«Yo me pregunto qué lleva a pensar que el gobierno español no está actuando con contundencia, que estamos actuando con tibieza.» -Trinidad Jiménez, Ministra de Asuntos Exteriores- Tanto criticar al gobierno español por su papelón con Marruecos, y va a resultar que es lo contrario: que está siendo más contundente que nadie. Sí, sí, no […]
«Yo me pregunto qué lleva a pensar que el gobierno español no está actuando con contundencia, que estamos actuando con tibieza.» -Trinidad Jiménez, Ministra de Asuntos Exteriores-
Tanto criticar al gobierno español por su papelón con Marruecos, y va a resultar que es lo contrario: que está siendo más contundente que nadie. Sí, sí, no se froten los ojos, han leído bien. Comparado con otros países, nuestros paños calientes parecen puñetazos al hígado. Pero sólo por comparar entre lo poco y la nada, que nadie crea que salvo la cara a la diplomacia: la indiferencia o complicidad de otros países no disculpa nuestra cobardía. Lo que no quita para reconocer que los demás hacen incluso menos.
Veamos por ejemplo el Departamento de Estado norteamericano. Sus portavoces dan ruedas de prensa a diario, donde transmiten la postura del gobierno ante cualquier tema, así que doy por hecho que algo habrán dicho. Pues no. Desde el día ocho hasta hoy han hablado de asuntos de Palestina, Guinea, Nigeria, Rusia, Haití, India, Libia, Birmania, Sudán y otra decena de países. Hasta felicitaron al minero chileno que corrió la maratón de Nueva York. Pero ni una mención al Sahara. Reviso los comunicados de prensa, y lo mismo: una sola nota, dos días después del asalto, para celebrar que las partes continúen las conversaciones.
En Francia, más de lo mismo. El ya ex ministro Kouchner lamentó la violencia en abstracto, añadiendo la habitual coletilla de que Francia reconoce los avances democráticos de Marruecos, y llamando a «ambas partes» a resolverlo pacíficamente. Y el seguidismo de la prensa francesa a la posición promarroquí de su gobierno es total. En siete días los sucesos del Sahara no han merecido ni un pequeño espacio en portada en ningún periódico. Sólo un día Le Monde llevó a primera un reportaje de su corresponsal -autorizada por Marruecos a visitar la zona-, y era tendencioso y promarroquí hasta en el título, donde hablaba de un «día de guerra».
Que Marruecos está en el lado bueno del eje es una obviedad. Respaldado por Estados Unidos y Francia, su impunidad es total. Imaginen que otro país -ése que están pensando, sin ir más lejos- hubiera hecho la mínima parte de lo que hace Marruecos. Por menos te bombardea la humanitaria OTAN, como bien saben algunos.
Fuente: http://blogs.publico.es/