En 1994 el pueblo sudáfricano elegió masivamente a Nelson Mandela como presidente de Sudáfrica. El triunfo del Congreso Nacional Africano (CNA) fue histórico, derrotó al apartheid mediante un movimiento de masas, logró una transición pacífica, marcó un hito en la descolonización y cambio la geopolítica del continente. En ese momento el CNA disponía del futuro […]
En 1994 el pueblo sudáfricano elegió masivamente a Nelson Mandela como presidente de Sudáfrica. El triunfo del Congreso Nacional Africano (CNA) fue histórico, derrotó al apartheid mediante un movimiento de masas, logró una transición pacífica, marcó un hito en la descolonización y cambio la geopolítica del continente. En ese momento el CNA disponía del futuro del país y surgieron grandes expectativas.
Pero Sudáfrica no cambió tanto como debía. 24 años después continúa la desigualdad económica y la delincuencia es tan grave que genera temor incluso en los centros comerciales de lujo. De acuerdo a la Dra. Hilda Varela, en su texto regoido en Sudáfrica post-Apartheid , (México, UAM, 2017) la explicación radica en la genesis de una élite económica negra que se desconectó los movimientos de masas y se convirtió en parte de los poderes fácticos que desafían a las instituciones democráticas. Para Hilda Varela: en 1994 cuando el CNA congregó la amplia alianza que dirigió la transición concurrieron varios fenómenos que debilitaron su espiritu revolucionario: un grupo de empresarios coptó a sectores importantes del CNA, muchos dirigentes se corrompieron ción de muchos dirigentes y la dirección de alejó de las organizaciones de masas. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional condicionó el apoyo internacional al establecimiento de un gobierno market-friendly .
Zuma y Ramaphosa: Revolucionarios convertidos en patrones
El 13 de febrero de 2018 el CNA «decidió [apartar de sus filas] al militante, camarada Jacob Zuma, de acuerdo a la regla 12.2.21.2 de la constitución del CNA» por las diversas críticas a la gestión de su gobierno. Zuma encarnó la deformación del CNA, actualmente es acusado de lavado de dinero debido a una compra de armas que realizó su administración por 2.5 billones de dólares. Capturó el estado para beneficio de la familia Gupta (inversionistas millonarios de sudáfrica), loque le valió el mote de Zupta. Renunció a impulsar la reforma agraria e incluso benefició aún más a los terratenientes blancos. Desvió fondos públicos para construir una manción llamada Nkandla. El colmo vino cuando perdonó al torturador y asesino Eugene de Kock, a quien se le concedió la libertad en 2015.
El jueves 15 de febrero de 2018, Cyril Ramaphosa tomó posesión como nuevo presidente de Sudáfrica. Fue fundador y posteriormente Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros. Durante su gestión la organización pasó de 6 mil a 300 mil intergantes. Participó en la Convención Democrática de Sudáfrica en las negociaciones multipartidistas que discutieron la transición. Fue muy cercano a Mandela y era su favorito para sucederlo como mandatario. Perdió el juego sucesorio frente Tabo Mbeki y se alejó de la política. Ingresó al mundo de los negocios, en la empresa New Africa Investment Limited. En 2001 creó Shanduka Investment Group, actualmente llamado Cyril Ramaphosa Fundation. Ha recibido doctorados honoris causa de las unviersidades sudafricanas Natal, Porth Ellizabeth, Cape Town, Leshoto, Benda y de la estadounidense Massachussetts.
Ramaphosa estuvo vinculado a la represión a la huelga de la mina Marikana propiedad de la empresa británica Lonmins en la que perdieron la vida 34 trabajadores. Ramaphosa tenía una empresa minera llamada Shanduka que era activista minoritaria de Lonmin. El 15 de agosto de 2012, un día antes de la masacre, Ramaphosa intercambió varios correos con la junta directiva de Lonmin planteando la necesidad de resolver la huelga mediante el uso de la mano dura, en uno de ellos, aseguró que el entonces jefe de la policía Nathi Mthethwa tomaría cartas en el asunto.
La formación de un bloque geopolítico sudafricano
Como flamante presidente Ramaphosa realizó una gira los días 2 y 3 de marzo por Botswana, Angola y Namibia y se reunió con sus respectivos presidentes, Lt Gen Seretse Khama Ian Khama, Joao Lourenço y Hage Geingob. Discutió con ellos sobre el relanzamiento de la Comunidad para el Desarrollo de Sudáfrica, la cual incluye a 16 naciones, entre las que se encuentran: Tanzania, República Democratica del Congo, Congo Brazzaville, Mozambique, Zambia, Zimbabwe, Mauritius, Lesotho, Seychelles, Swazilandia y Madagascar. Durante su estancia en Botswana, discutió asuntos de seguridad sobre la situación en República del Congo, Leshoto y Madagascar. La ONU mantiene actualmente una misión de paz en República Democrática del Congo, destinada a garantizar la estabilidad del gobierno, y mantener el cese al fuego firmado en 1999, entre el gobierno (apoyado por Angola, Namibia y Zimbabwe y el grupo que busca su caída y es apoyado por Rwanda y Uganda. En Namibia, discutió temas similares con énfasis en los probelmas del Congo. Namibia fue colonia alemana a partir de 1883. La Liga de las Naciones la puso bajo protectorado de Sudáfrica. El gobierno de ese país le impuso el Apartheid. El 0.2% de la población poseía el 74% de la superficie arable. Obtuvo su independencia respecto a Sudáfrica, el 21 de marzo de 1990 tras a guerra de Namibia, mediante una negociación en la que participaron, Sudáfrica, Angola y Cuba.
Los estudiantes sudafricanos derrotan el racismo y el clasismo
El 16 de diciembre de 2017 los estudiantes sudafricanos lograron abolir las cuotas para los estudiantes proletarios. De acuerdo al diario Umsebenzi , órgano del Partido Comunista de Sudáfrica, el movimiento estudiantil que coreo durante años: «las cuotas deben caer», logró una victoria histórica el 16 de diciembre de 2017, cuando Jacob Zuma, que todavía era presidente, declaró la abolición de cuotas para trabajadores y estudiantes pobres. En la era post-apartheid la inversión gubernamental en educación superior se redujo a un 35% mientras la privada alcanzó el 65& lo que hizo que los estudiantes negros dependieran de la filantropía del capital blancos. El movimiento estudiantil fue inicalmente enfrentado con la fuerza bruta. La revuelta estudiantil incluyó varias ciudades: Wits Cape Town, Rodhes y Tuureis. De acuerdo a Buti Manamela , quien fue dirigente de la Liga de Estudiantes Comunistas y actualmente es Ministro de Educación Superior «la voz-hippie de los jóvenes sudáfricanos resonó en la población que se volcó a apoyarlos». La lucha de los estudiantes por descolonizar la educación tiene una larga historia. Otro ejemplo de logros estudinatiles ocurrió en 2015 cuando el movimiento de «Rhodes (1853-1902) debe caer» logró remover la estatua del arquitecto del imperio británico en Sudáfrica y fundador de una gigantesca empresa de diamantes, universidad de Cape Town emblema del racismo en las universidades.
El corazón de las tinieblas, la novela sobre el Congo, de Josep Conrad, habla de la la explotación de los mineros. El trabajo sudafricano forma parte fundamental de la economía del siglo XXI. Las luchas y la dignidad de sus trabajadores forman parte de la historia universal.
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