Unos doscientos inmigrantes, la mitad procedente del África subsahariana (Costa de Marfil, Congo, Nigeria, Gambia y Camerún) y el resto de Pakistán y Bangladesh, están detenidos en condiciones infrahumanas en el campamento militar de Nador, ciudad del norte de Marruecos fronteriza con Melilla. Varios de ellos llevan dos semanas allí. Uno de los grupos, procedente […]
Unos doscientos inmigrantes, la mitad procedente del África subsahariana (Costa de Marfil, Congo, Nigeria, Gambia y Camerún) y el resto de Pakistán y Bangladesh, están detenidos en condiciones infrahumanas en el campamento militar de Nador, ciudad del norte de Marruecos fronteriza con Melilla. Varios de ellos llevan dos semanas allí. Uno de los grupos, procedente de las continuas redadas en los montes próximos a la colonia española, cuenta con muchos heridos graves, varios de ellos con las piernas partidas.
Comunicar con los inmigrantes es prácticamente imposible, ya que los registran hasta la saciedad para evitar que puedan tener contactos telefónicos, hecho que les ha salvado la vida a muchos de ellos en anteriores ocasiones.
La situación por la que atraviesan estas personas es de pánico al no entender qué va a pasar con ellos y si esa detención es previa a la repatriación a los países de origen. Muchos tienen en su cabeza la imagen de las deportaciones al desierto y esto les provoca una ansiedad constante que hace empeorar su estado de salud.
«Si hablas te pegan, eso es lo que te dan como respuesta. Estamos poco a poco todos cayendo enfermos, desde ayer he comido medio pan con un huevo. Ayer fue fin de año, hoy es año nuevo, nuestra fiesta ha estado llena de golpes y sufrimiento. Sólo queremos saber qué van a hacer con nosotros y porqué este maltrato».
Aún sin verificación total, parece ser que entre los detenidos hay demandantes de asilo. Hasta el momento procedentes de Costa de Marfil y de la república democrática del Congo.