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¿Quién es Ana Belén Montes?

Fuentes: Rebelión

El pasado 3 de junio salió publicado en Rebelión y otros medios mi artículo «¿Obama, Trump, Hillary? ¿El bueno, el malo, y la bella?» (rebelion.org/noticia.php?id=213028), en el que menciono el caso de la prisionera Ana Belén Montes y varias personas me han solicitado más información acerca de ella, solicitud que satisfago a continuación, hasta donde […]

El pasado 3 de junio salió publicado en Rebelión y otros medios mi artículo «¿Obama, Trump, Hillary? ¿El bueno, el malo, y la bella?» (rebelion.org/noticia.php?id=213028), en el que menciono el caso de la prisionera Ana Belén Montes y varias personas me han solicitado más información acerca de ella, solicitud que satisfago a continuación, hasta donde he podido conocer:

Ana Belén Montes es una puertorriqueña, nacida en 1957 en una base militar norteamericana en Alemania, donde su padre era psiquiatra. Se graduó 1979 de la Universidad de Virginia , y en 1988 de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins.

Ocupó el cargo de analista superior de inteligencia en la DIA, que es el principal órgano de inteligencia militar de los EE.UU. y en el Pentágono.

Fue arrestada por el FBI el 21 septiembre de 2001 , acusada de «conspiración para cometer espionaje» a favor del gobierno cubano.

El 16 de octubre del 2002 en un juicio sumarísimo fue condenada por el delito de entregar a Cuba, desde hacía unos 17 años, informaciones que le permitían a esta conocer los planes de agresión de Estados Unidos contra ella. Luego de llegar a un acuerdo con la fiscalía fue sentenciada a 25 años de prisión en octubre del propio año, los que cumple hace casi 15 años en una prisión militar de alta seguridad en condiciones particularmente duras.

Ana Belén proviene de una familia ultraconservadora y vinculada a la comunidad de contrainteligencia de Los Estados Unidos. Su hermana y su hermano son agentes del FBI. La primera recibió reconocimientos por la traducción de los documentos ocupados a «Los Cinco»; el ex novio de Ana Belén era un especialista en la inteligencia cubana para el Departamento de Defensa.

Inició su labor dentro del gobierno de EE.UU como oficinista en el Departamento de Justicia, y rápidamente escaló en confiabilidad y acceso a información altamente secreta. A partir de septiembre de 1985 comenzó a trabajar como analista de información en la DIA, lo que le facilitó, en 1992 , un puesto en el Pentágono , donde se especializó en asuntos cubanos. Por sus conocimientos de asuntos militares de nuestro país sus colegas la llamaban la «Reina de Cuba». Durante su carrera recibió gratificaciones y reconocimientos especiales por su labor, entre ellos un certificado especial que le entregó el entonces director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), George Tenet, en 1997.

Durante el juicio, ante un tribunal federal de Washington DC, con suma valentía declaró:

«Honorable, yo me involucré en la actividad que me ha traído ante usted porque obedecí mi conciencia más que obedecer la ley. Yo considero que la política de nuestro gobierno hacia Cuba es cruel e injusta, profundamente inamistosa, me consideré moralmente obligada de ayudar a la isla a defenderse de nuestros esfuerzos de imponer en ella nuestros valores y nuestro sistema político.

Nosotros hemos hecho gala de intolerancia y desprecio hacia Cuba durante cuatro décadas. Nosotros nunca hemos respetado el derecho de Cuba a definir su propio destino, sus propios ideales de igualdad y justicia. Yo no entiendo cómo nosotros continuamos tratando de dictar como Cuba debe seleccionar sus líderes, quienes no deben ser sus dirigentes y que leyes son las más adecuadas para dicha nación. ¿Por qué no los dejamos decidir la forma en que desean conducir sus asuntos internos, como Estados Unidos ha estado haciendo durante más de dos siglos?

Mi mayor deseo sería ver que surja una relación amistosa entre Estados Unidos y Cuba. Espero que mi caso, en alguna manera, estimule a nuestro gobierno para que abandone su hostilidad en relación con Cuba y trabaje conjuntamente con La Habana, imbuido de un espíritu de tolerancia, respeto mutuo y entendimiento.

Hoy vemos más claro que nunca que la intolerancia y el odio -por individuos o gobiernos- lo único que disemina es dolor y sufrimiento. Yo espero que Estados Unidos desarrolle una política con Cuba fundamentada en el amor al vecino, una política que reconozca que Cuba, como cualquier otra nación quiere ser tratada con dignidad y no con desprecio.

Una política como esa llevaría nuevamente a nuestro gobierno a estar en armonía con la compasión y la generosidad del pueblo estadounidense. Ella permitiría a los cubanos y estadounidenses el aprender como compartir unos con los otros. Esto permitiría que Cuba abandone sus medidas defensivas y experimente cambios más fácilmente. Y esto permitiría que los dos vecinos trabajen conjuntamente y con otras naciones para promover la amistad y cooperación en nuestro «país mundial» y en nuestra única «patria mundial».

Sin lugar a dudas, Ana Belén Montes es una heroína. Ella arriesgó su futuro y su propia vida por prevenir a Cuba de los planes agresivos del gobierno de Los Estados Unidos y persuadir a este de que no éramos un peligro para su seguridad nacional. Sus argumentos en el juicio son parte de los elementos esgrimidos por ese gobierno para el actual restablecimiento de relaciones entre ambos países. De esa labor nunca recibió pago alguno solo tranquilidad de conciencia. Por sus gestos solidarios con nuestro país, hoy sufre el desdén de su familia más cercana y hace casi 15 años envejece en soledad dentro de unas terribles condiciones carcelarias.

Los revolucionarios y las personas de buena voluntad de todas partes del mundo, especialmente los cubanos, estamos en la obligación de ser solidarios con Ana Belén y pedir su puesta en libertad, porque «amor, con amor se paga».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.