Recomiendo:
0

Túnez ayuda lo mejor que puede a los refugiados que esperan regresar

Fuentes: la-croix.com

Traducido para Rebelión por Susana Merino

Poco a poco se está organizando un corredor humanitario para repatriar a sus países de origen a los trabajadores extranjeros que aguardan en los campamentos tunecinos cerca de la frontera Libia.

En las barreras del puesto fronterizo tunecino de Ras Jedir, la mayoría bangladesíes y ganeanos, hombres solos que huyen de la Libia de sangre y fuego llegan por grupos. Algunos vienen de zonas adonde arrecian los combates. Llevan a cuestas lo que les queda de sus bienes. A veces han caminado muchos días. Están abrumados, conmocionados, la mayor parte han sido despojados de sus teléfonos móviles. Uno de ellos muestra una amplia y victoriosa sonrisa: tuvo la buena idea de ocultarlo en el interior del cinturón de su pantalón.

Una marea humana ha invadido el puesto fronterizo desde el 20 de febrero. Alrededor de 10.000 extranjeros que trabajaban en Libia en la construcción o en la agricultura llegan todos los días, en dos semanas son 110.000 en total, el sábado eran solo 3.600.

«La situación esta en calma y se disfruta de la prioridad de la higiene y la limpieza» explica Ramzy Ben Haji Nasr, médico de Túnez que ha venido durante algunos días como refuerzo. El piso que había desaparecido durante algunos días bajo un alfombra de basura, botellas de agua, paquetes de galletitas… comienza a aparecer gracias al trabajo de los voluntarios de la Media Luna Roja.

La situación sanitaria está controlada. Sin embargo esta calma relativa no garantiza nada, debido a las trágicas noticias que vienen de Libia. Muchos se preguntan si no será la calma que precede a la tormenta.

«Según algunos testimonios hay un campamento en el lado libio en el que retienen a los extranjeros, pero no podemos confirmarlo» reconoce el coronel Mihouba Malok, responsable de la protección civil, dirigiéndose con paso decidido a la carpa de los voluntarios, musulmanes salafistas que distribuyen comida a los que llegan «Presten atención a lo que les dan, nada de «harissa» esta gente es frágil, tiene diarreas» los sermonea.

La situación sanitaria está controlada. El doctor Ikram Mzoughi, anestesista de Susa, de la Media Luna Roja, que ha venido para responsabilizarse del puesto médico de avanzada -dos carpas en la misma frontera- desmiente la amenaza de epidemia de la que habla la Organización Mundial de la Salud.

«Puede que lleguen a ser todavía muchos más»

«Tenemos conjuntivitis, gastroenteritis, cefaleas y algunos casos de sarna, muy contagiosa, que hemos puesto en cuarentena» precisa. Los pacientes más graves se envían directamente al hospital de campaña levantado en el campamento de Chucha, a ocho kilómetros de la frontera.

En Chucha, sobre un terreno preparado por el ejército tunecino, las carpas se extienden hasta perderse de vista. Las de color caqui son de los militares; las otras, blancas, del alto Comisariado para los refugiados de Naciones Unidas a la derecha, para albergar a 20.000 personas.

Eso no impide que Moncef Chamboul, miembro de la Iniciativa de protección de la revolución de Ben Guerdane junto al coronel Malok, la Cruz Roja y la Media Luna Roja estudien planes para ampliar el campo con 5.000 carpas suplementarias que deberán llegar de Dinamarca.

«Estamos dispuestos a todo, puesto que será mayor la cantidad de refugiados en los próximos días» explica Moncef Chamboul. En realidad no son refugiados porque la mayoría son extranjeros que huyen de Libia y quieren volver a sus países de origen.» Precisa el coronel Malok.

Gracias a Túnez

Mientras esperan, los 12.000, aproximadamente, «refugiados temporarios» casi todos de Bangladesh se organizan. Por grupos se lavan con un chorro de agua, otros van a buscar la comida. Centenares de ellos guardan cola pacientemente cerca de los Teléfonos sin fronteras que ofrecen tres minutos de comunicación por satélite a cualquier lugar del mundo, el suficiente como para comunicar que están vivos y que ven la luz del final del túnel gracias a la solidaridad tunecina.

Espontáneamente algunos grupos cantan «Gracias Túnez». Les aseguramos acogida, alimentación, es preciso que la comunidad internacional se mueva más rápido, hacen falta aviones, barcos y aún más aviones y más barcos», se inquieta Moncef Chamboul

Casi todos los egipcios han sido repatriados. Muchos embarcaron el sábado en el puerto de Gabès. «Muchos países se hacen cargo de sus repatriados como China, Vietnam, Pakistán, Nepal, Argelia, Marruecos, detalla Tarek Ben Ali de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)

«El caso de los bangladesíes es mucho más complicado, porque su país no puede hacerse cargo», subraya. El domingo habrá tres vuelos con la bandera de la OIM y tres vuelos organizados por el gobierno británico para Bangladesh.

Fuente: http://www.la-croix.com/La-Tunisie-aide-au-mieux-les-refugies-qui-attendent-leur-ret/article/2457612/55351

rCR