Una nueva oleada de enfrentamientos en la región de Galgaduud del centro de Somalia ha ocasionado muchos heridos y ha forzado a miles de personas a huir. Tras duros enfrentamientos entre dos grupos el pasado domingo, los equipos médicos somalíes de la organización internacional médico-humanitaria MSF han tratado a 46 heridos en el hospital de […]
Una nueva oleada de enfrentamientos en la región de Galgaduud del centro de Somalia ha ocasionado muchos heridos y ha forzado a miles de personas a huir. Tras duros enfrentamientos entre dos grupos el pasado domingo, los equipos médicos somalíes de la organización internacional médico-humanitaria MSF han tratado a 46 heridos en el hospital de Istarlin en Guri El. El número total de heridos tratados desde que la violencia empezó en la zona hace más de dos semanas a 86.
Entre 45,000 y 60,000 personas han huido de la ciudad de Guri El y la capital regional, Dhusa Mareb, para buscar refugio en las zonas rurales, pero no pueden acceder a la asistencia que tanto necesitan.
«La situación ha empeorado rápidamente en esta zona de Galgaduud», explica Tom Quinn, quien coordina los programas de MSF en Somalia. Guri El se ha convertido en una ciudad fantasma, al igual que Dhusa Mareb. Hemos pasado de atender a unos 200 niños a la semana a no ver niños en nuestras consultas, algo que es extremadamente preocupante sabiendo la cantidad de necesidades que hay. Decenas de miles de mujeres, niños y personas mayores han huido y están ahora enfrentándose a dificultades en acceder a comida, agua y atención médica».
Durmiendo a la intemperie
Los informes preliminares son alarmantes. Según ha podido saber el personal de MSF, hay familias acampando durante el día bajo la sombra de los árboles y que duermen a la intemperie. El impacto del conflicto continuo en la zona donde la comida es ya un bien escaso podría derivar en una situación desastrosa, particularmente cuando se combina con la falta de agua y atención médica. En épocas más estables, el hospital Istarlin, apoyado por MSF, ya trata entre 80 y 100 niños severamente desnutridos cada mes.
«Poder llegar a las personas que han huido de la violencia y poder darles asistencia es crucial, pero se está haciendo cada vez más difícil en la región de Galgaduud», afirma Quinn. El transporte por aire y por tierra está restringido por la peligrosa situación que vive la zona, que ha hecho que el suministro de materiales médicos y de ayuda sea cada vez más complicado».
Tras días de negociación, MSF empieza a suministrar agua a las personas desplazadas de Guri El y Dhusa Mareb. Sin embargo, dar asistencia médica directa a aquellos que han huido al bosque está siendo difícil ya que la situación cambia constantemente.
Superar las dificultades para proporcionar asistencia humanitaria es una prioridad para MSF en la región de Galgaduud, pero también en otras zonas de Somalia, donde las necesidades siguen siendo inaceptablemente altas. Mientras la atención internacional se centra en los problemas derivados de los piratas en las aguas del país, el sufrimiento de millones de somalíes sigue ignorado.