Cuando Donald Trump planteó que su teléfono había sido interceptado durante la administración Obama, seguramente estaba en lo cierto. Los Servicios Especiales del gobierno de Estados Unidos, antes y durante Obama y estoy seguro lo continuarán haciendo durante la administración Trump, han mantenido un control total de todo tipo de comunicación electrónica, ya sea por […]
Cuando Donald Trump planteó que su teléfono había sido interceptado durante la administración Obama, seguramente estaba en lo cierto.
Los Servicios Especiales del gobierno de Estados Unidos, antes y durante Obama y estoy seguro lo continuarán haciendo durante la administración Trump, han mantenido un control total de todo tipo de comunicación electrónica, ya sea por teléfono, ordenadores, internet, radio, televisión y cualquier otro equipo de comunicación que pueda utilizarse.
La American Civil Liberty Union, la prensa establecida y las organizaciones de carácter liberal que luchan por el respeto a los Derechos Humanos y el respeto a la privacidad del ciudadano, han protestado en infinidad de veces por este tipo de control cibernético establecido por el gobierno estadounidense, señalando como principales agencias que ejercen ese control a la NSA, la CIA, el FBI, el Departamento de Defensa y otros.
Este control controla las comunicaciones de todos los ciudadanos, estadounidenses y de otros países, llámese Donald Trump, Michael Moore, Papi Ortiz, Ángela Merkel (que ya protestó por esto), Noam Chomsky o Evo Morales. Recuerdan que se tenían todas las llamadas que Hillary había efectuado por su celular y las comunicaciones que había realizado por su cuenta particular de correo. ¿Esa información la dio la NSA o los rusos? Se supone que las comunicaciones del presidente y los miembros del gabinete no pasen por este procedimiento, pero las de Hillary, Secretario de Estado, estaban.
Los representantes de las agencias de inteligencia y contrainteligencia que realizan este trabajo, no pueden admitir que se esté realizando, pues el mismo es TOTALMENTE ILEGAL y es una seria violación de los Derechos Humanos, no solamente en Estados Unidos, sino en todos los países del mundo.
Desde hace muchos años, Estados Unidos, con un número selecto de aliados tiene en funcionamiento el SISTEMA ECHELON, que capta toda comunicación que se transmita por vía aérea, prácticamente todas, pues con la era de los satélites, hasta las comunicaciones de un barrio a otro cercano van por esa vía, ya sea de celulares, computadoras, radio y otras. Esto se denomina INTELIGENCIA DE SEÑALES (SIGINT). Este sistema intercepta más de tres mil millones de comunicaciones diarias, las que son analizadas utilizando un sistema de supercomputadoras que señala aquellas que sean de interés. Poner el nombre de una persona en el sistema, es suficiente para que todo lo que hable o envíe por correo electrónico pase a ser analizado. Los analizadores de voces del sistema también funcionan con este objetivo.
El sistema ECHELON cuenta con una serie de antenas parabólicas en distintos países del mundo para la captación de señales de los satélites, también tiene equipos que pueden captar comunicaciones donde no intervengan los satélites, muchos de ellos utilizando el rayo láser proyectado contra una ventana de cristal, que hace de micrófono por las vibraciones que recibe. Estos equipos se sitúan en las Embajadas, Consulados y viviendas de funcionarios diplomáticos o agentes. Por ejemplo, uno de esos equipos situado en la Embajada de Estados Unidos en la Habana, tendría un campo de acción de dos a tres kilómetros, siempre y cuando no se interponga en el mismo algo que impida la llegada del rayo láser a su objetivo.
El sistema PRISM que utiliza la información obtenida por ECHELON fue sacado a la luz pública en junio del 2013, en que entre otros, el Washington Post alertó sobre la violación de la privacidad que este sistema promovía, utilizando los datos de Google, Apple, Microsoft, Facebook, Tweet y otros ara la recopilación de datos personales de los usuarios e ir creándole un expediente con sus antecedente, gustos, reacciones, hábitos de consumo, amistades, deportes favoritos y todo lo que tenga que ver con su vida particular.
Para las comunicaciones que viajan por el cable submarino, existe una nave que «pincha» las mismas, para que no se escape nada. Como el cable se cambiará por otro de fibra óptica, ya está listo el submarino «Jimmy Carter», que costó 1,500 millones de dólares, completamente habilitado para «pinchar» la fibra óptica.
Dentro de las novedades tecnológicas desarrolladas últimamente para la intercepción de llamadas telefónicas y mensajes computarizados se encuentra el equipo denominado STINGRAY que tiene el tamaño de un maletín y funciona como una torre de telefonía celular. Es un interceptor portátil que permite recibir la señal casi inmediatamente que la misma se produce, lo que representa una ventaja para los que está interceptando la misma.
Existen dispositivos que pueden hacer que se active un teléfono celular que su propietario tuvo la precaución de apagar antes de entrar en una reunión, pero entró con el celular, que al ser activado, se convierte en un micrófono transmisor de todo lo que se hable en la misma.
El día 8 de marzo, WikiLeaks difundió una serie de documentos sobre el ciberespionaje realizó por la CIA mediante los cuales se ofrecen detalles de un programa de «hackeo» de teléfonos, ordenadores y televisores por parte de los servicios especiales estadounidenses, los que por medio de internet los convierte en micrófonos para espiar a sus usuarios. Estos documentos abarcan del 2013 al 2016.
El llamado programa «Año Cero» incluye toda una serie de armas informáticas para poder «hackear» teléfonos y dispositivos producidos por compañías estadounidenses, como los iPhone de Apple, el sistema Android de Google, el Windows de Microsoft o los televisores Samsung con conexión a Internet, que se convierten en micrófonos encubiertos a través de los cuales espiar a sus usuarios. El método de ataque a la televisión Samsung se diseñó, dice WikiLeaks, en cooperación con Reino Unido. Y se plantea que al vender un televisor la empresa alerta sobre esta posibilidad.
Las revelaciones de este martes, donde se publican documentos secretos de la CIA, de confirmarse, darán a Trump una buena base para insistir en que la agencia de inteligencia está plagada de soplones que no cuidan bien de la información confidencial y los mayores secretos de la nación.
Cualquier ciudadano estadounidense, incluyendo a Trump cuando todavía no era presidente, e inclusive de otros países del mundo, puede decir, sin equivocarse, que los servicios especiales estadounidenses le tienen intervenido el teléfono y los otros medios de comunicación con que realiza su actividad.
Espero que después de ser presidente le den otro tratamiento a su celular. (No estoy seguro de esto).
Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba)