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¿Quiere que Catalunya sea un Estado independiente en forma de república?

Fuentes: Viento Sur

Esta es la pregunta que el gobierno catalán ha prometido someter a referéndum el próximo 1 de octubre. No hay pronósticos suficientemente fiables para saber cual sería el resultado si se tratara de un referéndum normal, aceptado por el gobierno español. Pero no será un referéndum normal, porque el gobierno español está decidido a impedirlo. […]

Esta es la pregunta que el gobierno catalán ha prometido someter a referéndum el próximo 1 de octubre. No hay pronósticos suficientemente fiables para saber cual sería el resultado si se tratara de un referéndum normal, aceptado por el gobierno español.

Pero no será un referéndum normal, porque el gobierno español está decidido a impedirlo. Por eso el desafío fundamental del 1 de octubre no es si habrá más votos Sí que votos No, sino si la decisión del gobierno catalán y la movilización popular impondrán el derecho a decidir y la democracia, o bien si el gobierno español conseguirá impedir la votación con una combinación de amenazas, juicios, represión y fuerza policial. Si hay una votación masiva será un triunfo de la democracia aunque gane el no, porque por esta puerta entrarán nuevos referéndums impuestos por la movilización popular, en Catalunya y otras naciones del Estado. Si el gobierno español consigue impedir la votación y no se genera una impresionante y continuada movilización de protesta, será una derrota para la democracia, dentro y fuera de Catalunya.

Se trata de una batalla estratégica cuyo alcance he explicado en otro artículo. Pero esta batalla incumbe no solo a los catalanes que quieren la independencia, sino a todos los defensores de la democracia, en Catalunya y en todo el Estado. Los independentistas de Catalunya deberían desarrollar una doble campaña: una para impulsar el ejercicio masivo del derecho a decidir en éste referéndum; y otra para que el sí a la pregunta sea mayoritario. Los demócratas de Catalunya (y con más razón si son soberanistas) deberían defender el derecho a decidir el 1 de octubre y acudir a votar en conciencia, frente a la cerrazón y las medidas represivas del gobierno del PP. Y los demócratas del Estado deberían defender el derecho a votar de los catalanes y movilizarse contra la represión del Estado, con más razón si forman parte de una nacionalidad que también reclama el derecho a decidir.

Se acaba el tiempo de tomar decisiones

¿Que probabilidades existen de que las actitudes expuestas anteriormente sean dominantes? Aún no se puede hacer un pronóstico fundamentado, porque las posiciones están todavía en evolución y, de momento, hay noticias buenas, otras no tan buenas y algunas solo se conocerán en los próximos días.

Hoy domingo día 11 a las 12 de la mañana las principales organizaciones independentistas (ANC, Omnium y AMI) han convocado una gran concentración en Montjuïc que dará una primera prueba de su capacidad de movilización y servirá para fijar su orientación en la campaña hacia el 1 de octubre. El lunes a las 8:30 habrá una concentración delante del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para apoyar a Joan Josep Nuet, diputado de CSQP investigado por haber permitido el debate y la votación sobre el referéndum.

Sobre la orientación de la campaña independentista de momento no hay unanimidad. Por ejemplo,Vicent Partal en VilaWeb decía: «Hasta ahora los independentistas hemos tenido que luchar por el derecho de voto de todo el mundo, de los del sí y los del no. Ahora los independentistas hemos de concentrar todos los esfuerzos en la victoria del sí». Pero la CUP está defendiendo la necesidad de una doble campaña: una con todos los que quieren imponer el derecho a votar el día 1 y otra en defensa del sí.

El lunes está previsto que se de a conocer el resultado de la votación de los círculos de Podem sobre las tres opciones a debate:

– desentenderse de cualquier convocatoria sin acuerdo con el gobierno del Partido Popular.

– si este acuerdo y reconocimiento no se da y el Gobierno de la Generalitat convoca una consulta, Podem Catalunya participará de esta convocatoria entendiéndola como un acto de movilización cívica y de empoderamiento social

– a pesar de la negativa del Estado a reconocer el derecho a decidir, hay que ejercerlo de forma soberana, y por lo tanto Podem Catalunya participará de esta convocatoria referendaria, entendiendo que hace falta una participación masiva -del 80 % que en Catalunya cree en el derecho a decidir- para que tenga carácter vinculante.

Después de conocer la fecha y la pregunta Albano Dante Fachín, secretario general de Podem, declaró que no pueden dar la espalda a la exigencia mayoritaria del derecho a decidir y que participarían en el referéndum fuera o no vinculante, porque esto último dependerá de la participación masiva de la gente. Si esta es finalmente la posición de Podem se tratará de un gran paso adelante.

En cambio la posición de Catalunya en Comú sigue siendo de una extrema ambigüedad y no ha abierto todavía un debate en sus bases. Después del anuncio de Puigdemont Xavier Domènech se limitó a reclamar al ejecutivo catalán que explicara «cual era la propuesta real y como pensaba hacer el referéndum». Como dicen Oscar Blanco y Laia Facet en esta misma revista: «un acto de desobediencia y conquista de una soberanía como es el derecho a la autodeterminación no puede frivolizarse ni se puede afrontar poniéndose de perfil y esperando a ver que propone el Govern para sacarle punta»

El martes día 13 Unidos Podemos presentará su moción de censura contra Rajoy y está claro que el anuncio de la fecha y la pregunta del referéndum catalán se han situado en el centro de la actualidad política, al menos tanto como la corrupción; también está claro que, por voluntad política expresa del PP, no es un referéndum pactado y no será legal ni para el gobierno ni para el Tribunal Constitucional. En este punto crucial el PP se ha asegurado el apoyo no solo de Albert Rivera, sino también de Pedro Sánchez, que lo ha considerado un tema de Estado y ha dado el sí a Rajoy. Hasta ahora Iglesias ha calificado el referéndum unilateral como una movilización legítima que no debe ser reprimida y ha repetido en muchas ocasiones que si el fuera presidente defendería un referéndum pactado y vinculante. Cuanto más firme se muestre en estas posiciones más arreciará la campaña mediática en su contra y más dificultará la abstención del PSOE; pero es posible que, además de ERC y Bildu, consiga atraer al PDeCAT. Pero más allá de los votos o las abstenciones debe mostrar si se postula como un presidente demócrata que quiere una alternativa radical al régimen del 78 o como un presidente de compromiso con el mismo.

El sentido del voto en Catalunya

Aunque todavía no se conozca como se resolverán los interrogantes anteriores sí está claro el significado de las actitudes frente al referéndum del próximo 1 de octubre.

Los defensores de la abstención activa o el boicot van a ser las direcciones de PP, Cs y PSC y sus apoyos mediáticos. Para ellos la democracia debe supeditarse la interpretación de la legalidad que están imponiendo el PP y el Tribunal Constitucional y, en consecuencia, la represión de los desobedientes estará justificada.

Los que van a ir a votar, tanto si depositan la papeleta del sí, como la del no o cualquier otra, van a ser los defensores activos de la democracia y del derecho a decidir, de la legalidad aprobada por Parlament de Catalunya. Serán los que están de acuerdo en aceptar el resultado tanto si es un sí como un no, pero que no están dispuestos a que les impidan votar.

Los que votarán por la independencia serán solo una parte de este último grupo, sin que sea posible prever si serán mayoría o no. No todos ellos quieren la independencia como solución definitiva; algunos la ven como un paso necesario para una federación o confederación en condiciones de igualdad. Otros, simplemente, consideran el voto afirmativo como la mejor manera de echar abajo el régimen del 78 y de abrir un proceso constituyente en Catalunya y el Estado. Muchos de los que votarán afirmativamente no son nacionalistas, sino internacionalistas; y desde luego no están dispuestos a servir de muleta al PDeCAT, sino que son defensores activos de un proceso constituyente popular y de un plan de choque de medidas sociales que revierta los estragos de las políticas neoliberales sobre las clases populares. Entre estos muchos estaré yo.

PD: 11/06/2017/14 h Montjuïc: 1 a 0 a favor del referéndum, por gente, contenido y entusiasmo. Votaremos!

Fuente: http://www.vientosur.info/spip.php?article12690#sthash.KZWb9nEi.dpuf

Esta es la pregunta que el gobierno catalán ha prometido someter a referéndum el próximo 1 de octubre. No hay pronósticos suficientemente fiables para saber cual sería el resultado si se tratara de un referéndum normal, aceptado por el gobierno español.

Pero no será un referéndum normal, porque el gobierno español está decidido a impedirlo. Por eso el desafío fundamental del 1 de octubre no es si habrá más votos Sí que votos No, sino si la decisión del gobierno catalán y la movilización popular impondrán el derecho a decidir y la democracia, o bien si el gobierno español conseguirá impedir la votación con una combinación de amenazas, juicios, represión y fuerza policial. Si hay una votación masiva será un triunfo de la democracia aunque gane el no, porque por esta puerta entrarán nuevos referéndums impuestos por la movilización popular, en Catalunya y otras naciones del Estado. Si el gobierno español consigue impedir la votación y no se genera una impresionante y continuada movilización de protesta, será una derrota para la democracia, dentro y fuera de Catalunya.

Se trata de una batalla estratégica cuyo alcance he explicado en otro artículo. Pero esta batalla incumbe no solo a los catalanes que quieren la independencia, sino a todos los defensores de la democracia, en Catalunya y en todo el Estado. Los independentistas de Catalunya deberían desarrollar una doble campaña: una para impulsar el ejercicio masivo del derecho a decidir en éste referéndum; y otra para que el sí a la pregunta sea mayoritario. Los demócratas de Catalunya (y con más razón si son soberanistas) deberían defender el derecho a decidir el 1 de octubre y acudir a votar en conciencia, frente a la cerrazón y las medidas represivas del gobierno del PP. Y los demócratas del Estado deberían defender el derecho a votar de los catalanes y movilizarse contra la represión del Estado, con más razón si forman parte de una nacionalidad que también reclama el derecho a decidir.

Se acaba el tiempo de tomar decisiones

¿Que probabilidades existen de que las actitudes expuestas anteriormente sean dominantes? Aún no se puede hacer un pronóstico fundamentado, porque las posiciones están todavía en evolución y, de momento, hay noticias buenas, otras no tan buenas y algunas solo se conocerán en los próximos días.

Hoy domingo día 11 a las 12 de la mañana las principales organizaciones independentistas (ANC, Omnium y AMI) han convocado una gran concentración en Montjuïc que dará una primera prueba de su capacidad de movilización y servirá para fijar su orientación en la campaña hacia el 1 de octubre. El lunes a las 8:30 habrá una concentración delante del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para apoyar a Joan Josep Nuet, diputado de CSQP investigado por haber permitido el debate y la votación sobre el referéndum.

Sobre la orientación de la campaña independentista de momento no hay unanimidad. Por ejemplo,Vicent Partal en VilaWeb decía : «Hasta ahora los independentistas hemos tenido que luchar por el derecho de voto de todo el mundo, de los del sí y los del no. Ahora los independentistas hemos de concentrar todos los esfuerzos en la victoria del sí». Pero la CUP está defendiendo la necesidad de una doble campaña: una con todos los que quieren imponer el derecho a votar el día 1 y otra en defensa del sí.

El lunes está previsto que se de a conocer el resultado de la votación de los círculos de Podem sobre las tres opciones a debate:

– desentenderse de cualquier convocatoria sin acuerdo con el gobierno del Partido Popular.

– si este acuerdo y reconocimiento no se da y el Gobierno de la Generalitat convoca una consulta, Podem Catalunya participará de esta convocatoria entendiéndola como un acto de movilización cívica y de empoderamiento social

– a pesar de la negativa del Estado a reconocer el derecho a decidir, hay que ejercerlo de forma soberana, y por lo tanto Podem Catalunya participará de esta convocatoria referendaria, entendiendo que hace falta una participación masiva -del 80 % que en Catalunya cree en el derecho a decidir- para que tenga carácter vinculante.

Después de conocer la fecha y la pregunta Albano Dante Fachín, secretario general de Podem, declaró que no pueden dar la espalda a la exigencia mayoritaria del derecho a decidir y que participarían en el referéndum fuera o no vinculante, porque esto último dependerá de la participación masiva de la gente. Si esta es finalmente la posición de Podem se tratará de un gran paso adelante.

En cambio la posición de Catalunya en Comú sigue siendo de una extrema ambigüedad y no ha abierto todavía un debate en sus bases. Después del anuncio de Puigdemont Xavier Domènech se limitó a reclamar al ejecutivo catalán que explicara «cual era la propuesta real y como pensaba hacer el referéndum». Como dicen Oscar Blanco y Laia Facet en esta misma revista: «un acto de desobediencia y conquista de una soberanía como es el derecho a la autodeterminación no puede frivolizarse ni se puede afrontar poniéndose de perfil y esperando a ver que propone el Govern para sacarle punta»

El martes día 13 Unidos Podemos presentará su moción de censura contra Rajoy y está claro que el anuncio de la fecha y la pregunta del referéndum catalán se han situado en el centro de la actualidad política, al menos tanto como la corrupción; también está claro que, por voluntad política expresa del PP, no es un referéndum pactado y no será legal ni para el gobierno ni para el Tribunal Constitucional. En este punto crucial el PP se ha asegurado el apoyo no solo de Albert Rivera, sino también de Pedro Sánchez, que lo ha considerado un tema de Estado y ha dado el sí a Rajoy. Hasta ahora Iglesias ha calificado el referéndum unilateral como una movilización legítima que no debe ser reprimida y ha repetido en muchas ocasiones que si el fuera presidente defendería un referéndum pactado y vinculante. Cuanto más firme se muestre en estas posiciones más arreciará la campaña mediática en su contra y más dificultará la abstención del PSOE; pero es posible que, además de ERC y Bildu, consiga atraer al PDeCAT. Pero más allá de los votos o las abstenciones debe mostrar si se postula como un presidente demócrata que quiere una alternativa radical al régimen del 78 o como un presidente de compromiso con el mismo.

El sentido del voto en Catalunya

Aunque todavía no se conozca como se resolverán los interrogantes anteriores sí está claro el significado de las actitudes frente al referéndum del próximo 1 de octubre.

Los defensores de la abstención activa o el boicot van a ser las direcciones de PP, Cs y PSC y sus apoyos mediáticos. Para ellos la democracia debe supeditarse la interpretación de la legalidad que están imponiendo el PP y el Tribunal Constitucional y, en consecuencia, la represión de los desobedientes estará justificada.

Los que van a ir a votar, tanto si depositan la papeleta del sí, como la del no o cualquier otra, van a ser los defensores activos de la democracia y del derecho a decidir, de la legalidad aprobada por Parlament de Catalunya. Serán los que están de acuerdo en aceptar el resultado tanto si es un sí como un no, pero que no están dispuestos a que les impidan votar.

Los que votarán por la independencia serán solo una parte de este último grupo, sin que sea posible prever si serán mayoría o no. No todos ellos quieren la independencia como solución definitiva; algunos la ven como un paso necesario para una federación o confederación en condiciones de igualdad. Otros, simplemente, consideran el voto afirmativo como la mejor manera de echar abajo el régimen del 78 y de abrir un proceso constituyente en Catalunya y el Estado. Muchos de los que votarán afirmativamente no son nacionalistas, sino internacionalistas; y desde luego no están dispuestos a servir de muleta al PDeCAT, sino que son defensores activos de un proceso constituyente popular y de un plan de choque de medidas sociales que revierta los estragos de las políticas neoliberales sobre las clases populares. Entre estos muchos estaré yo.

PD: 11/06/2017/14 h Montjuïc: 1 a 0 a favor del referéndum, por gente, contenido y entusiasmo. Votaremos!

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