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Artículo publicado el 20 de Enero de 2006, con motivo de la liberación de Aminetu Haidar de la Cárcel Negra en El Aaiún

Querida Aminetu Haidar

Fuentes: Rebelión

El 17 de Enero de 2006, Aminetu Haidar era liberada de la Cárcel Negra de El Aaiún. En aquella ocasión, el periodista canario Rafael Morales, fallecido en junio pasado, escribió un artículo en el díario digital Canariasahora.com, dando cuenta del acontecimiento. Cuatro años más tarde, el sacrosanto principio del «interés general/nacional» de las Relaciones Internacionales intenta imponer su intolerancia a la intolerable desprotección del derecho humano a la libre circulación de las personas. El artículo de Rafael Morales, publicado el 20 de Enero de 2006, está en los antecedentes que dieron a conocer en Canarias la dignidad de Aminetu Haidar. Ante los acontecimientos que se están viviendo en la actualidad vale la pena releer dicho artículo.

La noticia alegra a cualquiera. Su coraje, la valiente actitud de los jóvenes en los territorios ocupados y la presión internacional han obligado a Mohamed VI a sacarla de la prisión siniestra. Enhorabuena, aunque tampoco en esta ocasión puedo decir que los representantes de las instituciones españolas o canarias hayan asumido ni una sola de sus responsabilidades con respecto al Sáhara Occidental. Como verá, ni siquiera me refiero al inalienable derecho de autodeterminación de su pueblo sino a los compromisos elementales con los derechos humanos.

Usted salió el martes pasado de la Cárcel Negra. Allí se dieron cita paisanos suyos de El Aaiún, Dajla, Smara, Bojador, Assa, Gulimin, Tam Tam y jóvenes estudiantes saharauis en universidades marroquíes. Hermosa fiesta esperanzada a la que no pude asistir. Supongo que su brutal detención el pasado 20 de junio, cuando se dirigía a una manifestación por la libertad, y las penurias sufridas durante estos meses habrán constituido una repetición de los cuatro años que pasó presa a partir de 1987, torturada en las prisiones coloniales de Mohamed VI. Estará apenada porque aún quedan decenas de presos políticos saharauis en la Cárcel Negra, pero la satisfacción de encontrarse con sus hijos y las manifestaciones de solidaridad del martes no se la quitará nadie. Ya era hora. Espero que esté bien de salud a pesar de todo.

Aprovecho esta oportunidad para decirle un par de cosas. Una mala y otra buena. La mala es que el Consejo de Seguridad de la ONU dice ahora, por boca del enviado de Kofi Annan, un tal Peter van Walsum, que «el conflicto del Sáhara no podrá solucionarse en un año». Por si esta lamentable confesión de derrota democrática fuera poco, el representante de Marruecos ante la ONU, de nombre Mohamed Benouma, ha presentado un plan en aquel organismo para pactar «la autonomía» de su país, ya que «el plan Baker está muerto porque no ha sido reconocido por una de las partes», es decir por Marruecos. Como ve, los amos del orden internacional (muy ocupados en otras cosas importantes) siguen ciegos y sordos, aunque cada vez más acorralados por la determinación de los saharauis de seguir adelante hasta alcanzar el sueño de la autodeterminación que algún día será realidad.

La buena noticia viene de la señora Scheele, presidenta del Intergrupo del Parlamento Europeo para el Sáhara Occidental, quien en una carta dirigida a Rabat dice lo siguiente: «Exigimos al Gobierno de Marruecos que facilite todos los derechos civiles a la señora Aminetu Haidar para ejercer su total libertad, como el derecho a circular, ejercer sus actividades políticas sin ningún tipo de presiones, así como el derecho de tener toda la documentación necesaria para viajar si así lo desea. De lo contrario, no podemos considerar la noticia como liberación ni mucho menos la podremos considerar como tal».

Si la señora Scheele tiene éxito en su petición al rey totalitario Mohamed VI, es posible que usted pueda recibir personalmente en la primavera próxima por estos lares el V Premio Juan María Bandrés de los Derechos Humanos que la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) le otorgó el pasado 12 de diciembre. Como sabe, el premio consiste en una escultura cedida por Martín Chirino. Esta forma sencilla de reconocer las enormes responsabilidades que está asumiendo en defensa de los derechos del pueblo saharaui no compensa la miserable dejación de responsabilidades históricas a cargo de España, pero le recuerda que mucha gente de este país permanece a su lado y así seguirá pase lo que pase. Besos para sus hijos y un enorme abrazo para usted. Hasta siempre, compañera. Y cuídese, por favor.