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Llamamiento urgente

¡Salvemos el Chad!

Fuentes: Rebelión

Traducido por Caty R.

Organizaciones de la sociedad civil chadiana basada en Moundou: CPPL, ASSAILD, ASDEC, APLFT, ATPDH, ATNV, BAOBAB, BELACD, CMD, CELIAF, CDJP, LTDH, INADES-FORMATION, UFEP, CF-SET.

En Moundou, a 15 de febrero de 2008.

Al Presidente de la República de Chad;

Al Primer Ministro, jefe del gobierno;

A los miembros del gobierno;

Al Presidente de la Asamblea Nacional;

A los Diputados;

A todas las personas que aman la paz, la justicia, la reconciliación y la igualdad;

A la comunidad internacional;

A las Naciones Unidas;

A la Unión Europea;

A la Organización Internacional de la Francofonía;

A la Comunidad de Estados Saharianos (CEN-SAD);

A la Unión Africana;

A Estados Unidos;

A Francia.

¡SALVEMOS EL CHAD!

Desde el acceso de nuestro país a la independencia, el 11 de agosto de 1960, la paz ha sido el leitmotiv de todos los gobernantes que se han sucedido. Desgraciadamente las múltiples políticas de reconciliación nacional nunca han conseguido cambiar la situación.

Ante la degradación de la situación y el virus de violencia que infecta a los chadianos de todas las tendencias, se han levantado voces por todas partes para reclamar la instauración de una paz duradera en Chad, ¡pero sin éxito!

Tras una constatación descarnada de la situación política de Chad, las organizaciones de la sociedad civil informadas hicieron, el 16 de noviembre de 2002, un llamamiento a la paz y la reconciliación con el único fin de detener las sucesivas y desagradables guerras que originan las consecuencias que conocemos, lamentamos y condenamos.

Esta llamada a la paz y la reconciliación se dirigió al Presidente de la República, en particular, al gobierno y a la Asamblea Nacional, con el fin de que tomaran la valiente iniciativa de organizar cuanto antes un encuentro de reconciliación nacional que agrupase sin exclusión al conjunto de los protagonistas de la vida pública, política y social y a los rebeldes armados. El objetivo final de esta llamada a la paz y la reconciliación es crear condiciones de paz global y duradera, renunciar al ejercicio del poder por la violencia, de acuerdo con la Constitución de la República de marzo de 1996, restaurar la seguridad de las personas y bienes en todo el territorio nacional, contribuir a una verdadera expresión democrática y movilizar a las poblaciones en torno a los asuntos de la organización ciudadana, la militancia política y el multipartidismo.

A los movimientos de rebeldes armados, las organizaciones de la sociedad civil les pidieron que renunciasen a la violencia como medio de acceder al poder y que hagan que se respeten los derechos humanos de acuerdo con el ideal de paz, justicia y responsabilidad que señala la Ley Fundamental de nuestro país, pero desgraciadamente no se ha hecho.

Lo que hemos vivido o visto por televisión los días 1, 2 y 3 de febrero de 2008 nos ha hecho ratificarnos en los fundamentos de la democracia, que consiste en conseguir que el poder sea ejercido por el pueblo y para el pueblo; los chadianos tienen derecho hoy a plantearse esta cuestión, ¿por qué aquéllos a quienes eligieron para presidir su destino no los escuchan?, ¿por qué no escuchan sus quejas y sus llamadas en los momentos difíciles de su historia?

Es tan incomprensible y dura esta constatación, que el colectivo de las asociaciones de Defensa de los derechos humanos y las ONG los invitamos, individual o colectivamente, a que se comprometan en la búsqueda de la paz y esperamos que escuchen todas nuestras voces.

¿Por qué este llamamiento urgente?

Se trata, para los chadianos, de ejercer actuaciones ciudadanas dirigidas a salvar nuestro país, con este llamamiento urgente a la comunidad internacional, al gobierno de Chad y a los rebeldes armados, para que asuman sus responsabilidades y no sigan encerrados en un silencio cómplice frente al drama que vive Chad.

Con este llamamiento queremos actuar para que nuestro país viva en paz. Haciendo el balance de los últimos acontecimientos de N’Djamena, ya no se trata de los patrimonios que ha destruido la guerra, sino de los miles de personas heridas y refugiadas; de la muerte y la sangre derramada por el poder. Es grotesco, hay que buscar las soluciones por medio del diálogo.

Son ciudadanos de Chad quienes destruyen los bienes comunes y los bienes de otros chadianos. Y por eso rechazamos esta violencia inútil.

Recordamos a nuestros queridos hermanos chadianos, que dios creó al hombre a su imagen. Lo creó para que los hombres se amen, no para que se destruyan. También confió el poder a quienes lo poseen para que protejan a los ciudadanos y no para que los expongan a las peores atrocidades.

Actualmente, tanto los gobernantes como los rebeldes, cada uno sólo se ocupa sus propios intereses, en detrimento de la gran mayoría del pueblo.

Recordemos también en este momento que son las injusticias y las frustraciones las que condujeron a los lamentables conflictos actuales. Estos conflictos que llevan al odio, la guerra, la muerte y la destrucción de un país de recursos ya bastante limitados.

Unos lo quieren todo para ellos y los otros les pierden el respeto y los odian. Esta es la sociedad de la muerte en la que nos hundimos, individual o colectivamente. Aunque sólo sea por una vez, los gobernantes elegidos por el pueblo deben escucharnos porque sólo queremos la paz.

Necesitamos una sociedad de vida. Ese tipo de sociedad que nace de la generosidad, donde todos se respetan unos a otros. Y por ese altruismo debe nacer el diálogo que lleva a la consideración, al respeto y al amor a los demás. El diálogo propicia el amor y el amor es el portador de la paz y la justicia. Y la justicia es la vida.

No queremos formar parte de los que promueven el caos. Debemos aprender de la experiencia del régimen de Hissene Habré. Tampoco queremos unirnos a cualquiera que nos arrastre hacia un precipicio fatal para todos. Estamos, estaremos y permaneceremos junto a los que sinceramente quieren el diálogo responsable; y pedimos a todos los beligerantes que recapaciten y se contengan; y al mismo tiempo recordamos al jefe del Estado el compromiso que adquirió en su investidura: «soy el presidente de todos los chadianos».

A los rebeldes armados les pedimos que acepten entrar en el juego democrático con el fin de evitar inútiles derramamientos de sangre; el precio es la supervivencia de Chad.

Exigimos, la liberación inmediata de los tres líderes de la oposición (Mahamat Lol Choua, Ngarlejy Yorongar e Ibni Omar Mahamat Saleh) detenidos en lugares secretos y que termine la caza de brujas, con el fin de calmar las tensiones y consigamos el retorno a una paz estable.

También lamentamos el ímpetu de las fuerzas de seguridad de Moundou que fueron de refuerzo a N’Djamena y las actuaciones de los que a su vuelta, el 13 de febrero, efectuaron disparos con armas ligeras y pesadas provocando dos muertes, entre ellas la de un niño de 22 meses, y varios heridos.

Dejémonos guiar por el sentido de responsabilidad para que Chad recupere la paz. Y esta paz no se puede construir sin la ayuda de la comunidad internacional a la que convocamos con todas nuestras voces.

¡Actuar en nombre de la humanidad también es esto!

*Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.