Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Rocío Anguiano
Entrevista realizada por ARI (Agencia Ruandesa de Información) y MENA (MEtula News Agency) y publicada el 22 de diciembre de 2006.
La Comisión Mucyo tiene pruebas que permiten llevar a altos cargos franceses ante la justicia internacional (1). Del 11 al 19 de diciembre de 2006, la comisión ruandesa que investiga el papel de Francia en el genocidio de los tutsis de 1994 en Ruanda ha escuchado a 35 testigos durante la segunda fase de audiencias públicas y ha realizado una visita a la antigua prefectura de Kibuye, concretamente a Gishyita y Bisesero, siguiendo las huellas de la operación Turquesa.
Al final de esta importante fase del trabajo de dicha comisión, su presidente Jean de Dieu Mucyo, ex ministro de Justicia, concedió una entrevista en exclusiva a dos agencias asociadas que han seguido de cerca su trabajo. Se trata de la agencia Mena (MEtula News Agency) y de la agencia ARI-RNA (Agencia Ruandesa de Información/Ruanda News Agency).
ARI: ¿Qué importancia tienen estos testimonios frente a los de la primera fase?
Jean de Dieu Mucyo: En la fase anterior se trataba de testigos de contexto que hablaban de forma más general. Ahora hemos podido saber lo que pasó en realidad. Esto nos permite tener una visión global, así como confrontar esas declaraciones con lo que hemos visto realmente sobre el terreno.
ARI: ¿Cuál es ahora la siguiente etapa?
Jean de Dieu Mucyo: Vamos a redactar, pero también vamos a seguir escuchando testimonios, aunque no se hagan públicos. Viene mucha gente a hablar con nosotros. Hoy, por ejemplo, hay gente aquí a la que oiré cuando acabe esta entrevista. Por lo que se refiere a los archivos, el trabajo también continúa. Quizás tengamos que abrir una nueva sesión de audiencias públicas.
La Mena: ¿Todavía no sabe si serán necesarias nuevas audiencias públicas?
Jean de Dieu Mucyo: No, todavía no. Actualmente estamos en contacto con gente, sobre todo extranjeros.
ARI: Dado que la Comisión que usted dirige solo investiga el papel de Francia en el genocidio, su informe se puede considerar como un capítulo dentro del conjunto del genocidio. ¿No sería posible pedir que su mandato se amplíe a todo el genocidio y no solo al papel que tuvo Francia en él?
Jean de Dieu Mucyo: No, la ley, tal y como establecen los artículos 4 y 5, se refiere al papel de Francia antes, durante y después del genocidio. Por lo tanto, creo que primero debemos acabar nuestro trabajo.
ARI: No le pedimos que cambie hoy el mandato de la Comisión. Es una sugerencia para las recomendaciones de su informe. Es algo que la gente pide. Dicen que muchos países como Francia, Bélgica, pero también algunos organismos internacionales como la ONU o la Unión Africana, ya han realizado su informe sobre el genocidio. En cambio, Ruanda todavía no ha llevado a cabo esa tarea. Está bien que se haga una investigación sobre lo que hizo Francia, pero eso es solo un capítulo. ¿No se podría recomendar que Ruanda hiciera un trabajo global?
Jean de Dieu Mucyo: Sí, creo que sería muy interesante, porque si ya conocemos la verdad sobre lo que hizo Francia, también es importante para todos los ruandeses y sobre todo para cualquiera que quiera conocer la verdad, saber lo que pasó globalmente.
ARI: ¿Cree que podría sugerirlo en las conclusiones de su informe?
Jean de Dieu Mucyo: Sí. Lo estudiaremos en la Comisión. Para mí es muy importante.
La Mena: Una pregunta respecto a la metodología de la Comisión. En numerosas ocasiones, he podido observar que pedía a los testigos que fueran más precisos. O bien detectaba contradicciones y volvía a escucharlos con el fin de valorarlas. Tengo la impresión de que desde el principio esta Comisión tenía una metodología muy precisa para aportar pruebas. ¿Puede describir la forma en que esta metodología se organizó previamente?
Jean de Dieu Mucyo: Sabe, hace mucho que trabajo en el campo de la justicia. Fui director de la policía, a continuación Ministro de Justicia, y después Fiscal General. En los Gacacas (2) también hay gente que habla. Doce años después, hay veces que lo que han escuchado, dicen que lo han visto. Por eso insistía siempre en las audiencias de la Comisión en que había que ser muy preciso. «¿Qué ha visto, qué le han contado? ¿Si se lo han contado quién ha sido?» Para llegar a ese testimonio que yo llamaría primario, para conocer la verdad hay que llegar hasta el testigo que ha visto y después, si es posible, confrontar sus declaraciones con las de otros testigos. Para nosotros lo esencial es la verdad.
La Mena: ¿Cuál es la continuación jurídica que piensa darle a esta Comisión? En la prensa se han oído voces contradictorias que dicen que algunos políticos o altos cargos franceses podrían ser llevados ante un tribunal de justicia internacional. ¿Es lo que, en un momento dado, piensa hacer si dispone de los medios necesarios? ¿Este asunto tendrá consecuencias jurídicas?
Jean de Dieu Mucyo: Según la ley orgánica que puso en marcha la Comisión, nosotros establecemos la verdad y después entregamos el informe a su Excelencia el Presidente de la República, con copia para el Senado, la Cámara de los Diputados, el Gobierno y el Tribunal Supremo. Todo ello con unas recomendaciones. Luego, son ellos los que deciden.
La Mena: Voy a plantear la pregunta de otra forma. Sin hablar de la decisión que tomen las autoridades ruandesas, según su competencia en el campo jurídico: ¿hay pruebas para llevar a altos cargos franceses ante un tribunal de justicia internacional?
Jean de Dieu Mucyo: Si, sí. Hay varias pruebas.
La Mena: De acuerdo. Es decir que hoy, teniendo en cuenta que a la Comisión todavía le queda la labor de analizar todos estos testimonios, usted ya sabe que desde el punto de vista jurídico es totalmente posible. ¿Es eso lo que acaba de decir?
Jean de Dieu Mucyo : He dicho que es posible, pero la decisión la tomaran las autoridades correspondientes.
ARI: ¿Por qué eligió Bisesero para la inspección sobre el terreno cuando los testigos han hablado también de Murambi y de otros sitios en Gikongoro y Cyangugu?
Jean de Dieu Mucyo: Hemos empezado por Bisesero porque allí se asesinó a mucha gente. También en otras partes pasó lo mismo, pero en Bisesero, los franceses llegaron, vieron, observaban todo lo que allí pasaba, tenían helicópteros…Queríamos confrontar lo que nos han dicho con la realidad sobre el terreno.
ARI: Según algunos artículos publicados en la prensa francesa, la comisión inició la segunda fase de las audiencias tras la publicación de la orden del juez Bruguière (3). Eso sugiere que ustedes actuaron como una reacción ante ello. ¿Qué responde a eso?
Jean de Dieu Mucyo: No, ya estaba programado. Al principio, durante la primera fase, se dijo que la segunda fase tendría lugar en noviembre-diciembre. Por lo tanto, no hay ninguna relación con la decisión del juez Bruguière.
ARI: ¿No está su trabajo un tanto inmerso en la polémica sobre las relaciones franco-ruandesas que ha dominado la actualidad?
Jean de Dieu Mucyo: Creo que es una estrategia de los franceses porque ya habíamos realizado la primera fase y anunciado la segunda. La emisión de esas órdenes se produjo precisamente en ese intervalo. Por lo tanto, sabían que iba a iniciarse la segunda fase. Creo que lo hicieron adrede.
La Mena: Me gustaría abrir un paréntesis sobre al caso Guy Theunis. ¿No le correspondía como Ministro de Justicia el traslado del caso de ese «padre blanco» (4)?
Jean de Dieu Mucyo: Sé de qué me habla. En ese momento yo era Fiscal General. Los traslados son cosa del Ministro de Justicia.
Le Mena: Siempre desde el punto de vista de su experiencia. El caso Guy Theunis en dos palabras es un padre blanco que comparece ante los Gacacas y después de que el tribunal popular decidiera situarlo en la categoría máxima de los planificadores del genocidio, ve cómo se lleva su caso ante la justicia convencional. Después de unas negociaciones entre Bélgica y Ruanda, Bélgica consigue la extradición del sacerdote a Bruselas, tras garantizar al juez del Tribunal Supremo ruandés, Tharcisse Karugarama, que la fiscalía belga iniciaría un procedimiento judicial contra Theunis. Y De Gucht, el Ministro de Asuntos Exteriores belga, manifestaba que esa decisión se basaba en la confianza de las autoridades ruandesas en la justicia belga. Sin embargo, un año después no se ha hecho nada que yo sepa. ¿Tiene la sensación, y apelo una vez más a su experiencia, tanto como ex Ministro de Justicia como de Fiscal General, que en cierta forma ha habido una traición o cree que es normal?
Jean de Dieu Mucyo: Hace poco visité al embajador de Bélgica. Le pregunté cómo iba el caso Guy Theunis y me dijo que el asunto seguía su curso.
La Mena: En su momento, se habló de tres o cuatro semanas de plazo.
Jean de Dieu Mucyo: Fíjese en los cuatro individuos que fueron juzgados en Bélgica. Vinieron aquí a investigar en 1995. La decisión se tomó en el año 2000. Todo lleva su tiempo. Pero para mí, lo esencial es que las cosas no se paren. Se lo pregunté al embajador de Bélgica y me dijo que el caso no estaba cerrado.
ARI:: Algunos medios de la diáspora ruandesa critican el trabajo de la Comisión. Dicen que se ha pagado a los testigos o que estos actúan bajo intimidación o presión (risas de Jean de Dieu Mucyo). ¿En primer lugar, cual es su reacción ante estas acusaciones? ¿Los testigos se presentan ante la Comisión por su propia iniciativa o se les invita? ¿Y si se les invita, con qué criterios?
Jean de Dieu Mucyo: Oí a alguien que decía que un testigo había cobrado 3 millones. Más tarde leí en Internet que después dijo que se había equivocado y que eran 300.000 francos. Hay gente que siempre critica. No quiero darle ninguna importancia a esas declaraciones. Tenemos varios testigos, algunos de ellos quieren hablar públicamente, mientras que otros prefieren hacerlo a puerta cerrada. Mucha gente se pone en contacto con nosotros. Hay algunos que no pueden hablar a causa de las lágrimas, lo que supone horas y horas para poder escucharles. Así que hay que elegir (…) Algunos testigos nos llaman también tras haber odio en la radio las informaciones relacionadas con la Comisión.
La Mena: A veces la Comisión pregunta a los testigos si podrían reconocer la cara de los militares franceses presentes durante el genocidio y ellos responden afirmativamente. ¿Si hubiera que seguir la investigación, sería necesario expedir una comisión rogatoria para que se pueda seguir la investigación en Francia?
Jean de Dieu Mucyo: Sí. Tenemos algunas fotos de los jefes. En cuanto al resto, ya han visto que es difícil conseguir sus nombres (a menudo los militares franceses solo se daban a conocer mediante apodos). Sería muy interesante conseguir las fotos y los nombres. En cuanto a los cooperantes militares franceses que trabajaron aquí, tenemos las fotos y los nombres.
ARI: Tras todo el trabajo que ha realizado, cual es la evaluación preliminar que puede hacer sobre la implicación de Francia en el genocidio?
Jean de Dieu Mucyo: Debemos seguir trabajando. Ya han visto que es necesario trabajar sobre el terreno y confrontar las declaraciones.
La Mena: ¿La entrega del informe final sigue estando prevista para el 6 de abril?
Jean de Dieu Mucyo: Sí, para el 6 de abril. Pero la ley nos permite ampliar el plazo.
Texto original: http://www.congotribune.com/article.php?id_art=2046
Notas de la traductora:
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El actual Gobierno ruandés ha acusado a Francia de estar implicada en el genocidio, al haber entrenado y armado a sus autores antes de las masacres y haber facilitado la fuga de los genocidas en el marco de la operación humanitaria y militar llamada «Operación Turquesa» en 1994.
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Tribunal popular que las autoridades ruandesas pusieron de nuevo en vigor para juzgar a los cientos de miles de personas detenidas y acusadas de implicación en el genocidio de 1994.
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El 23 de noviembre de 2006, el juez francés Jean-Louis Bruguière emitió una orden internacional de arresto contra nueve colaboradores del actual presidente de Ruanda, Paul Kagame, a los que acusa de estar implicados en el asesinato del anterior jefe de Estado, Juvénal Habyarimana, acto que desencadenó el genocidio. Habyarimana murió el 6 de abril de 1994, al ser alcanzado su avión por un misil cuando regresaba de una cumbre en Tanzania. En el atentado murieron los nueve ocupantes del aparato, entre los que se encontraban también el presidente de Burundi y tres pilotos franceses, motivo por el que Francia abrió una investigación.
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Sacerdote perteneciente a la Congregación de Misioneros de África, a los que también se conocía como «Padres Blancos».
Rocío Anguiano es miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala , la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de citar al autor, al traductor y la fuente.