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Entrevista a la activista saharaui Fati Jadad

«Pedimos al Gobierno español que no siga con esta política tan hostil con el pueblo saharaui»

Fuentes: Nueva revolución

Entrevistamos a Fati Jadad, licenciada en Dirección y Administración de Empresas y originaria de los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf.

Fati Jadad es originaria de los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf, nació y creció en una familia mayoritariamente femenina, lo que la sensibilizó sobre la importancia de la igualdad de género. A los diez años, gracias al programa de Vacaciones en Paz, tuvo la oportunidad de trasladarse a España, y vivir con una familia de acogida. Posee una licenciatura en Dirección y Administración de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid. Fati se encuentra, como muchos saharauis, en una encrucijada entre dos países, entre dos realidades culturales, la del Sáhara Occidental y la española. Su lucha se enfoca en la igualdad de género y la defensa de la libertad del Sáhara Occidental.

¿Cómo ha influido esa experiencia de crecer en un entorno predominantemente femenino en tu compromiso por la igualdad de género y en tu compromiso político?

Yo nací en los campamentos, en una familia principalmente de mujeres, como bien dices. Hay que recordar que durante la primera guerra que mantuvimos con Marruecos, los hombres estaban en el frente de batalla, y quienes estaban en los campamentos eran las mujeres. Yo tenía muchas tías, todas vivían cerca de nuestra haima, la de mi abuela, y han marcado mi vida. Ellas, sin excepción, me concienciaron de lo necesaria que es la igualdad entre hombres y mujeres. Han sido mujeres a las que he admirado profundamente, no solo a mis tías, a las vecinas también, a esas mujeres que fueron capaces de levantar a partir de la nada esos campamentos de refugiados, de hacer frente a la gestión diaria de los campamentos, de los colegios, de los hospitales. Es inevitable que han influido muchísimo en mi.

¿Y cómo ha influido en ti el programa de Vacación en Paz, y cual es tu perspectiva a posteriori?

Es un programa maravilloso, que nos ha brindado la oportunidad a muchos niños y niñas saharauis, de poder formarnos. No es un proceso fácil, sobretodo cuando vienes dos meses y vuelves. Yo recuerdo que estaba deseando volver, me encantaba esa experiencia, estuve en diferentes lugares de España con Vacaciones en Paz, pero estaba deseando volver a los campamentos para contarle a mis primas, a mis padres, a mi abuela, lo que había visto. Recuerdo mis primeras Vacaciones en Paz, las que me marcaron, fueron en el año 1995, en Cangas de Onís, un pueblo de Asturias. Mi nivel de castellano no era muy bueno, y en dos meses me ayudaron a poder hablar con fluidez, a poder ver el estilo de vida de aquí, tan diferente al de los campamentos. Yo no había visto la playa en mi vida, ni una piscina, ni la luz ni el agua corriente, fue impactante, y trababa de guardar todo en mi memoria para cuando llegase a los campamentos y poder contarlo.

Después me quedé en España, a través del programa, ya en 1997, con una familia de acogida. Me quedé por motivos de salud y de estudios, y para mi el inicio fue muy complicado, me costó muchísimo adaptarme, no es igual venir y decir voy a estar dos meses y volver con mi familia, y ya me explicaron que tenía que quedarme para poder curarme, para poder estudiar, y ahora, que lo pienso, fue bastante traumático, se me hacía muy complicado no volver a dormir con mi abuela, en la haima, con su brazo como almohada, y me faltaba el calor de mi familia, de mis abuelos, de mis hermanas. Fue difícil pero, con el tiempo, creo que fue lo mejor que me pasó, porque me pude curar, pude estudiar, luego pude volver con mi familia, y estoy contenta también de no haberme desarraigado de mi pueblo, de mi causa.

¿Qué obstáculos se enfrentan durante este proceso de adaptación, de venir de una realidad radicalmente opuesta?

Cuando eres niño no analizas mucho las cosas, actúas por inercia. Me impacto todo, era acostumbrarme a un nuevo entorno, a unas nuevas normas. Yo venía de los campamentos, es otro estilo de vida, y poder también adaptarme a los nuevos compañeros de clase, a los profesores, al idioma, el ponerse al día del resto de compañeros, que me frustraba un poco, porque en los campamentos quitaba muy buenas notas, pero en menos de un año me puse al mismo nivel que el resto. Es lo que recuerdo de dificultad, y luego el problema de mi legalización, estuve desde 1007 a 2006 sin tener una residencia legal en España, eso me marcó, porque cuando el resto de mis compañeras iban a Gibraltar, que estaba al lado, porque yo me crie en un pueblo de Andalucía, me decía ¿yo por qué no puedo ir? Y era por una cuestión de papeles. También por ese problema estuve muchos años sin poder ver a mis abuelos.

La adaptación es más espontánea por lo que estás mencionando, pero hay otra cuestión que no solamente atraviesa la infancia, que atraviesa a mucha gente en el día a día, ya siendo adultos, que es como se maneja esa dualidad cultural entre el Sáhara y España, tanto en la vida como en el activismo.

Cuando era niña siempre tenía un conflicto, había etapas que me sentía más saharaui, y otras que me sentía mas afín a las costumbres de aquí. Con el paso del tiempo, cuando maduras, aceptas más tu identidad, entiendes que tu identidad no tiene que ser necesariamente exclusiva, de una cultura determinada, sino que tu identidad se constituye por tus experiencias, y una vez que la aceptas ya está. Yo estoy muy orgullosa de mi identidad saharaui, pero llevo muchos años viviendo en España, y también me siento parte de la sociedad española. Es el concepto que tengo de identidad, es una lucha, sobretodo cuando eres adolescente, se va encajando y aceptas y presumes con orgullo de tu identidad.

¿Qué opinas de la sociedad española, porque, al final se habla de la solidaridad, muy activa en el apoyo a la causa saharaui, en la denuncia de la violación de los derechos humanos, pero, como crees que la sociedad española puede ser más solidaria?, ¿crees que realmente esta solidaridad se está traduciendo en un apoyo político?

Yo creo que ha habido diferentes fases. Es verdad que la sociedad civil española, en general, es sensible al conflicto del Sáhara Occidental, a pesar de que los sucesivos gobiernos españoles han intentado siempre imponer el olvido sobre el pueblo saharaui, pero es verdad que cuando ha sido tema de actualidad, cuando lo has hablado con gente que no conoce la causa, pero que si ha tenido a un familiar, que ha estado incluso en el Sáhara, que sabe que fue español, que fue ocupado rápidamente, simpatizas con la causa saharaui. Actualmente creo que con el nuevo giro del gobierno español va a dificultar, un poco más, que la gente esté al tanto, que esté informada, del conflicto, porque nos van a intentar cerrar puertas en todas partes, en lugares donde antes podíamos dar una charla del Sáhara, hoy en día, ya no lo tenemos tan fácil, eso dificultará también que más gente española se entere de la cuestión y se haga solidaria. Soy un poco pesimista en este sentido, veremos que sucede en unos años.

Hablemos del papel del olvido de la cuestión saharaui en la educación en España, que atraviesa a muchas de las personas saharauis que vivieron en España y han sufrido este proceso, ¿cómo has vivido la exclusión del Sáhara en la educación española?

Me llamó mucho la atención cuando estudiaba historia en bachiller, y ponían ejemplos de países que se habían independizado de la metrópoli, unos de forma pacífica, y otros a través de una guerra de liberación, y recuerdo que no había ninguna mención al Sáhara, siendo la provincia 53 hasta 1975, y eso desde luego evidencia que hay una estrategia desde hace años, para imponer este olvido, y ha ido contribuyendo a que no aparezca nada del Sáhara en los libros de historia españoles.

Quería preguntarte tu opinión sobre la comunidad internacional, incluida España, en la resolución del conflicto y en la protección de los derechos humanos.

La comunidad internacional, desde luego, no se puede equiparar la responsabilidad que tiene comparado con España, una responsabilidad que no es sólo ética, sino política y jurídica. El Sáhara Occidental era una provincia española más, y España, quiera o no, sigue siendo la potencia administradora que tiene que descoloniza, pero, lamentablemente, tenemos a un gobierno español que lejos de remendar el error histórico, lo que ha hecho es posicionarse claramente del lado del verdugo, de Marruecos, y muestra de ello es el giro dado el 18 de marzo de 2022, con esa vergonzosa carta de Sánchez, que viene a decir que aprobaba la respuesta del Rey de Marruecos, para que siguiera ocupando el Sáhara Occidental, que fue una auténtica falta de respeto a la legalidad internacional y a las sucesivas resoluciones de las Naciones Unidas, que piden la celebración del referéndum y reconocen al pueblo saharaui su derecho a la autodeterminación.

Tampoco fue un giro que no contó con el consenso del resto de formaciones políticas en el Congreso de los Diputados, hay que recordar que todos se opusieron a ese giro de Sánchez, pero si es verdad, y aquí voy a tirarles un poquito de la oreja, que cuando han tenido estas formaciones políticas españolas, que no están de acuerdo por el giro dado por Sánchez, de poder obligarlo a que vuelva a la posición anterior que no es satisfactoria para el pueblo saharaui, ni es la posición que debería asumir España, pero al menos era una neutralidad que había ahí.

Pero este giro para fortalecer aún más y envalentonar al verdugo, no tiene ningún sentido, no contó con el consenso de esas formaciones políticas, pero estas formaciones, cuando han tenido una oportunidad de oro en los acuerdos de investidura, tampoco pusieron como condición el respeto internacional a la la legalidad del Sáhara Occidental, y creo que era una cuestión que podían hacer perfectamente, y sin embargo no lo hicieron. Será que la cuestión del Sáhara Occidental no es ninguna línea roja para ninguna formación política española, ninguna, ni de derechas ni de izquierdas.

Estoy muy de acuerdo con eso, mi perspectiva respecto a eso es parecida a la tuya, porque considero que ha habido una instrumentalización de la causa políticamente, y luego no ha habido una presión de todos esos partidos a la hora de la verdad.

A efectos prácticos, ninguna, se queda en el discurso. Pero es que el pueblo saharaui no necesita solo discurso, sino acciones, encaminadas a que se respete la legalidad internacional, y que se descolonice el territorio, porque tampoco es que el pueblo saharaui pida nada que no sea legal, simplemente es que se respete la legalidad internacional. Si son tan demócratas, si creen en el derecho internacional, que lo apliquen en el Sáhara Occidental y punto, es que basta con eso, no hay que ser ni pro-saharaui ni anti-marroquí, simplemente hay que respetar una legalidad de libro, del derecho internacional.

El tema es que han cambiado la posición pero, anteriormente vendían material militar, y lo siguen vendiendo, a Marruecos, y exportan productos de los territorios ocupados, entonces, al final, es como abrir una página más de lo que estaban haciendo previamente, aunque obviamente tiene consecuencias más allá, porque España es la potencia administradora.

Pero ahora, además hay una persecución hacia el pueblo saharaui, porque antes eran pasivos, pero hoy son activos en hacer daño al pueblo saharaui, y prueba de ello es no solo el giro dado por Sánchez, hay ex-dirigentes del Partido Socialista, no tanto del Partido Popular, o no de forma tan descarada, como Rodríguez Zapatero, que paradójicamente para muchos es un referente de las libertades, de los derechos humanos, sin embargo, con el pueblo saharaui tiene un doble rasero, y se dedica a utilizar su influencia tanto aquí como en América Latina para ir contra los intereses saharauis y blanquear la dictadura marroquí, y luego hay que recordar que los socialistas, diputados, e incluso el actual ministro de Agricultura, Planas, fue uno de los impulsores del recurso que hay del Tribunal Europeo de Justicia que prohíbe la firma de cualquier acuerdo comercial con Marruecos que incluya el territorio del Sáhara Occidental, y sin embargo ellos van contra esa sentencia.

Vemos como maniobran en el Parlamento Europeo para que no aparezca en el informe sobre derechos humanos la palabra Sáhara Occidental, vemos como intentan deslegitimar a nuestro legítimo representare, el Frente Polisario, buscando otros interlocutores, entregados a las tesis marroquíes, y como en la Internacional Socialista invitaron a un grupo que en un informe del CNI está vinculado claramente con Marruecos. Ahora pedimos al gobierno español que no siga con esta política tan hostil con el pueblo saharaui.

¿Qué cambios esperas ver en estos líderes políticos y en la Unión Europea?

Visto lo visto, no espero absolutamente nada de ellos, solo decir que nos tendrán enfrente para denunciar su doble rasero, que el pueblo saharaui, a pesar de todas las trabas que nos pongan en el camino, hemos demostrado que tenemos una gran capacidad de resistir, nuestra causa es justa, y seguiremos reclamando que se haga justicia con nuestro pueblo.

¿Cuál es tu valoración de la participación política de las mujeres saharauis, tanto en el gobierno domo en la sociedad civil, dentro de los campamentos y de la RASD?

La verdad es que quedan muchos retos, la constitución de la RASD reconoce una cuota para incentivar la participación de las mujeres en el gobierno, pero creo que se puede hacer mucho más. Yo quiero ver a más mujeres al frente de embajadas, de delegaciones, de cargos en los ministerios, más de lo que hay, no podemos conformarnos con lo que tenemos, y hay que exigir una mayor presencia femenina en las instituciones de la RASD. La base de la gobernación de las dairas la llevan las mujeres, pero también deben de tener mayor responsabilidad en el gobierno, que haya el mayor número de ministras, de embajadores, de delegadas en el exterior, es una labor de todos y de todas. Tenemos un contexto marcado por la guerra, aunque diferente de la primera, en los años setenta, en cuanto a formación, cuando España se va del territorio no había ninguna licenciada, y ahora momos cada vez más, y esto es gracias al esfuerzo que ha hecho el Frente Polisario en educación, pero eso se debe traducir en una mayor responsabilidad de las mujeres.

Fuente: https://nuevarevolucion.es/fati-jadad-pedimos-al-gobierno-espanol-que-no-siga-con-esta-politica-tan-hostil-con-el-pueblo-saharaui/