la colaboración y complicidad de las élites políticas y económicas nacionales, bajo las directrices de instituciones supranacionales (FMI, Banco Mundial) ajenas a controles democráticos
Simplemente el hecho de explicar y divulgar desde una perspectiva crítica (tanto científica como política) las causas del subdesarrollo ecuatoriano, y por tanto, las posibles soluciones para el mismo, es encomiable. Que aplique políticas consecuentes con su pensamiento, sin rechazar el pragmatismo, es, además, sobresaliente. Nos encontramos ante un pequeño país que, sin histrionismos ni entreguismos, está rechazando el paradigma neoliberal, ha acabado con las bases militares norteamericanas en su territorio, que declaró non grato al representante del Banco Mundial, que renegoció exitosamente la deuda y los contratos petrolíferos,… Una lección para Latinoamérica y en general para los países en vías de desarrollo, pero… ¿Qué está pasando en África? ¿Existen posibilidades de cambio? ¿Cuándo se abandonarán, por fin, las políticas neoliberales que condenan al Continente al sub-desarrollo? ¿Dónde están, en fin, los Correas y Morales africanos?
No vamos a encontrar Correas, desde luego, en sátrapas del petróleo (Do Santos en Angola, o Bongo hijo en Gabón) únicamente preocupados por aumentar sus cuentas corrientes. Libertadores a sangre y fuego como Kagame en Rwanda, golpistas como Campoaré en Burkina-Fasso, o herederos de presidencias como Kabila hijo en la RDC tampoco son buenos ejemplos. Nuevos presidentes electos con gran apoyo y esperanza popular, como Koroma en Sierra Leona, comprometidos en la lucha contra la corrupción, no pueden, o no quieren, cuestionar el paradigma neoliberal que atenaza sus países. Sin tener que repasar todos los presidentes africanos, una cosa está clara. El discurso neoliberal, el entreguismo a los postulados del Banco Mundial y el FMI, y la renuncia a la elaboración de políticas propias de desarrollo son la tónica general en el Continente, y quizás expliquen los pobres resultados que se logran año tras año, década tras década.
La identificación de la mayoría de las élites africanas (y, por tanto, de sus líderes) con los poderes financieros (bancos, multinacionales,…) es tal que, por ejemplo, en Liberia gobierna una ex-alto cargo del Banco Mundial (Ellen Johnson), y esto es considerado un logro en vez de una desgracia, o en cualquier ministerio de Mozambique podemos encontrar una pléyade de consultores y asesores, tanto nacionales como extranjeros, encargados de engrasar leyes, contratos y créditos favorables a los intereses de las potencias extranjeras. Se corre un tupido velo, sin embargo, sobre las 3 millones de muertes de niños provocadas por las recomendaciones del Banco Mundial para África desde 1987 hasta ya bien entrado el presente siglo (Gwatkin, 2009) al teorizar que si los pobres pagaban con sus propios recursos su atención médica eso sería mejor que si ésta se subvencionaba (increíble pero cierto!!). La trampa de la deuda externa, la liberalización que ahoga las nacientes empresas manofactureras, el control del gasto público, la privatización de servicios,… son karmas repetidos por el FMI, Banco Mundial y principales donantes, que no encuentran respuesta crítica, sólo un triste seguidismo que condena a pueblos enteros a alejarse de la senda del desarrollo.
Hay que reconocer, sin embargo, que la falta de análisis y respuestas críticas a las políticas neoliberales impuestas desde el exterior con complicidades internas no es el único factor que asfixia el desarrollo africano. Lockwood (2007) subraya la naturaleza política de los estados africanos (basados en redes clientelares que sustraen los recursos del estado para beneficio de unas élites corruptas). Relaciones comerciales desiguales, gobernabilidad precaria, la deuda externa, la corrupción endémica,… son otros factores descritos como causas de los pobres progresos de la mayoría de los países del África Subsahariana. Factores, como líderes y países, hay muchos. Pero líderes comprometidos con el cambio social, con la valentía de gobernar contra los pseudo-paradigmas intocables (léase neoliberalismo), ya no hay tantos.
Corresponde por tanto a los pueblos africanos, a sus ciudadanos, políticos, hombres y mujeres, encontrar sus caminos, sus líderes y sus análisis propios, basados en sus propios intereses y realidades, no en los ajenos. Correa cita en su libro a Bolívar: «No nos gobernarán por la fuerza, sino por la ignorancia». Aquí podemos acabar citando a Tomás Sankara, ex-presidente de Burkina-Fasso, y ahora tan olvidado en su Continente: «La ‘ayuda’ extranjera solo produce la desorganización y el servilismo». Sankara acabó asesinado. Pero ahora son otros tiempos.
Referencias
- Ecuador: De Banana Republic a la No Republica. Rafael Correa. Editorial Debate, 2009
- Impact on child mortality of removing user fees: simulation model. BMJ 2005 ;331:747-49, citado por Gwatkin. The Lancet, 2009
- El estado de África. Matthew Lockwood. Intermon Oxfam ediciones, 2007
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