La cámara se traslada a Yaoundé, capital del país, para hablar con los propios ciudadanos y reflejar la lucha contra la ilegalidad de la homosexualidad, impuesta desde 1972, durante el gobierno del ex y primer presidente de la República, Ahmadou Babatoura Ahidjo. Hoy, 37 años más tarde, Paul Biya, presidente desde 1982, revisa la Constitución […]
La cámara se traslada a Yaoundé, capital del país, para hablar con los propios ciudadanos y reflejar la lucha contra la ilegalidad de la homosexualidad, impuesta desde 1972, durante el gobierno del ex y primer presidente de la República, Ahmadou Babatoura Ahidjo. Hoy, 37 años más tarde, Paul Biya, presidente desde 1982, revisa la Constitución para volver a presentarse como candidato en el 2011. Sin embargo, parece poco probable que la legalización de la homosexualidad entre en sus planes.
Una imagen de la cárcel central de Yaoundé inicia los 52 minutos del documental. La homosexualidad en Camerún está condenada con penas de hasta cinco años de prisión. En ella, Lambert cuenta que lleva en la cárcel desde 2005, acusado de mantener relaciones homosexuales. Su caso, unido a ocho más, conduce a la abogada Alice Nkom a cada rincón de Camerún, para buscar justicia. Una señora muy autóctona, fuerte, incansable, que nunca pierde el humor, las ganas y esperanzas, y que refleja el espíritu que muchas veces se desconoce de la verdadera mujer africana, protagonista de tantas movilizaciones sociales.
A lo road-movie, en taxis que trasladan a la abogada a colegios donde han expulsado a niños por ser presuntamente homosexuales, autoridades, pubs o «carrefour» (en francés, fiesta), mercados, lugares de encuentro de gays y lesbianas -donde es muy apreciada-, los micrófonos dan voz a opiniones muy diversas. Desde jóvenes que lo creen una «práctica satánica» o una «perversión proveniente de Occidente», familiares resignados, al jefe de Bangangte, que afirma que si en su reino hubiera un homosexual sería automáticamente excluido, a gays que desean no ser considerados «indignos» o bisexuales que no apoyan las relaciones lésbicas en exclusiva.
Este documental -se puede ver en Internet-, según cuenta Metzger, la realizadora, no sólo refleja la movilización de distintas asociaciones de gays y lesbianas del país, como la Asociación de Defensa de los Derechos de los Homosexuales (ADEFHO) y el Colectivo de Familias de Niños Homosexuales, creado por Alice Nkom, sino que pretende que la sociedad occidental reflexione sobre un problema mundial, como es la homofobia: «En primer lugar, -declara Céline Metzger en una entrevista con Afrol News- es una manera de hablar a los blancos de la homosexualidad sin que se sientan atacados en su propia homofobia potencial. De hecho, es más fácil abordar ciertos problemas cuando se habla de los otros.» Añade que ha preferido tratar el tema en la comunidad negra para romper frecuentes estereotipos, y sobre todo la idea de que el negro sea más viril que los demás hombres.
- Mapa extraído de Afrol News.
La homofobia en África alcanza la ley. Camerún es uno de los 38 Estados africanos que criminaliza las relaciones entre gays y lesbianas. Es ilegal para los gays en 29 países y para las lesbianas en 20. Tal es el caso de Zimbabwe, presidido por Robert Mugabe, quien defiende que no es un fenómeno africano, sino una degeneración que proviene de los países occidentales. Algo que se ha escuchado en el documental en boca de algún joven. También en Uganda, cuyo presidente Yoweri Muserani ordenó a los policías a localizar y atacar a los homosexuales. Pero es legal en otros, como Mali, Níger, Chad o Sudáfrica. En este último, el homosexual no sólo es legal y visible, sino que está protegido por una ley que penaliza la discriminación por motivos de orientación sexual. Sudáfrica es además uno de los ocho países -junto con Bélgica, Dinamarca, Holanda, Noruega, España, Suecia y Canadá, y los estados de Connecticut, Iowa, Maine, Massachusetts y Vermont (EE.UU)- donde el matrimonio entre personas del mismo sexo está legalizado.
Gracias a documentales como Cameroun: «Sortir du Nkuta», conocemos algo más de ese continente, alejado tan sólo 14 km de España, distancia que da título al documental sobre África del español Gerardo Olivares del año 2007. Teniendo en cuenta además, que desde los escenarios informativos ordinarios se suele mostrar frecuentemente el continente con una imagen sesgada, estereotipada, que no nos ofrece una representación fiel de la realidad africana. Nos encontramos casi siempre con una descripción bastante negativa desde los medios que obvia que aunque la realidad económica sea bastante desalentadora, África es un continente rico, lleno de recursos y materias primas, cuyos habitantes son acogedores, hospitalarios y cariñosos.
A finales de mayo se celebró en Tarifa un Festival de cine africano, cuya película ganadora ha sido La Ausencia, del senegalés Mamá Keita. Javier Tolentio, locutor de «El séptimo vicio», programa de RNE 3 sobre cine defiende que el Festival ha ofrecido la posibilidad de descubrir, a través del cine, una visión más realista, positiva y pujante de África y sus habitantes.