El martes 4 de noviembre se realizan en Estado Unidos las elecciones de medio término que, como su nombre lo indica, coinciden aproximadamente con la mitad del mandato del presidente en funciones, y se realizan por ley el martes siguiente al primer lunes de noviembre. Para entender las elecciones de medio término en Estados Unidos. […]
El martes 4 de noviembre se realizan en Estado Unidos las elecciones de medio término que, como su nombre lo indica, coinciden aproximadamente con la mitad del mandato del presidente en funciones, y se realizan por ley el martes siguiente al primer lunes de noviembre. Para entender las elecciones de medio término en Estados Unidos.
En estas elecciones se eligen a nivel nacional diputados, senadores, gobernadores, intendentes y otros cargos locales.
La Cámara de Representantes (el equivalente a los diputados de Argentina) se renueva por completo cada dos años, por lo que en las elecciones del martes 4 se elegirán 435 nuevos representantes.
En el caso de la Cámara de Senadores la renovación se hace por tercios y por un período de seis años. De un total de 100 senadores (dos por cada uno de los 50 Estados) el martes que viene se estarán renovando 33 bancas, a las que se suman 3 más que quedaron vacantes en el último período (Hawaii, Oklahoma y Carolina del Sur). Es decir que en total se elegirán 36 senadores.
También se eligen 36 gobernadores y se renuevan 46 legislaturas estatales (todos los estados con excepción de Louisiana, Mississippi, New Jersey y Virginia).
La Cámara de Representantes tiene hoy mayoría republicana con 234 bancas contra 199 de los demócratas (y dos vacantes). Para poder hacerse de esta Cámara los demócratas deberían no solo mantener los 199 escaños actuales sino ganar 19 más, lo que se considera imposible, por lo tanto la pelea clave de esta elección va a estar centrada en la Cámara de Senadores.
La pelea por el Senado
En el Senado hoy la mayoría es demócrata con 53 bancas mientras que 45 son republicanos y 2 senadores son independientes (pero votan con los demócratas).
De las 36 bancas que se renuevan 21 son demócratas y al menos 10 de ellas se encuentran en Estados en los que los republicanos pueden ganar la mayoría y hacerse de esa manera del control de ambas cámaras.
La mayoría de las encuestas estiman que los republicanos tienen probabilidad de ganar el Senado:
(Actualizado al 30/10)
Los republicanos necesitarían mantener las bancas actuales y ganar 6 más para conseguir la mayoría. Los Estados de Montana, South Dakota y West Virginia que hoy están en manos de demócratas son considerados como un triunfo asegurado para los republicanos.
Es por eso que la batalla se libra en una serie de estados cómo Alaska, Arkansas, Colorado, Georgia, Iowa, Kansas, Kentucky, Louisiana, New Hampshire y North Carolina en los que la definición aún no está clara, y sobre los que los candidatos demócratas están haciendo lo posible para movilizar a lo que es su base electoral mayoritaria: jóvenes, negros, hispanos y mujeres. Para este fin sin embargo, los demócratas tienen el problema que las elecciones de medio término se caracterizan por la baja participación de estos sectores.
Como se ve en el cuadro de arriba los republicanos se juegan Georgia, Kansas y Kentucky, mientras que los demócratas podrían perder Alaska, Arkansas, Colorado, Iowa y Luisiana; mientras que pueden pelear el control de New Hampshire y North Carolina.
En Alaska el senador demócrata Mark Begich va por la reelección contra el republicano Dan Sullivan que fue nombrado secretario de Justicia por la ex gobernadora Sarah Pallin, una de las principales figuras del Tea Party (ala derecha del Partido Republicano). Hay que tener en cuenta que Alaska tiene un electorado mayoritariamente republicano.
En Arkansas el actual senador demócrata Mark Pryor se enfrenta al representante republicano Tom Cotton, un ex oficial desplegado en Irak y Afganistán muy popular dentro de su partido.
En North Carolina, un estado en el que perdió Obama en 2012, la senadora demócrata Kay Hagan levanta un programa más de centro y evita quedar «pegada» a Obama para resultar atractiva a un electorado que viene de protagonizar una «ola conservadora» enmendando la Constitución del estado para prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
No es la única que trata de despegarse de Obama. También tiene problemas con la desacreditada figura del presidente, la senadora de Luisiana, Mary Landrieu.
Es que las elecciones de medio término funcionan como un plebiscito del partido en el poder y Obama se encuentra cuestionado tanto en el frente externo, con las guerras abiertas en Irak y Siria, como en el interno con la crisis del ébola, la promesa incumplida de la reforma migratoria (y la deportación masiva de inmigrantes), y la reapertura del debate sobre el racismo que sigue dividiendo a la sociedad, como se vio en el caso de Ferguson.
Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Para-entender-las-elecciones-de-medio-termino-en-Estados-Unidos