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La comunidad inmigrante en EEUU

Sobre el mito de los gigantes durmientes

Fuentes: Znet

Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala por Germán Leyens

La democracia no es algo que tienes guardado durante diez años,
y luego despiertas en el año once y comienzas a practicarla de nuevo.»
Chinua Achebe

En marzo y abril de 1966, César Chávez y un grupo de huelguistas de la Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas caminaron 544 kilómetros desde Délano, California, a Sacramento para estimular la conciencia de la lucha de los trabajadores. El peregrinaje y el boicot que lo siguió impusieron el primer contrato sindical entre trabajadores agrícolas y un cultivador en la historia de la nación.

Exactamente 40 años después, Nelson Motto y cerca de una docena de sus compañeros han estado corriendo por toda Usamérica como parte de la Carrera por la Paz y la Dignidad desde el 4 de marzo, deteniéndose en centros laborales en toda la nación, con la esperanza de llegar a Nueva York para la segunda semana de mayo. Motto trabaja con el Instituto de Educación Popular en el sur de California y decidió participar en la Carrera, patrocinada por la Red Nacional de Organización de Labradores, por una miríada de razones, incluyendo la Ley contra los inmigrantes del Parlamento. Aunque es imposible adivinar lo que el Congreso termine por decidir, es seguro que la carrera de los 12, junto con las marchas de millones de personas, ha surtido efecto.

Y, aunque «expertos», políticos y medios de izquierda, derecha y centro quisieran todos que creamos que un hombre llamado Sensenbrenner despertó a un gigante durmiente al patrocinar HR4437, una simple mirada a décadas de organización por los derechos de los inmigrantes podría mostrar la verdad: El 25 de marzo de 2006 y las semanas de marchas, vigilias y abandonos de escuelas que lo han seguido ilustran una comunidad que ya está profundamente conectada – no una que haya despertado de alguna manera de un día para otro. En lugar de un gigante durmiente que despierta, es más probable que para comenzar la gigantesca fuerza laboral inmigrante nunca haya tenido el tiempo de quedarse dormida. La comunidad inmigrante ha estado demasiado ocupada trabajando dos y tres turnos cosechando, cuidando jardines, lavando platos, construyendo casas, y vigilando el sueño de los niños de otros. Cuando no trabaja para otros, la lucha por sobrevivir se convierte en un esfuerzo diario; si eres documentado, cuenta cuántas al día utilizas tu tarjeta de identidad estatal para completar una transacción – desde el cobro de un cheque, hasta conducir un coche, hasta matricular a tus hijos en una escuela – y aprecias la ventaja de ser una persona documentada en este sistema segregado. Durante años, inmigrantes indocumentados y sus partidarios han producido redes complejas, creativas, para aguantar en un país que al mismo tiempo se beneficia, explota y criminaliza su trabajo. Es esta extensa red la que está saliendo a las calles. Generaciones más jóvenes, que tampoco han estado dormidas, han utilizado también las redes que tienen a su disposición (incluyendo las digitales) y aprovechan la oportunidad de que también se les escuche.

¿Quién es el que ha estado durmiendo en realidad?

Hace una docena de años, los votantes de California iban a votar la Proposición 187, que daba mandato a la policía local para que informara a lo que era entonces el Servicio de Inmigración y Naturalización sobre personas sospechosas de violar la ley de inmigración; también estipulaba que ningún inmigrante indocumentado tendría derecho a alguna prestación pública – incluyendo la educación elemental, primaria y secundaria. Unos 100.000 partidarios de los derechos de los inmigrantes salieron a las calles a protestar contra la medida y los estudiantes de secundaria en todo el Estado abandonaron sus salas de clase.

La Proposición 187 fue aprobada ese año, por cerca un 60% de los votantes. Pero antes de que llegara a ser firmada por el gobernador de aquel entonces, Pete Wilson, fue cuestionada en los tribunales. En 1998, una Corte de Distrito de USA dictaminó que casi todas las partes de esa ley eran inconstitucionales, y que iba más allá de la autoridad del Estado. Ese mismo año, el gobernador de esos años, Gray Davis, decidió no apelar la decisión de la corte. Puede ser que el sonido de la protesta de 100.000 personas contra la proposición haya dejado un eco en su oído.
Ahora, los mismos estudiantes que abandonaron sus escuelas en 1994 han creado coaliciones y bases de apoyo para los estudiantes que lo hacen en la actualidad. Ahora, los mismos manifestantes que llenaron las calles del centro de Los Ángeles hace doce años han ganado algunos amigos con el pasar del tiempo, y aparecieron decuplicados el 25 de marzo.

No suena como un gigante durmiente

No hace mucho que organizadores en el sur de California y en Orange County en particular, enfrentaron a los vigilantes anti-inmigrantes Minutemen y sus partidarios: Hace casi un año en Garden Grove, mientras Teresa Dang protestaba contra un discurso del fundador del Proyecto Minutemen, Jim Gilchrist, fue atropellada por Hal Netkin. Netkin no fue nunca procesado, pero la casa de Dang fue saqueada y ella fue acusada de alguna manera de robar una linterna policial. Dang fue declarada inocente, pero la coerción del departamento de policía y la decisión del Fiscal del Distrito de acusar a Dang sobre la base de evidencia dudosa son vistas como modos de intimidar a posibles manifestantes.

En Costa Mesa, hace algunos meses, Coyotl Tezcatlipoca fue golpeado y arrestado por policías que lo sacaron a la fuerza de una reunión del Consejo Municipal mientras se dirigía al Consejo y al Alcalde, que había propuesto que los policías locales impusieran la ley federal de inmigración. Como resultado, hace sólo un mes, la ACLU [siglas en inglés de Unión Usamericana por los Derechos Cívicos) presentó una demanda contra la ciudad de Costa Mesa por violar los derechos de Tezcatlipoca según la primera enmienda.

Me sigo preguntando quién duerme en realidad

Las conexiones entre la política exterior de USA y la continuación de la organización por los derechos de los inmigrantes también parecen obvias: Los zapatistas, incluyendo al subcomandante Marcos, viajan por México escuchando a migrantes en todo el país afectados por las políticas de libre comercio que los han obligado a cruzar a este lado de la frontera para encontrar trabajo: y en comunidades en todo USA, la Otra Campaña ha llevado a inmigrantes recientes a considerar al valor de sus propias voces en el discurso público. Inmigrantes latinoamericanos de este lado de la frontera leen sobre las constantes luchas y victorias contra el imperialismo en toda Latinoamérica – ejemplos de lo que puede lograrse con el trabajo por los sueños colectivos.

Local, nacional, y transnacionalmente, el gigante ha estado demasiado activo para dormir: lobbyistas de los estados han trabajado para permitir que estos den permisos de conducir a inmigrantes indocumentados; trabajadores migrantes y sus partidarios han organizado vigilias que han durado semanas exigiendo derechos humanos; inmigrantes recientes han estado en la vanguardia de movimientos laborales como ser Justicia para los Conserjes; grupos como el Centro de Trabajadores de la Vestimenta continúan la lucha contra los sweatshops; docenas de centros de trabajo diario han abierto en todo el país para garantizar condiciones justas de trabajo para los trabajadores; estudiantes inmigrantes han ayunado durante semanas exhortando al Congreso a aprobar la Ley DREAM; después del éxito de la Coalición de Trabajadores de Immokalee contra Taco Bell, la Alianza de Estudiantes y Trabajadores Agrícolas crece al unirse más y más jóvenes al nuevo boicot nacional contra McDonald’s; grupos femeninos a ambos lados de la frontera siguen exigiendo justicia para las mujeres de Juárez; y en centros culturales en todo el país, chicanos e inmigrantes recientes han iniciado un diálogo muy serio mientras la Otra Campaña zapatista se acerca a las ciudades fronterizas de Juárez y Tijuana para reunirse con ellos y conocer su situación.

En ocasiones la lucha funciona en silencio; otras veces resuena por las calles; son éxitos relativos junto con fracasos relativos – pero nunca ha estado dormida.

Cuando yo era una niña indocumentada nueva en este país, que recién aprendía a hablar, leer y escribir en este nuevo idioma, supe de Rosa Parks. Es decir, creí que sabía de Rosa Parks: cómo la ley cambió un día porque una mujer afro-usamericana se sintió demasiado cansada día para irse al fondo del autobús. Pasó más de una década antes de que conociera la verdadera historia: que varias personas se habían negado a ir al fondo del autobús antes que ella; que Parks se unió a la NAACP 11 años antes del infame incidente; que ella asistió a la Highlander School sólo meses antes; y (lo que es más importante) que tuvo el apoyo de una masiva comunidad interconectada, con una historia de raíces profundas. Mientras más pienso en ello, más familiar me suena.

La comunidad inmigrante no ha estado dormida en absoluto – más bien podría ser que sean los «expertos», los políticos, y los medios (y los que les prestan tanta atención), los que han sido despertados ante el hecho de que vastas porciones de Usamérica están compuestas por inmigrantes que se movilizarán cuando se les amenaza.

Ojalá que esta vez la historia acierte.

Texto original: http://www.zmag.org/content/showarticle.cfm?SectionID=72&ItemID=10115

Aura Bogado es productora de KPFK Radio de Pacifica en Los Ángeles y presentadora de Free Speech Radio News, un programa diario independiente de noticias de media hora de duración. Para contactos: [email protected]

Germán Leyens es miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción es copyleft.