En 2007 se produjo el inicio de grandes luchas contra el fracaso del régimen del CNA (Congreso Nacional Africano), el PCSA (Partido Comunista de Sudáfrica) y el COSATU (central sindical) de resolver las aspiraciones democráticas de las masas. Las direcciones del PCSA y el Cosatu fueron capaces de desviar las luchas al callejón sin salida […]
En 2007 se produjo el inicio de grandes luchas contra el fracaso del régimen del CNA (Congreso Nacional Africano), el PCSA (Partido Comunista de Sudáfrica) y el COSATU (central sindical) de resolver las aspiraciones democráticas de las masas. Las direcciones del PCSA y el Cosatu fueron capaces de desviar las luchas al callejón sin salida parlamentario, a través del cambio de líderes en la presidencia del CNA. Zwelinzima Vavi (Cosatu) y Blade Nzimande (PCSA) recorrieron las capitales imperialistas para ganar apoyo para la presidencia de Jacob Zuma.
Desde 2007, la crisis económica mundial se ha profundizado y ha habido un período de ataques sostenidos sobre las conquistas de los trabajadores. Esto, de la mano con la pérdida de apoyo al CNA dentro del movimiento obrero. Esta pérdida de apoyo viene sucediendo desde 1994, con cada lucha que se dio. En las elecciones de gobiernos locales en 2016, el CNA no solo perdió la mayoría en varias ciudades importantes sino que, ahora, el apoyo de quienes lo votaron cayó a menos de la mitad. Esto significa que en las elecciones nacionales de 2019, si la tendencia continúa, el CNA solo podría gobernar con alianzas con partidos por fuera de la coalición CNA-PCSA-Cosatu. Existe la posibilidad de que una alianza de derecha suba al gobierno, bajo de la fórmula DA-EFF [1]. Sin embargo, tanto DA como EFF han venido perdiendo apoyo, al igual que todos los partidos parlamentarios.
En 2012, la masacre de la mina Marikana [2] demostró que el imperialismo tiene una crisis de dirección. El bloque CNA-PCSA-Cosatu ya no es más capaz de controlar las acciones de las masas. Desde 2012, han habido luchas de los agricultores, un ascenso constante en las universidades por educación gratuita y por el fin de la precarización. La lucha en las universidades se ha debilitado pero aún continua, y ha obligado al Estado a conceder educación gratuita a los estudiantes de primer año, lo que será extendido a todos los estudiantes. Es el reflejo de la profunda crisis de legitimidad que enfrenta el CNA.
A nivel político, se realizó en 2013 la conferencia del sindicato de los trabajadores metalúrgicos (Numsa) que resolvió romper con el CNA y el PCSA y formar un partido de trabajadores y un frente único amplio. Enfrentado a la perspectiva de una ruptura completa del Cosatu con el CNA y el PCSA para formar un nuevo partido de los trabajadores, el imperialismo impulsó la expulsión del Numsa debilitando el proyecto de un partido de trabajadores. Sin embargo, los dirigentes del Numsa también han demorado el proceso de formación del nuevo partido y presentado un proyecto que está basado sobre el programa nacionalista del CNA, la Freedom Charter [3]. Sin embargo, hay margen para cuestionar y modificar el programa.
Las demandas insatisfechas de la clase trabajadora se han visto reflejadas en una ruptura por izquierda del CNA, que originó la formación de EFF (Luchadores por la Libertad Económica).
La crisis del imperialismo y el estancamiento de la economía capitalista han significado más ataques sobre las masas e incrementado el odio hacia el gobernante CNA. Esta bronca creciente hacia el Estado ha sido desviada hacia un canal electoral pero con una crisis mucho más profunda. La remoción del presidente Zuma lo identifica como un «chivo expiatorio» de los ataques del imperialismo. La profunda crisis de dirección se refleja en la elección del nuevo presidente, que está directamente implicado en la masacre de Marikana. El imperialismo enfrenta un gran problema con la división del CNA: ¿quién podría controlar las acciones de las masas? Es la razón por la que el cambio de Presidente se dio de esta forma, a través de la renuncia y manteniendo la unidad del CNA. Esto significa que quieren mostrar un show de «ir detrás de los peces chicos» mientras la fracción Zuma no será enjuiciada ni enfrentará medidas duras que forzarían una ruptura.
La crisis capitalista mundial permanece; todos los partidos gobernantes en Sudáfrica se ven forzados al camino de mayores ataques sobre las masas, más privatizaciones, más explotación. Debe enfatizarse que, por esta definición, la existencia del capitalismo decadente y la dominación del mundo por el imperialismo, así como el robo masivo a la clase trabajadora en Sudáfrica, el resto de África y el mundo neocolonial se intensificará.
El «Journal of Southern African Studies» informa que anualmente el robo que realizan las compañías mineras imperialistas llega, como mínimo, a más de 17.000 millones de dólares. Si se compara esto con los cerca de 850 millones que robó el grupo de Zuma, podemos ver que su remoción no tiene que ver con el combate a la corrupción sino con recomponer la cara del Estado para que el robo en gran escala del imperialismo pueda continuar. El mensaje del imperialismo al partido gobernante es que pueden robar pero no demasiado. El imperialismo está comprando estabilidad a través de un cambio en el liderazgo. Sin embargo, 2018 no es 2007. Hay en las masas una profunda pérdida de apoyo al partido gobernante.
Al imperialismo va a gustarle la limitación del programa del proyecto partidario del Numsa hacia la variante de la Freedom Charter, en esencia un programa de cooptación de los dirigentes de la clase trabajadora dentro de las relaciones capitalistas. Esto debe ser combatido a cualquier costo.
El ascenso de la independiente Water Crisis Coalition (WCC) es un signo de que es posible que un movimiento independiente de la clase trabajadora pueda liderar la resistencia a la privatización del agua [4] que está intentando llevar adelante el Estado. Por primera vez, fuerzas del Cosatu y el Saftu ([5] se han unido con comités de base. La WCC, sin embargo, es un «terreno en disputa» y también hay una fuerte presencia de la clase media, lo puede significar que solo esté preparada para combatir hasta un cierto punto.
Sin embargo, y más significativo, hay un espacio abierto para el rápido desarrollo de un partido revolucionario de los trabajadores. El grupo Zuma puede estar debilitado pero no ha sido destruido como fracción. El discurso de renuncia advirtió que serían «perros guardianes» contra cualquier transformación económica radical. Comparó el momento como similar a cuando Mbeki lo destituyó de la vicepresidencia [6]. Esto implica que trabajará para preparar su regreso. El imperialismo ha adoptado su programa de educación universitaria gratuita y expropiación selectiva de tierras. Esto es para neutralizar a su base. Como las luchas internas dentro del CNA continuarán, se incrementa el espacio para el desarrollo de un partido revolucionario y para una organización independiente de la clase trabajadora.
Si el imperialismo quiere avanzar con su experimento social de cerrar los grifos en Ciudad del Cabo, habrá luchas que ninguna fuerza en la Tierra podrá detener. Es esta amenaza de revolución que forzó al imperialismo a retroceder. Pero ahora presiona para lograr la privatización del agua a través de grandes plantas de desalinización y la imposición de medidores prepagos de agua. Hay varios otros ataques que también están siendo preparados, tales como la limitación del derecho de huelga.
Marikana, las huelgas de los trabajadores mineros, las luchas de los trabajadores agrícolas y la de los estudiantes universitarios fueron limitadas a su espacio. Pero está cercano el momento para una lucha generalizada. La «primavera azaniana» [7] está cerca.
Las luchas en Zimbabwe, Camerún y la República Democrática del Congo son señales que esta primavera se extiende por África. Necesitamos unirnos con los trabajadores de toda África, de los otros países neocoloniales y de los centros imperialistas. El imperialismo controla África y solo podremos ser libres si la clase trabajadora de los centros imperialistas se une a nosotros en la lucha. La formación de una Internacional revolucionaria (para nosotros, la reconstrucción de la Cuarta Internacional) es lo que necesitamos.
Notas:
[1] DA-Alianza Democrática (partido de los bóers); EFF-Luchadores por la Libertad Económica (una ruptura del CNA)
[3] La Freedom Charter (Carta de la Libertad) fue el programa adoptado por el CNA en su congreso de 1955.
[4] Ver https://litci.org/es/menu/mundo/africa/sudafrica/sudafrica-rechazamos-la-propuesta-impuesto-agua/
[5] Thabo Mbeki fue presidente del país entre 1999 y 2008. En ese período destituyó a Jacob Zuma que era su vicepresidente.
[6] SAFTU – South African Federation of Trade Unions es una central sindical menor que la Cosatu.
[7] Referencia la «primavera árabe». Azania es el nombre africano de Sudáfrica.
Fotografía tomada de Jacaranda FM. Traducción: Marcelo Korman.
Fuente: https://litci.org/es/menu/mundo/africa/sudafrica/la-caida-jacob-zuma/