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¿Qué Estado? ¿Qué Unión?

Fuentes:

Cada cuatro años, los Presidentes de los Estados Unidos de Norteamérica se dán una vuelta por los pasillos del Congreso y maquinalmente anuncian, casi de memoria, que «El Estado de nuestra Unión es fuerte.» Esto es parte del arte de gobernar (o quizás debo decir, del arte del scenario?): el uso de las ilusiones para […]

Cada cuatro años, los Presidentes de los Estados Unidos de Norteamérica se dán una vuelta por los pasillos del Congreso y maquinalmente anuncian, casi de memoria, que «El Estado de nuestra Unión es fuerte.»

Esto es parte del arte de gobernar (o quizás debo decir, del arte del scenario?): el uso de las ilusiones para mantener a las masas en su sitio.

En la tradición Bíblica, el Faraón hacía lo mismo cuando ordenaba a sus sacerdotes que tiren sus bastones al suelo, para que se transformen en vívoras.

Los príncipes, desde la antiguedad, usan las artes del escenario para calmar al Pueblo, para tranquilizarlos con el poder del Estado.

Pero, como siempre, la verdad desde el punto de vista de los de abajo lamentablemente es muy diferente de la de los que miran desde las torres del poder.

Hay decenas de miles de trabajadores de la industria automovilística desconcertados por las noticias del corte de trabajos en esa industria. Esto, después que General Motors, GM, anunció en 2005 que las ventas a nivel mundial (de 9.17 millones de unidades) fueron las segundas ventas más altas en la historia! Yo me pregunto, Cómo ven los *trabajadores,* cómo sienten los sin trabajo «El Estado de la Unión»?

Del irritante Medio Oriente y la codicia norteamericana por el «oro negro,» el Presidente George W. Bush se metió a hablar de un asunto que parecía absurdo: «Los Estados Unidos tiene adicción al petróleo,» dijo, y continuó, «que generalmente es importado de lugares inestables del mundo.»

«Inestables»? Como que la Guerra contra Irak trajo «estabilidad» a la región! El Presidente Bush habló como un adicto al crack, que se queja de las guerras por drogas que azotan y destruyen las vecindades.

La Guerra contra Irak fué una idea loca destinada a fracasar desde su incepción – el sueño de los neo-conservadores de «llevar la democracia al Medio Oriente»!

Oye, si hubiera algo así como democracia *real* en los Estados Unidos, la Guerra contra Irak nunca hubiera comenzado – porque las voces del Pueblo – las voces de los espléndidos millones de hombres y mujeres que marcharon en febrero y marzo de 2003 – habrían sido escuchadas por los que están en el poder.

Un día, vamos a volver a mirar con incredulidad y asombro estos tiempos – triunfos como los de Hamas, en Palestina, y Evo, en Bolivia, serán nuestros mejores recuerdos.

El actual modelo económico, a pesar de los falsos elogios del presidente, está cayendo rápidamente en el voraz tsunami de la codicia. Trabajadores están siendo suspendidos, despedidos, eliminados; y se les demanda producir más – al mismo tiempo que a los ejecutivos de las corporaciones se les dá mejores y más grandes piezas del pastel.

Qué Estado? – Cuando tantas vidas se deslizan cada vez más profundamente en deudas y desesperación?

Qué Unión? – Cuando el gobierno actúa como agencia de colección de deudas de la clase que maneja las corporaciones?

El Congreso está en venta al mejor postor. El escándalo Jack Abramoff muestra que las corporaciones han hecho estos días más y mejores negocios de compra en el Congreso que en la era de los grandes asaltantes de bancos del siglo pasado.

Qué es la democracia cuando el ejecutivo puede interceptar las llamadas telefónicas de miles de norteamericanos, sin siquiera la excusa de una orden judicial?

Pero éso no es nuevo. Los presidentes han interceptado las llamadas telefónicas de los norteamericanos desde que el Presidente Theodore Roosevelt ordenó a su Secretario de Justicia interceptar las llamadas de todos aquellos «envueltos en la defensa de la nación,» en mayo de 1940, por lo menos. Esas prácticas continuaron desde entonces hasta que fueron restringidas por Ramsey Clark, Secretario de Justicia del Presidente Lyndon Johnson, en los últimos años de su administración.

La era COINTELPRO* marcó el punto culminante de estas prácticas tanto ilegales como anticonstitucionales, cuando los que no estaban de acuerdo con la política del gobierno se encontraban conque el Estado los espiaba, sus teléfonos eran interceptados, sus hogares bandalizados, perseguidos, sus matrimonios destruídos, y hasta asesinados. En los días más sórdidos de esa era millones de ciudadanos fueron blanco de los abusos del Estado por el simple delito de atreverse a solidarizarce con el cambio social!

Vivimos en el crepúsculo de la democracia, cuando los votos son tán dudosos como un boleto de lotería; cuando los Estados Unidos arremete con su represiva avaricia globalizada; cuando la guerra es una máquina que funciona con petróleo, sangre y mentiras.

Estado de la Unión?

¿Qué Estado? ¿Qué Unión?

*COINTELPRO es un acrónimo para una serie de programas de contra-inteligencia del FBI designados a neutralizar a disidentes políticos. Aún cuando el FBI ha empleado operaciones encubiertas toda la vida, las actividades del COINTELPRO, de 1956 a 1971, fueron dirigidas totalmente a neutralizar organizaciones políticas radicales.

Copyright 2006 Mumía Abu-Jamal

Traducción libre del inglés circulado por Fatirah, en el Freedom Journal de Mumía, hecha en REFUGIO DEL RIO GRANDE, Tejas