Todo está previsto para que 25,7 millones de congoleños, de los 62 millones de habitantesque tiene la República Democrática del Congo (RDC), acudan hoy a alguno de los 50.000 colegios electorales en todo el territorio para votar en las primeras elecciones multipartitas en el país en cuatro décadas. KINSHASA Así lo asegura la Misión de […]
Todo está previsto para que 25,7 millones de congoleños, de los 62 millones de habitantesque tiene la República Democrática del Congo (RDC), acudan hoy a alguno de los 50.000 colegios electorales en todo el territorio para votar en las primeras elecciones multipartitas en el país en cuatro décadas.
KINSHASA
Así lo asegura la Misión de la ONU en la RDC (MONUC), que ha ayudado a la Comisión Electoral Independiente (CEI) a organizar estos comicios, no sin problemas y en medio de una campaña electoral jalonada por actos de violencia. Lo que ya no está nada claro es si las elecciones llevarán la paz al país después de tantos años de violencia, y si acabarán con el histórico expolio de las inmensas riquezas naturales congoleñas, que han sido la causa de un genocidio cuatro millones de muertos en el que están implicados países vecinos y multinacionales occidentales.
De momento, son 33 los candidatos a la presidencia y 9.700 los que se disputan los 500 escaños del Parlamento. A finales de mayo, la CEI publicó la lista oficial de los 33 candidatos a la presidencia. Entre ellos figuran el actual presidente, Joseph Kabila, y tres de sus cuatro vicepresidentes, todos ellos líderes de antiguos grupos rebeldes financiados y apoyados por países vecinos: Jean-Pierre Bemba, del Movimiento para la Liberación de Congo; Azarias Ruberwa, de la Asamblea Congoleña para la Democracia; y Arthur Z’Ahidi Congo, del Campamento de la Patria.
Poco antes, la principal formación opositora, la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS), liderada por el prestigioso Ettienne Tshisekedi, había renunciado a presentarse a las elecciones debido a irregularidades en el proceso electoral. Aunque posteriormente intentó que se le readmitiera, finalmente la CEI dejó al influyente Tshisekedi fuera. Los militantes del UDPS acusan a la comunidad internacional de apoyar las elecciones para prolongar el mandato de Kabila y mantener así los contratos firmados con las empresas mineras.
Así las cosas, Kabila, líder de la Alianza para al Mayoría Presidencial una coalición de 30 partidos es visto como el gran favorito en las presidenciales, pese a que son muchos los que expresan sus dudas sobre su pasado incierto, ya que poco se sabe de este joven de 35 años hijo del ex presidente Laurent Desirée Kabila, del que heredó el cargo tras morir en 2001 a manos de uno de sus guardaespaldas. A su favor dicen que tiene el haber logrado la «paz» en 2002 incluyendo en el gobierno a los líderes de las milicias. Sin embargo, más de 1.200 personas mueren al día en el país a causa de la violencia y por la miseria y las enfermedades causadas por ella.
Sus rivales
Sus principales rivales son precisamente los tres vicepresidentes candidatos, si bien no se espera que ninguno de ellos le haga sombra. Bemba, de 44 años y líder de la Reunión de Nacionalistas Congoleños, es fuerte sobre todo en su provincia natal, Ecuador, y entre los partidarios del ex dictador Mobutu Sese Seko. Sobre este ex líder rebelde pesa una orden de arresto internacional a petición de la República Centroafricana por su presunta implicación en la rebelión en este país. Su milicia estaba apoyada por Uganda.
Ruberwa, de 42 años y también ex rebelde, cuenta con un fuerte apoyo de la minoría tutsi en el este del país, pero no es muy popular y de hecho ha sido acusado de haber cometido atrocidades durante la guerra en el país. Además, se cree que tiene una estrecha relación con el presidente de Ruanda, Paul Kagame, cuyo país le prestó apoyo. La ONU acusa a Kagame de jugar un papel crucial en la explotación de los recursos naturales de la RDC.
Riqueza y miseria bajo una histórica explotación
KINSHASA
La RDC es un país inmenso, cuya superficie de 2.345.409 kilómetros cuadrados es similar a toda Europa Occidental, pero que apenas tiene infraestructuras. Pese a tener enormes recursos, éstos parecen haber sido su maldición y objeto de la ambición de sus gobernantes, los países vecinos y las multinacionales, que desde hace años han puestos sus ojos en el coltán, un mineral estratégico para el desarrollo de las nuevas tecnologías, mientras la población vive en la mayor de las miseria. Primero lo explotó el rey belga Leopoldo II, amo, señor y particular genocida del territorio, luego las autoridades belgas lo compraron como colonia, más tarde y durante 32 años el dictador Mobutu Sese Seko y finalmente los países y grupos rebeldes implicados en la última guerra, a quienes la ONU ha acusado de expoliar los recursos en su beneficio y para financiar el conflicto. La ONU, sin embargo, no se detiene en las multinacionales que en la actualidad se disputan y expolian el inmenso territorio.