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Trump: Gobierno, política exterior y geoestrategia mundial

Fuentes: Rebelión

Con las elecciones a medio término en Estados Unidos en la mira es un buen momento de analizar el primer período de Donald Trump como presidente. Bajo la teoría tomada de la geopolítica británica clásica, en aras de asegurar la dominación mundial, una potencia hegemónica debía procurar entablar una alianza con el más débil de […]

Con las elecciones a medio término en Estados Unidos en la mira es un buen momento de analizar el primer período de Donald Trump como presidente. Bajo la teoría tomada de la geopolítica británica clásica, en aras de asegurar la dominación mundial, una potencia hegemónica debía procurar entablar una alianza con el más débil de dos rivales para derrotar al más fuerte, y en ese proceso, agotar y debilitar también el poder del más débil. Una ecuación de poder extraordinariamente exitosa en la construcción del Imperio Británico hasta la Segunda Guerra Mundial. Esa doctrina fue la que había implementado el mismo Kissinger bajo el gobierno de Nixon en 1971-72, cuando se desempeñaba como Secretario de Estado, y generó el acercamiento de EUA con China, en aquel entonces el más débil de sus dos grandes adversarios, seduciendo a ese país para aliarse contra la Unión Soviética, entonces el adversario más fuerte. Jugada que le dio resultado a EUA en aquel entonces, y que Kissinger ha venido planeando reeditar, aunque invertida, en la actualidad.

Ello ha implicado una política inversa y opuesta a la que sostuvo Barack Obama durante su mandato, en especial durante el último tiempo, quien bajo la geoestrategia de Zbigniew Brzezinski confrontó fuertemente con Rusia, buscando detener el ascenso de las potencias emergentes euroasiáticas y su planteo de rediseño del ordenamiento mundial . Así, en febrero de 2014 había promovido la «revolución de color», o golpe de Estado, del «euromaidan» en Ucrania que derrocó al presidente Yanukóvich, cercano a Rusia, lo cual desencadenó una guerra civil de grandes proporciones y relieve estratégico. Luego, ante la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea, luego del referéndum en que más del 95% de sus ciudadanos votaron por incorporarse a la Federación Rusa, Obama impulsó una serie de sanciones por parte de «Occidente». Por lo contrario, entre los planes de Kissinger figuraba el reconocimiento oficial por parte de EUA de Crimea como parte de Rusia y el levantamiento de las sanciones económicas.

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