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En honor de los que murieron por la dignidad, la igualdad y la libertad

Por el derecho a la libre circulación, llamamiento del 10 de mayo

Fuentes: Rebelión

Traducido por Caty R

El sábado 10 de mayo nos enteramos de que se recogieron tres cadáveres cerca de las costas de Teboulba (Túnez) y que 14 emigrantes en estado grave ingresaron en el hospital de Monastir. La embarcación a bordo de la que intentaban llegar a Europa llevaba, según los primeros testimonios, a 56 personas del Magreb y del África subsahariana de las que 39, mientras escribimos esto, están desaparecidas. La nave llegó, arrastrada por las aguas hasta la costa tunecina, llevando a bordo prendas de vestir, zapatos, papeles de identidad y dinero… La ciudad de Teboulba acogió este drama con una emoción especial: de esta pequeña ciudad pesquera son originarios los pescadores que todavía están perseguidos por el tribunal de Agrigente (Sicilia, Italia) por haber salvado a 44 emigrantes en agosto de 2007. Sus barcos, su único recurso, están requisados y se pudren en un hangar de Lampedusa (1)

Este mismo 10 de mayo, un poco más al norte, en la pequeña ciudad costera de Ksibet El-Mediouni, se celebraba una ceremonia de homenaje a los muertos víctimas de las políticas de represión de los emigrantes, denominada «Las embarcaciones de la dignidad». Organizada por las secciones Sousse, Monastir, Mahdia y Kairouan del LTDH (2) tras la llamada del FTCR (3), esta ceremonia rindió homenaje a todos los emigrantes muertos, y especialmente a los 26 de Chebba desaparecidos entre el 22 y el 24 del pasado mes de abril. Esta tragedia fue el origen de la iniciativa en cuestión, después de que las familias de los desaparecidos constataran que la única reacción de las autoridades ha sido un compromiso de reprimir con mayor dureza los intentos de emigrar, fomentado por el presidente Nicolas Sarkozy, en visita oficial en Túnez en ese momento.

Esta información no es más que una ínfima parte de los efectos de la auténtica guerra que libran contra los emigrantes los Estados del norte y el sur del Mediterráneo. En este día de conmemoración de la abolición de la esclavitud, les rogamos que lean y reaccionen a nuestra llamada.

(1) para los detalles: http://www.migreurop.org/article1193.html

(2) Liga Tunecina de los Derechos Humanos.

[3] Federación de los Tunecinos para una Ciudadanía de las dos Orillas: http://www.citoyensdesdeuxrives.eu/

Leer el comunicado «Cimetière marin» (Cementerio marino):

http://www.citoyensdesdeuxrives.eu/index.php?option=com_content&view=article&id=216:ftcr-cimetiere-marin&catid=104:tunisie&Itemid=111

Llamamiento del 10 de mayo:

Llegan los hermosos días del mes de mayo y vuelve la temporada de la «quema» (Harga en árabe, el hecho de emigrar clandestinamente o «quemar» la frontera, en este caso marítima). Como todos los años, miles de hombres y mujeres acuden a los lugares donde se preparan para partir, desde el sur o el este mediterráneos o también desde las costas occidentales africanas, hacia Europa.

Abandonan países en los que una parte cada vez mayor de la población ya no tiene posibilidades de asegurar una vida digna para sí misma y sus familias, en los que el futuro se presenta como un callejón sin salida. Países en los que si reclaman la mejora de sus condiciones de vida o se organizan para mejorar su suerte tienen todas las posibilidades de acabar en la cárcel o ser torturados. Países en los que sus padecimientos se perpetúan con la participación, el apoyo y la bendición de Europa.

Se dirigen hacia una Europa de la que saben, porque ya todo se sabe, que padece un grave envejecimiento de la población y una fuerte escasez de mano de obra. Saben que Europa los necesita y que la mayoría de ellos podrán trabajar. También son conscientes de que durante años permanecerán en un estado marginal de trabajadores clandestinos o ilegales, por lo que los explotarán más que a otros, tendrán que realizar tareas más peligrosas y más penosas que los demás, les pagarán menos y a veces los perseguirán, los encarcelarán, los expulsarán, los insultarán y los mirarán con recelo… También saben que tienen muchas posibilidades de morir y no llegar nunca a su destino…

Las autoridades europeas también saben todo eso, así como las autoridades de los países de origen o de tránsito. Y saben que nunca podrán detener este flujo de salidas. Por lo tanto se dedican, por un lado, a hacer que el viaje sea más difícil, más largo y más peligroso por medio de la militarización masiva del control de las fronteras y por la instauración de un arsenal jurídico y policial de represión de la movilidad, tanto en Europa como en los países de partida. Por otra parte, dichas autoridades europeas, se esfuerzan para mantener en una situación de precariedad y miedo a quienes llegan a su destino, a través de leyes discriminatorias que prohíben el acceso a los derechos elementales, bloqueo de las posibilidades de regularización administrativa, persecución policial, criminalización de los emigrantes y un estímulo de los sentimientos xenófobos y racistas por medio de discursos falaces.

¿Por qué?

Las razones no son absurdas, y tampoco son frutos de la maldad o el sadismo. Son racionales, coherentes e inteligentes:

– El hecho de que la decisión de partir implique la aceptación de riesgos mortales y/o condiciones de vida miserables, convierte la salida una elección difícil y que no está al alcance de todo el mundo. Es la única manera de procurar que la gente siga aceptando trabajar por salarios de miseria en los países de origen antes que ir a buscar mejoras en otra parte. Y la única manera, por lo tanto, de seguir «deslocalizando» o mantener el chantaje de la deslocalización por parte de las empresas del norte y para las del sur seguir pagando a sus asalariados sueldos miserables.

– Los riesgos del viaje también tienen una función en la doctrina de «la emigración selectiva»: los que parten y consiguen llegar a su destino generalmente son los más vigorosos, los más valientes y los más jóvenes. Así se hace una selección natural de los más aptos para asignarlos a las tareas físicas más penosas e ingratas. Para los trabajos intelectuales, la selección se hace de otra forma.

– Otra ventaja de todos esos obstáculos es procurar que la mayoría de los que llegan a Europa no sean más que «brazos». Trabajarán a demanda y descansarán cuando puedan. Pero no podrán tener «vida privada y familiar», ¡eso cuesta caro! Durante años no podrán regresar a ver a sus familias y amigos so pena de quedarse bloqueados otra vez en su país o verse obligados a vivir otra vez el infierno del Harga. Tampoco podrán hacer que vengan los suyos porque eso los expondría a demasiados peligros. Incluso en caso de que, al cabo de varios años, consigan la regularización, las nuevas leyes que restringen la reagrupación familiar seguirán privándolos de una «vida normal». Así seguirán siendo, durante el mayor tiempo posible, un buen negocio: producen tantos beneficios, o más, que cualquier otro trabajador y son más baratos.

– El otro aspecto de la «emigración selectiva», el de las cuotas elogiadas por los discursos oficiales y por los «cazadores de cerebros», está vinculado íntimamente a lo anterior. Consiste en presentar como un gran privilegio el hecho de ¡ser seleccionado para venir a trabajar a Europa en avión! Eso permite recolectar a los jóvenes mejor formados y más competentes de los países del sur, que vienen a trabajar varios años en Europa «para adquirir experiencia». Los que acceden así a un territorio a cuyas puertas muchos miles perecen y muchos otros viven acosados, se sienten agradecidos. Trabajarán con dedicación y disciplina para después «volver a su país con un proyecto».

– Así habrán dado lo mejor de sí mismos y habrán contribuido a una economía que no los ascendió y que no tendrá que pagarles la jubilación. Un buen negocio…

– Por otra parte, todo eso también sirve para regular los problemas autóctonos: 1) Reforzar un arsenal represivo muy útil en las sociedades donde las desigualdades que existen desde hace mucho tiempo cada vez son más profundas y en las que algunos, inevitablemente, acaban por enfadarse. 2) Obliga a la gente a que acepte trabajar más, y más tiempo, diciéndole que con la bajada del poder adquisitivo no se pueden hacer milagros. Numerosos desgraciados estarán dispuesto a tomar su puesto por menos de lo que ganan ellos 3) Eso convence tanto a los obreros como a los empleados y parados de que el auténtico enemigo no es quien elabora las leyes y el orden económico que los asfixia, sino el extranjero que quiere su puesto y amenaza lo que queda de su bienestar. Es una estrategia radical, tanto para determinar el voto como para debilitar los movimientos de reivindicación social…

La política de emigración que Europa elabora desde hace años es un elemento clave para la perpetuación y el refuerzo de las desigualdades en el orden establecido, tanto en las sociedades del sur como en las del norte. Y además profundiza las desigualdades entre el sur y el norte.

Entre los efectos inmediatos de estas políticas, contamos decenas de miles de seres humanos muertos por ahogamiento, asfixia u otras maneras. Los culpables son los que los privan del derecho a desplazarse (garantizado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos) y partir en busca de condiciones de vida dignas.

Otro efecto inmediato es el confinamiento de cientos de miles de personas en una situación de parias donde se exponen a la violencia y la sobreexplotación, donde viven en el miedo y la humillación.

Los que obstaculizan sus libertades y niegan sus derechos ejecutan una política criminal que hay que combatir por el bien de todos.

Consideramos que la lucha por el derecho a la movilidad y la libre circulación es un combate por la libertad de las personas y los pueblos, tanto del sur como del norte. También es una lucha por la igualdad de derechos de todos.

Los emigrantes están en primera línea de este combate y declaramos que estamos con ellos.

Llamamos todas las personas que, como nosotros, consideran que la libertad y la igualdad son las que constituyen nuestra humanidad y a convertir este 10 de mayo de 2008, fecha de la conmemoración de la abolición de la esclavitud, en una jornada en honor de todos los que perecen en la búsqueda de una vida digna, víctimas de las políticas de emigración.

Original en francés: http://www.ftcr.eu/

FTCR, Federación de los Tunecinos para una Ciudadanía de las dos Orillas,

3 rue de Nantes, 75019 París.

Contacto: [email protected]

Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condiciones de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.