En imagen de hace unos días, migrantes esperan en La Joya, Texas, luego de haber cruzado el Río Bravo, que llegue el autobús de la patrulla fronteriza que los regresará a México. En este contexto, un informe de Doctores por Derechos Humanos confirmó que niños y padres separados en la frontera –algunos de menos de un año de edad– durante la política de «cero tolerancia» del expresidente Donald Trump, están mostrando señales de trauma sicológico severo y trastornos mentales.
Un informe emitido la semana pasada por Doctores por Derechos Humanos confirma que niños y padres separados a la fuerza en la frontera México-Estados Unidos –más de 5 mil menores, algunos menos de un año de edad mientras mil 727 de ellos aún no han sido reunificados con sus familias– bajo la política de cero tolerancia de Trump están mostrando señas de trauma sicológico severo y trastornos mentales (https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0259576). ¿Alguien, el expresidente, el arquitecto de su brutal programa Stephen Miller, y los cómplices en el gabinete, tendrán que rendir cuentas ante esta violacion fundamental de derechos humanos?
Washington ha desplegado sus fuerzas armadas en el extranjero cientos de veces desde 1798 al presente (https://sgp.fas.org/crs/natsec/R42738.pdf); y esto no incluye las innumerables ocasiones en que se han realizado intervenciones y acciones clandestinas. Aunque casi todas estas acciones fueron proclamadas en nombre de la democracia, muchas violaron los principios democráticos e incluso aniquilaron expresiones democráticas. ¿Pero algún comandante en jefe, gabinete o jefes militares que fueron obligados a rendir cuentas para estas acciones y los crímenes de guerra que se cometieron incluyendo tortura, asesinato de civiles, destrucción de hospitales y escuelas y más?
Sin rendir cuentas por los actos ilegales y hasta terroristas de Estados Unidos contra Cuba a lo largo de más de medio siglo, el canciller y el equipo de política exterior de Washington siguen pretendiendo en público que su obsesión con el cambio de régimen en esa isla tiene que ver con principios democráticos, o afirmando que les importa el proceso electoral democrático en Honduras sin mencionar su apoyo del golpe de Estado ahí durante le gobierno de Barack Obama. No se le ocurre que su autoridad moral es nula sobre el asunto de la democracia justo por no rendir cuentas sobre su historia de intervenciones, apoyo a golpes de Estado y asesinatos políticos de líderes democráticos.
Tal vez el fraude financiero más grande de la historia hizo estallar la economía en Estados Unidos en 2007-2008, con la peor recesión desde la Gran Depresión y todas sus consecuencias sociales. Nadie ha rendido cuentas; ningún banquero fue enviado a la cárcel.
Expertos calculan que casi medio millón de personas en Estados Unidos (entre ellos muchos inmigrantes) perecieron innecesariamente durante el primer año de la pandemia por la irresponsabilidad de los políticos en la respuesta a la pandemia. ¿Quién rendirá cuentas?
Una amplia y creciente gama de políticos, intelectuales, militares y hasta empresarios han estado sonando la alarma de que la democracia estadunidense está en jaque. Un relator especial de la oficina de derechos humanos de la ONU concluyó que en Estados Unidos se está minando la democracia con medidas en varios estados buscando suprimir el voto de las minorías. Otro informe, del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral concluyó que la democracia estadunidense está en retroceso al señalar un deterioro visible de los ideales democráticos con la disputa de resultados electorales legítimos, esfuerzos para suprimir participación electoral y actos de represión oficial contra protestas, entre otros factores. ¿Quiénes rendirán cuentas por sofocar la propia democracia en casa?
Sin rendición de cuentas no hay democracia, afirma Estados Unidos cada vez que enjuicia la política de otros países. ¿Pero aplica lo mismo para sí mismo?
“…. toda la gente equivocada está en la cárcel y toda la gente equivocada está fuera de la cárcel, toda la gente equivocada está en el poder y toda la gente equivocada está fuera del poder”, escribió el historiador Howard Zinn, afirmando que eso persiste porque nuestro problema es la obediencia civil frente a tanta injusticia. Ante ello, argumentó, a veces se requiere la desobediencia civil justo para obligar que el poder rinda cuentas y con ello defender esa esencia de la democracia.
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/11/29/opinion/033o1mun#texto