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Relaciones entre España y Marruecos, el cinismo de la razón de Estado al servicio del expansionismo marroquí

Fuentes: TSA

Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

La mejora de las relaciones hispano-marroquíes en los últimos años, favorecida por una convergencia de intereses afines aunque cuestionables en los ámbitos de seguridad y económico, no deja de tener consecuencias para la causa saharaui, que nunca se había visto tan perjudicada por el reiterado y grave incumplimiento por parte de Madrid de sus responsabilidades jurídicas, políticas, morales e históricas.

El exministro [español] de Asuntos Exteriores y nuevo Alto Representante de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, desempeñó y sigue desempeñando un papel fundamental en esta empresa en la que ahora parecen oportunos todos los golpes bajos. Veamos en qué sentido.

Estamos muy lejos del agitado capítulo de las relaciones hispano-marroquíes que marcó los primeros años del reinado de [el actual rey de Marruecos] Mohamed VI, particularmente el verano de 2002 en el que dentro de la Operación Romeo Sierra se produjo el desembarco de comandos españoles en el islote de Perejil (situado a 250 metros de la costa marroquí). En unas horas fueron hechos prisioneros todos los cadetes de la marina marroquí y la Legión española retomó la isla.

El “majzén”* reprimió rápidamente este episodio humillante y traumático, y ha llovido mucho desde que Madrid encontró en este socio interesado una salida para sus empresas con vistas a digerir mejor una crisis que sigue afectando a su economía (desde 2014 España es el principal socio comercial de Marruecos), un aliado “demográfico” en la gestión interna de las veleidades independentistas catalanas (los marroquíes son la primera comunidad extranjera en Cataluña) y un socio en cuestiones de seguridad, especialmente en todo lo relacionado con la inmigración clandestina, la lucha contra el tráfico de drogas y la amenaza terrorista. ¡Un reto tan sorprendente como enigmático para un país que año tras años sigue siendo el primer exportador mundial de hachís y el principal proveedor de grupos terroristas transnacionales!

Aunque esta mejora de las relaciones hispano-marroquíes se inició bajo un gobierno dirigido por el Partido Popular de Mariano Rajoy (a modo de ejemplo, el monarca español fue el único jefe de Estado que se desplazó a Marruecos en 2014), esta tendencia se ha acentuado bajo el actual ejecutivo encabezado por el socialista Pedro Sánchez, que llegó incluso a publicar un artículo de opinión en la prensa local con motivo del vigésimo aniversario del reinado de Mohamed VI el 30 de julio de 2019 y en el que atribuía a su gobierno el mérito de haber logrado que se adoptaran nuevos acuerdos ilegales (agrícola y pesquero) entre Marruecos y la Unión Europea en los que se incluía el territorio del Sáhara Occidental, haber participado activamente en la reanudación de las negociaciones destinadas a establecer una “asociación euro-marroquí de prosperidad compartida” y haber logrado desbloquear a favor de Marruecos un presupuesto adicional de 140 millones de euros con cargo al Fondo Fiduciario de Emergencia para África de la Unión Europea.

Las puñaladas traperas orquestadas por Madrid (con la implicación activa de Francia) contra la causa saharaui y la legalidad internacional se han multiplicado en los últimos años para a servir los intereses del Estado marroquí, que no hace ascos a utilizar su capacidad para dañar ni a desempeñar oportunamente y sin escrúpulos el papel de espantapájaros de la avalancha migratoria con vistas a facilitar la obtención de concesiones por parte de los dirigentes españoles.

Este es el contexto en el que el Ministerio de Asuntos Exteriores español había hecho todo lo posible para anular un encuentro de apoyo al Frente Polisario previsto en la sede del Parlamento español con motivo de la 44º Conferencia Europea de Apoyo y Solidaridad con el Pueblo Saharaui (EUCOCO), celebrada los días 22 de 23 noviembre de 2019 en Vitoria-Gasteiz, en España.

Este departamento ministerial había indicado entonces en un informe dirigido al hemiciclo español que “toda acción de los poderes públicos destinada a apoyar las reivindicaciones de la RASD o del Frente Polisario podría tener unos efectos inmediatos sobre las relaciones bilaterales (con Marruecos) con su corolario de impacto en el interés general”.

Más tarde, el 27 de noviembre, este mismo departamento actualizó una alerta a los viajeros (que no se había cambiado desde 2013) que desaconseja a los ciudadanos españoles viajar a los campos de refugiados saharauis cerca de Tindouf. La actualización hacía referencia a fuentes extranjeras “fiables” según las cuales “en un futuro cercano” se iban a producir ataques terroristas y secuestros de españoles en dichos campos, razón por la cual se exhortaba a los ciudadanos españoles a no viajar a los campamentos y a quienes ya estaban allí a marcharse “lo antes posible”.

Resultó que el objetivo de esta maliciosa y malintencionada información falsa, alimentada tras el encuentro entre el ministro Borrell y su colega de Defensa con el ministro de Asuntos Exteriores marroquí Nasser Bourita, era interferir en tres acontecimientos muy importantes para el Frente Polisario (la 44º EUCOCO los días 22 y 23 de noviembre de 2019, 15º Congreso del Frente Polisario del 19 al 25 de diciembre de 2019 y un programa de visitas navideñas de familias españolas a los campamentos saharauis). Esta falsa alerta, que fue desmentida por Argelia y la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO), no impidió a más de 500 simpatizantes españoles acudir a los campos durante el congreso de finales de año.

Otra prueba de esta “conciliación extrema” (por no decir sumisión) respecto a Marruecos es la “convicción” de los funcionarios españoles de que la delimitación unilateral por parte de Marruecos de las fronteras marítimas para englobar el espacio marítimo del Sáhara Occidental se “resolverá por medios bilaterales”. En su visita a Marruecos el pasado 24 de enero la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, declaró incluso que “se trata de una decisión soberana. Marruecos tiene derecho a tener su propia zona económica exclusiva”, al tiempo que aludía de pasada a la causa saharaui en una rueda de prensa sin citar el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.

Esto supone un grave precedente en el vocabulario de la diplomacia española que el presidente del Gobierno había sentado anteriormente ante la Asamblea General de las Naciones Unidas cuando defendió la idea de una solución política para la cuestión saharaui. Al hacerlo, se convirtió en el primer presidente del gobierno español que eliminaba de su vocabulario los términos “referéndum” y “autodeterminación”.

Con todo, esta serie de concesiones a Marruecos no ha preservado a España de la diplomacia “errática y bipolar” de su vecino meridional bajo el reino de un monarca conocido por su hosca imprevisibilidad, como cuando cerró voluntariamente los ojos a la entrega a Ceuta de cientos de emigrantes clandestinos tras el incidente en el que la Guardia Civil había controlado su yate en aguas españolas en el verano de 2014.

Más recientemente las autoridades marroquíes decidieron cortar el suministro de pescado fresco a Ceuta en represalia por la participación del padre del dirigente rifeño Nasser Zefzafi en una conferencia sobre la situación en el Rif organizada el 26 de enero de 2020 en el Parlamento de Andalucía.

Por último, la ruptura de España con su postura tradicional de cuidar sus intereses de política exterior respecto a Marruecos y, al mismo tiempo, evitar enemistarse con gran parte de la opinión pública española favorable a la causa saharaui tropieza con la subida de tono de las autoridades canarias y la entrada en el gobierno central del partido prosaharaui Podemos.

Esta ruptura tampoco resiste al muy constatado hecho de que, según una encuesta del Centro Español de Investigaciones Sociológicas (encargada por el Instituto Español de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa), se sigue considerando a Marruecos el “primer enemigo” de España.


* Nota de la T: Según el Diccionario de islam e islamismo, de Luz Gómez García, “majzén” es “el entramado semifeudal marroquí heredado del sultanato (siglo XVI-XIX), que agrupa los intereses económicos y políticos delos cortesanos”.


Abdallah B. es exdiplomático.

Fuente: https://www.tsa-algerie.com/espagne-maroc-le-cynisme-et-la-raison-detat-au-service-de-lexpansionnisme-marocain/


Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.