La economía de Sudáfrica ha sido en estos últimos años capaz de crecer considerablemente más rápido de lo que lo hiciera en el pasado. Ésta es la principal conclusión de un panel de 13 expertos internacionales y analistas de la Universidad de Harvard, el Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Londres así como […]
La economía de Sudáfrica ha sido en estos últimos años capaz de crecer considerablemente más rápido de lo que lo hiciera en el pasado. Ésta es la principal conclusión de un panel de 13 expertos internacionales y analistas de la Universidad de Harvard, el Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Londres así como varios otros de Canadá, Francia, India y Turquía, reunidos por el gobierno de Sudáfrica con el objetivo de evaluar el plan de crecimiento económico del país y buscar nuevas vías para impulsar el desarrollo. Estos expertos creen que Sudáfrica crecerá a una tasa anual del 4,5% hasta el año 2009 y de un 6% con posterioridad. Se espera que la economía crezca en un 5% este año. Con esta alta tasa de crecimiento, la baja inflación y un fuerte rand (la moneda del país), Sudáfrica parece haber logrado la necesaria estabilidad económica para empezar a resolver problemas como el desempleo y la pobreza y consolidar su papel como primera economía de África. El mo derado éxito económico de Sudáfrica de los últimos años podría convertirse en un modelo para el resto del continente. Cabe señalar que el país posee la mayor y más diversa economía y disfruta de un gobierno democrático y transparente.
«Esta economía es muy fuerte y está creciendo rápidamente. El país disfruta en la actualidad de la mayor expansión que hemos visto en nuestra historia económica,» declaró el Director del Tesoro Nacional, Lesetja Kganyago, a la agencia Reuters. «Sudáfrica es el primer país del África Subsahariana que puede actuar y pensar globalmente,» señaló, por su parte, el profesor John Stremlau, de la Universidad de Johannesburgo.
Sudáfrica depende todavía de su poderoso sector minero, que continúa siendo un pilar de su economía. El país es el mayor productor mundial de platino y de oro y uno de los más importantes productores de carbón y metales básicos. Exporta minerales a más de 80 países. Sudáfrica es también uno de los pocos países en el mundo que poseen un sistema dual de propiedad estatal y privada de los derechos minerales. En 1999, la industria minera empleó a más de 410.000 trabajadores, muchos de ellos de otros países, que representaban alrededor del 3% de la población activa.
Sin embargo, la contribución de la industria minera al PIB de Sudáfrica ha declinado en la pasada década. En 1991, representaba el 8,4% del PIB del país, pero en 2000 esta cifra cayó hasta sólo el 6,5%. Las exportaciones de productos minerales primarios representaron casi el 35% del total de los ingresos por exportaciones durante ese último año.
Desempleo y pobreza A pesar de todo lo anterior, Sudáfrica está haciendo frente ahora a numerosos problemas, tales como una débil demanda internacional, los altos precios del petróleo, una ola rampante de crímenes, unos malos resultados agrícolas debido al mal tiempo y la expansión del SIDA. El más serio problema para la economía sudafricana es, sin embargo, el desempleo, que se ha convertido en una amenaza potencial a la estabilidad social. Cabe señalar que este incremento del paro se produce a pesar del sólido crecimiento económico que el país ha vivido en los últimos años.
En septiembre de 2004, la tasa de paro era del 26,7%. Los blancos tenían la tasa de desempleo más baja -sólo el 5,1%-, lo que no es extraño teniendo en cuenta que la economía del país está todavía en gran medida en manos de los blancos. Por el contrario, la provincia de KwaZulu-Natal, una de las más pobres del país y habitada mayoritariamente por zulúes, posee la tasa más alta, un 32,8%.
En realidad, los millones de sudafricanos pobres, en su mayoría negros, que viven en suburbios tales como Soweto, no tienen nada que celebrar. Un 79% de los 44 millones de habitantes de Sudáfrica son negros. Los negros sufrieron una discriminación inhumana en Sudáfrica durante el período del apartheid. La falta de una educación decente en aquella época produjo una mano de obra mal formada, que tiene pocas oportunidades de encontrar trabajos de calidad.
«La mayoría pobre no ha obtenido beneficios del boom económico. Algunos están incluso ahora peor que antes porque han perdido sus trabajos,» manifestó Patrick Craven, portavoz del poderoso sindicato COSATU -considerado cercano al gobierno- a la agencia Reuters. Sin embargo, el COSATU afirma que son pocos los nuevos puestos de trabajo que están siendo generados y añade que los que se crean están mal pagados y tienen un carácter temporal. «Muchos de los nuevos puestos de trabajo que han sido creados conllevan unos salarios tan bajos que no pueden proporcionar una vida decente a dichos trabajadores, » señala Craven. El COSATU y algunos analistas sugieren que para reducir la pobreza, Sudáfrica debería de destinar más dinero a algunos sectores que requieren una gran cantidad de mano de obra, tales como la construcción, en lugar de buscar un crecimiento más rápido.
Con el fin de ayudar a los negros a salir de esta situación, el gobierno ha aprobado un proyecto denominado Black Economic Empowerment (BEE) -Capacitación Económica Negra- que busca proporcionar a la gente de color una formación, financiar sus proyectos y darles acceso a la propiedad de compañías y tierras. Este proyecto ha tenido algunos resultados positivos, ya que Sudáfrica está experimentando en la actualidad el ascenso de una clase media negra y algunos negros están también ahora creando sus propios negocios, incluso en Soweto y otras ciudades de los suburbios. La creación de estas pequeñas y medianas empresas está siendo promovida por el gobierno, porque ellas pueden crear muchos empleos, particularmente en las deprimidas y densamente pobladas ciudades de los suburbios, en las que la mayoría de los negros viven todavía. Este cambio social puede ser visto en el sector de los automóviles, que está experimentando un considerable boom en Sudáfrica. Hace una década, sólo un 5% de los compradores de coches eran negros. Hoy en día, los negros adquieren la tercera parte de los automóviles que se venden en el país.
En resumen, algunos analistas ven evidencias de que la situación está mejorando lentamente y que el crecimiento está comenzando a crear más empleo – aunque quizás no lo suficientemente rápido como para ofrecer puestos de trabajo a todos los nuevos demandantes de empleo, que ingresan cada año en el mercado laboral. El Banco Mundial, por su parte, señala que la falta de mano de obra especializada y el relativamente alto coste de la mano de obra constituyen los mayores obstáculos para la creación de empleo y ha llamado al gobierno sudafricano a liberalizar aún más el mercado laboral.