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Enfoques cooperativos, hoy

Tiempos de ruptura civilizatoria,tiempos de cooperación

Fuentes: Rebelión

«Topami pe jepoyhu, ñorairõ ha pokarê. Ha’evémante oreave tesaýpe rojahu. Hi’ãma ore porayhu ipoty ha oñeñopê». Ha che retá Paraguay. Teodoro S. Mongelós. * Aún no se apaga el estridente entusiasmo de la celebración del Día Internacional del Cooperativismo y ya nos abocamos a realizar algunas incompletas pero necesarias reflexiones enmarcadas en tan magnifico evento. […]

«Topami pe jepoyhu, ñorairõ ha pokarê. Ha’evémante oreave tesaýpe rojahu. Hi’ãma ore porayhu ipoty ha oñeñopê». Ha che retá Paraguay. Teodoro S. Mongelós. *

Aún no se apaga el estridente entusiasmo de la celebración del Día Internacional del Cooperativismo y ya nos abocamos a realizar algunas incompletas pero necesarias reflexiones enmarcadas en tan magnifico evento.

Bajo la consigna de que «Las cooperativas aseguran que nadie se quede atrás» y el tema «La inclusión» la Alianza Cooperativa Internacional-ACI-, lanzó su mensaje al mundo.

Nosotros desde TECNICOOP Conmemoramos el «Día Internacional del Cooperativismo» con un fuerte mensaje testimonial. Ese mensaje testimonial es una fuerte interpelación y de reflexión sobre el escenario económico y social en que nos desenvolvemos, sobre las justas aspiraciones de mejoría de vida y de la potencialidad del cooperativismo en todo eso. Este mensaje testimonial desde un pensamiento disruptivo casi configura un reproche. ¿Por qué?

Porque, hoy, en pleno siglo XXI, no asombra-lamentablemente-comprobar que el movimiento cooperativo aún padece de atadura dogmática, compromisos político-partidarios, económicos, frenados por su propia incapacidad de proponer y llevar adelante tareas históricas transformadoras puesto que, sostenidos en la argumentación expuesta, entendemos que son tiempos de ruptura civilizatoria, y labrar surcos para la siembra de la civilización cooperativa.

El accionar de gobiernos que ponen inmensas barreras a la acción educadora cooperativa utilizando marasmos legales e ilegalidades, sortilegios burocráticos e intervencionismo partidarios que aíslan de la doctrina cooperativa al pueblo, pueblo que así se sume en la profundidad de la ignorancia supina de sus propios intereses.

En el mundo real, y en especial en Latinoamérica nos enfrentamos al fenómeno de las políticas neoliberales que prosiguen su faena de desguace industrial, la poca que quedó en realidad y sus secuelas de profundización de la desigualdad social, sin olvidar el deterioro de la democracia por obra y gracia de la corruptela política-partidaria.

Está claro, y es necesario subrayar que en un mundo bonito donde se respetaran las leyes y constituciones, la soberanía e independencia de las naciones, donde abundaran ejemplos de altruismo, el cooperativismo campearía de manera natural. Pero, como dijo alguien, acertadamente por cierto, el mundo no está hecho tan felizmente.

Encontramos antagonismo en el mundo real que dividen y fraccionan la existencia social en razón de intereses que así se organizan y posesionan. Así nos encontramos con hombres que sólo poseen ambición y egoísmo, y otros hombres que tienen, potencialmente, enormes posibilidades de generar la fraternidad, la unidad y poner la inteligencia en pos de mejor mundo, así el hombre descubrió que la cooperación es parte central de su naturaleza y que es posible y necesario estimularla con la educación y la cultura del trabajo cooperativo.

Sabemos de sobra que las actuales sociedades se organizaron y se conservan sobre las espaldas de los expoliados. Pronunciar esta verdad tan evidente no es un descubrimiento por sí mismo es, en todo caso, un recordatorio para evitar la somnolencia mental que suele atacarnos.

Recordemos, leyendo una y otra vez el libro de Paul Lambert La Doctrina Cooperativacuando nos ilustra: «Al preguntarnos cuál es el futuro del movimiento cooperativo, tendremos que mirar y estudiar muy de cerca las especulaciones de Fauquet sobre el «sector cooperativo», e investigaremos si es verdad que la cooperación está destinada a permanecer reducida a un cierto sector de la actividad económica. Desde ahora advierto que no comparto la opinión de Fauquet sobre este punto». Nosotros tampoco.

Y tampoco olvidamos el carácter transformador del cooperativismo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

* («Que se acabe el desamor, riñas y deshonestidad, Y más nosotros que en lágrimas vivimos. Ojalá nuestro sentir florezca y se muestre reluciente) Traducción guaraní-castellano: Prof. Segundo Ccp Núñez.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.