Un grupo de integrantes de la Brigada Médica Cubana (BMC) en Gambia que culminan su misión solidaria aquí fueron despedidos en las últimas horas como verdaderos Titanes de la salud del decano archipiélago del Caribe.
En un emotivo acto ayer, los doctores, licenciados y técnicos recibieron el reconocimiento de la jefa de la BMC, Dra. Anaris Martha Odio, del embajador cubano, Rubén G. Abelenda, y de sus colegas, por poner bien en alto el nombre de la mayor de las Antillas en esta nación del occidente africano.
Ustedes son verdaderos hijos del Titán de Bronce Antonio Maceo, y han dejado innumerables huellas y recuerdos en Gambia, curando y salvando vidas en este hermano pueblo, coincidieron en expresar la Dra. Martha Odio, y el diplomático de la isla antillana.
La actividad fue ocasión para rememorar a Maceo, un mulato valiente de sangre africana, que un día como este 15 de marzo, pero de 1878, no aceptó con su conocida Protesta de Baraguá una paz condicionada por los colonialistas españoles para detener la guerra de independencia de los 10 años en la isla.
No faltó en el encuentro el siempre recuerdo al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, el hombre que ideó y creó las brigadas médicas para brindar salud a todos los pueblos del mundo, y particularmente a los africanos.
Pero no solo los miembros de la BMC que concluyen su misión fueron agasajados por sus compatriotas, sino además por sus colegas gambianos de los hospitales de Banjul y de la localidad de Kanifing, cercana a esta capital.
En también sentidos actos celebrados el lunes, los profesionales cubanos recibieron el reconocimiento, la admiración y el agradecimiento de los directores, las autoridades y los trabajadores de ambos centros asistenciales.
Fueron dos jornadas muy conmovedoras para quienes dejarán en esta tierra huellas imborrables de solidaridad, y lágrimas en los ojos de muchos agradecidos, como una abuelita gambiana que desde que supo de la partida de su galeno cubano cuenta su familia no ha parado de llorar.