La fórmula de gobierno propuesta inmediatamente después de la destitución de Ben Ali, el 14 de enero en Túnez, presidida por Mohammad Ghannouchi, no es el gobierno de la revolución victoriosa, y por eso no refleja sus aspiraciones ni hace suyas sus reivindicaciones. Es la expresión política de la burguesía local y de su jefa […]
La fórmula de gobierno propuesta inmediatamente después de la destitución de Ben Ali, el 14 de enero en Túnez, presidida por Mohammad Ghannouchi, no es el gobierno de la revolución victoriosa, y por eso no refleja sus aspiraciones ni hace suyas sus reivindicaciones. Es la expresión política de la burguesía local y de su jefa la burguesía mundial, como tentativa de preservar las bases del sistema económico y social del capitalismo liberal, el sistema que se desarrolló bajo la protección de una dictadura apoyada especialmente por el aparato del ministerio del Interior y de la Agrupación Constitucional Democrática (RCD).
Más específicamente exigimos la caída del gobierno del Sr. Ghannouchi por las siguientes razones: ¿Quién es Mohammad Ghannouchi? Designado por Bourguiba en 1975 como diector general del Plan, apareció por primer vez como ministro delegado del primer Ministro Ben Ali, el 27 de octubre de 1987. Luego del golpe de estado del 7 de noviembre, en noviembre de 1988 fue nombrado como ministro del Plan por Ben Ali desempeñando luego varias responsabilidades ministeriales y participando en la elaboración y la aplicación de políticas capitalistas liberales; además del Plan fue encargado de finanzas y de economía.
En 192, Ben Ali le nombró ministro de la cooperación internacional y de inversiones en el exterior, conduciendo por lo tanto las negociaciones con las instituciones financieras internacionales (el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional) relativas a la política económica y social del régimen de Ben Ali, antes de supervisar su aplicación a partir de 1999 en calidad de primer ministro. Tarea que desarrolló con gran dedicación, a expensas de los intereses de las mayorías, lo que llevó a calificar al poder de Ben Ali como el de un «buen alumno», en los círculos capitalistas internacionales.
Fue nombrado primer ministro en noviembre de 1999 y mantuvo su puesto hasta la destitución por la revolución de Ben Ali y su huída de Túnez. Ghannouchi, quedó entonces encargado de apaciguar la revuelta popular revolucionaria y de impedir que se toquen las bases del sistema establecido.
En el plano político, Mohammad Ghannouchi ha sido miembro desde su juventud del partido constitucional y de su nueva fórmula: La Agrupación Democrática Constitucional (RCD) en el poder convirtiéndose a partir de 2002 en miembro de su jefatura política, el cuartel general político de la dictadura. A continuación fue nombrado vicepresidente de la Agrupación junto a Hamed Al karaoui y luego vicepresidente de la Agrupación junto a Ben Ali como presidente, a partir del 5 de diciembre de 2008 y hasta la caída del tirano.
Mohammad Ghannouchi, es por lo tanto un dócil servidor del capital como clase y ello explica los elogios de que ha sido objeto desde la caída de Ben Ali.
El amo, por lo tanto ha partido y el servidor ha quedado solo, luego de haber estado acostumbrado a recibir órdenes y a obedecer.. No es sorprendente que siga llamándolo por teléfono mientras espera la llegado de un nuevo patrón… Por lo tanto, Ghannouchi concentra todo lo que representa el sistema establecido en los planos económico, social y político: la salvaje explotación capitalista de las fuerzas obreras locales, la injusticia social, el desmantelamiento del sistema de servicios sociales, la opresión policial, la represión y la humillación del pueblo tunecino
1- La cuestión democrática
? Mohammad Ghannouchi nada tiene que ver con la revolución, es el vicepresidente del RCD y miembro de su buró político, el partido que ha dominado al país, oprimido, torturado, desplazado y aterrorizado a todos los que tuvieron el coraje de enfrentar al despotismo. Este partido que ha generalizado las coimas y la corrupción en la sociedad y en los engranajes del Estado; los daños provocados por la RCD han alcanzado a todos los estamentos del Estado, que ha quedado totalmente atrapado en sus redes. Puesto que ese partido no puede ser reformado, es ilógico que aceptemos alienar a los símbolos del régimen derrocado, la suerte de la revolución y las aspiraciones de los trabajadores, de los jóvenes y del pueblo tunecino en general a liberarse del yugo de la persecución, tratándose sobre todo de uno de los más ilustres generales del tirano Ben Ali, de quien fue siempre obediente servidor.
? Dice el proverbio: «la naturaleza del pez es vivir en el agua» El poder de Ben Ali es siempre la misma, después de la caída del tirano y de su huída del país. Pruebas: el aparato del ministerio del Interior, que cuidó siempre fielmente la seguridad de Ben Ali y que ahora reprime las manifestaciones pacíficas que rechazan la tentativa de apropiarse de las conquistas por las cuales el pueblo ha sacrficado a sus hijos. El 14 de enero, por orden de Ben ALi, las fuerzas policiales, supervisadas por el primer ministro y bajo la orden del ministro del interior Frey’a dispersaron salvajement las pacíficas manifestaciones populares. Luego el 18 de enero, las mismas fuerzas dispersaron con el mismo salvajismo una marcha pacifica contra el gobierno de Ghannouchi y de Frey’a, su ministro del Interior. El derecho a manifestar pacíficamente es uno de los más importantes derechos políticos: es un derecho que las masas populares no ejercieron durante las épocas de Ben Ali y Ghannouchi, salvo en casos excepcionales y en forma extremadamente reducida.
? En cuanto al espacio de libertad que comienza a surgir aquí y allá, a partir de la recuperación de la libertad de palabra, en lo que se refiere al derecho de crítica y de expresión, son adquisiciones que han sido arrancadas a los tiranos sin su consentimiento. No es el derecho de los que son todavía enemigos de la libertad y de sus nuevos aliados, el esconderse detrás de sus frágiles adquisiciones con el objeto de justificar el gobierno ilegítimo de Ghannouchi. Hoy en día la legitimidad, luego del desencadenamiento de la revolución no es la que se apoya en la constitución o en las leyes injustas de Ben Ali, como lo repiten los que se aferran al régimen derrocado; la legitimidad se apoya hoy en día en la revolución, es decir en el pueblo. Solo el pueblo puede darles legitimidad a los que él quiereo retirársela manifestando en las calles. Hasta que se sancionen una nueva constitución y nuevas leyes. El nuevo Túnez, demócratico y social a que el pueblo aspira será organizado en base a ellas.
? Ghannouchi ha servido y obedecido siempre al capitalismo mundial y vela por sus intereses en Túnez. Esos intereses son contrarios al interés nacional. El facilitó la penetración de ,ese capitalismo en el sector público, porque el comité de privatizaciones actuaba bajo su directa conducción. Fue él quién supervisó la venta de las fábricas de cemento a empresas italianas, portuguesas y españolas…y una larga lista áun. El capital mundial y más
específicamente europeo ha logrado apoderarse de las dos terceras partes de lo que fue privatizado, aunque esto haya significado un grave atentado a la soberanía del pueblo y a su patrimonio. Ghannouchi abrió igualmente el país al capital mundial mientras era primer ministro, sobre todo porque era el mejor conocedor y el más respetuoso de los intereses extranjeros en Túnez. Su gobierno concretó más de 60 acuerdos bilaterlaes destinados a proteger las inversiones en Túnez, especialmente el acuerdo bilateral de 1997 con Francia. ¿Proteger esas inversiones, de quién? ¿de las catástrofes naturales? ¿O tal vez sería necesario protegerlas de Ben Ali y de la unión tunecina de industria y comercio? ¿O del pueblo tunecino? ¿Porqué habría que protegerlas del pueblo tunecino si fueran acordes con sus intereses? ¿Es que este pueblo no sabe cuales son sus intereses? Es un ejemplo que muestra las repercusiones de la política de gobierno de Ben Ali/Ghannouchi sobre un tema extremadamente importante: el derecho del pueblo tunecino a decidir su destino dentro de la mayor libertad, sin tutela alguna, cualquiera fuere su origen o su naturaleza. Es una cuestión democrática muy importante.
? Finalmente, ha sido el gobierno de Ben Ali, presidido por Ghannouchi quién aplicaba políticas de normalización con los sionistas, lo que hizo que el gobierno de Israel lamentara profundamente la caída de Ben Ali. Esa política ¿no ha contrariado acaso de los sentimientos de la gran mayoría del pueblo tunecino que rechaza el sionismo y apoya las reivindicaciones nacionales palestinas? Ghannouchi ¿tiene acaso legitimidad para presidir el gobierno de la revolución? ¿No es tiempo ya de que Ghianoucchi deje de atentar contra los intereses de los tunecinos en general?
2- La cuestión social
? No habría que créer un solo instante, cómo el gobierno de Ghannouchi y sus semejantes tratan de hacernos creer que la cuestión social se halla disociada en la realidad de la cuestión democrática. Las dimensiones económicas y sociales son indisociables; constituyen las dos bases fundamentales del poder. Es en la política y precisamente a través del poder del Estado q ue son concebidas, defendidas y patrocinadas las políticas que sirven en la sociedad a los intereses económicos de la clase dominante.: Por lo tanto el tema no es una cuestión moral, como cuando se dice que «Ghannouchi es limpio o «desinteresado»… En efecto pese a la importancia de las calidades personales de los que sirven al interés general, no son determinantes en la elección de un representante del pueblo, de aquel qu merece su confianza para que vele por sus intereses. Lo sabemos todos y no tengo nada que agregar sobre el particular que es una cuestión de programa. Sí, una cuestión de programa. Cuando los defensores de Ghannouchi valorando los intereses del pueblo y tratando de justificar su parcialidad por el interés de los enemigos de este ultimo, enumeran sus cualidades personales omiten hablar de la principal característica de Ghannouchi que lo distingue de los otros simbolos del régimen derrocado, en tanto es la persona más capaz de aplicar la política capitalista liberal y la más fiel a esa política, practicada desde 1987 por el régimen de Ben ALi que afectó profundamente a las masas populares tunecinas y en primer lugar a los trabajadores y a los jóvenes; estos últimos sufrieron y aguantaron con paciencia: pero esa paciencia se terminó y el pueblo de sublevó como un volcán contra la explotación, la pobreza y, la marginación y el hambre reclamando su derecho a los principios vitales y en primer lugar al trabajo. He aquí precisamente además de la dimensión democrática , el sentido esencial de la gran revolución de las masas populares en Túnez
? El gobierno de Ghannoucchi ¿puede acaso servir a esos intereses? Ghanouchi ha dicho abiertamente o de manera sobreentendida, la necesidad de un cambio de políticas económicas y sociales, ¿ la que el pueblo sufrió y luego rechazó de modo formidable, a través de la revolución? ¿Acaso no afirmó Ghiannouchi en oportunidad de una entrevista acordada a Francia 24, que esta mala política había sido muy exitosa? Ghannouchi y sus iguales, símbolos del régimen derrocado o de los que están ligados a los conspiradores contrarrevolucionarios, no repiten acaso declaraciones referidas a los éxitos y a las realizaciones? ¿Podrán ustedes creer por un instante que tienen la intención de cambiar este sistema económico injusto ye instalar un sistema alternativo adaptado a los intereses y a las aspiraciones de las masas populares? Su única preocupación no es acaso manejar el poder terminado de Ben Ali con el objeto de lograr un éxito que les permita seguir manteniéndose en el poder para continuar «sirviendo los intereses del pueblo» como pretendía antes que ellos garantizarlos el tirano prófugo?
? Está claro que el gobierno de Ghannouchi insiste en la continuidad de las políticas socio-económicas dictadas por los poderes económicos mundiales a través de las instituciones financieras mundiales. Esto es lo que significa por ejemplo el nombramiento que ha hecho Ghannouchi del nuevo director del Banco central Mostafa Kamal Nabili, que acaba de abandonar su puesto en el Banco Mundial como jefe del equipo de economistas especializados en Medio oriente y la región árabe. ¿Acaso no clarifica esto bastante las intenciones del gobierno y el grado de representación que tiene de la voluntad del pueblo? ¿Qué hará este gobierno para proporcionar trabajo a millares de desocupados, especialmente a los universitarios? ¿No es acaso esa misma política la que ha agravado el desempleo? La lucha contra la corrupción financiera (en el caso de que permanezca el gobierno de Ghannouchi ) y el «mejoramiento del clima de inversiones serán suficientes para crear trabajo? El aumento del ritmo de desarrollo económico (si se produce) será suficiente para mejorar la performance del mercado de trabajo? Seguramente no, mil veces no.
Todas las clases políticas deben anunciar a las masas populares que el programa socio-económico que consideran adecuado para responder a las múlriples reivindicaciones en la materia, y no contentarse con hablar de la vertiente democrática, por más importante que sea:¿qué valor tiene la libertad para un desocupado o para un enfermo que no puede pagar el costo de un tratamiento?
Tunez, 19 de enero de 2011
Fathi Chamkhi
Traducido del árabe por Randa , revisado por Ounsi y traducido del francés por Susana Merino NB. : Luego de la redacción de este artículo
• El gobierno de Ghannouchi se debilitó bastante: son cinco los ministros que han renunciado Sin embargo él se mantienen: está en reunión desde hace varias horas.
• Paralelamente el movimiento revolucionario mantiene una fuerte movilización y se concentra en dos ejes, ambos en relación al partido RCD (partido de Ben Ali):
– Todas las manifestaciones en prácticamente todas las ciudades de Túnez convergen hacia los locales del RCD, lo mismo para su sede en Túnez. En algunos lugares como en Tatouine fueron invadidos y saquados por los manifestantes.
– Los empleados de las empresas públicas y de las administraciones centrales del Estado, sobre todo en Túnez (sedes sociales…) organizan las ocupaciones y reclaman la exclusión de los dirigentes que son al mismo tiempo notorios miembros del RCD. Tal el caso de la Caja Nacional de Seguridad Social (PDG y DGA echados ayer ) Star – seguros (PDG echado) BNA -banco (PDG echado)… Los empleados de la administración central impositiva, exigen la dimisión de su director y la preservación de los expedientes para poder investigar a los evasores fiscales.