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La candidatura de los violentos

Un diálogo imaginario (hecho de frases reales)

Fuentes: Kaosenlared

Durante las últimas semanas he tenido que contestar a más preguntas improcedentes y comentarios absurdos que en toda mi vida anterior. Preguntas y comentarios a menudo formulados por personas inteligentes y de izquierdas (o eso creía yo; o eso creen ellas). El siguiente diálogo con una amiga «progre» es imaginario; pero está hecho de retazos […]

Durante las últimas semanas he tenido que contestar a más preguntas improcedentes y comentarios absurdos que en toda mi vida anterior. Preguntas y comentarios a menudo formulados por personas inteligentes y de izquierdas (o eso creía yo; o eso creen ellas). El siguiente diálogo con una amiga «progre» es imaginario; pero está hecho de retazos de conversaciones reales.

-¿Es verdad que apoyas la candidatura de los violentos?

-Es totalmente falso. Nunca he apoyado al PP.

-Me refiero a los otros violentos.

-Tampoco he apoyado nunca al PSOE.

-No te hagas el tonto.

-Eres tú la que se hace la tonta. O la desmemoriada. ¿Ya no te acuerdas de lo que decías cuando eras roja?

-Claro que me acuerdo; pero eso fue durante el franquismo. Entonces los violentos eran los que estaban en el poder.

-Y ahora también.

-¿Y qué me dices de ETA?

-Podría decirte algunas cosas, y otras muchas no podría decírtelas porque no las sé; pero eso no tiene nada que ver con II-SP, que es la candidatura (o más bien el proyecto político) que yo apoyo.

-¿Cómo que no tiene nada que ver? II-SP es la candidatura de la izquierda abertzale.

-En primer lugar, la izquierda abertzale no es ETA. Y en segundo lugar, II-SP no es la candidatura de la izquierda abertzale.

-Pero la izquierda abertzale pidió el voto para II-SP.

-Lo cual nos honra y nos reafirma en nuestro proyecto. Pero que alguien pida el voto para algo no significa que ese algo sea de ese alguien o esté bajo su control. Si hubiera una coalición que hiciera de la libertad sexual una cuestión prioritaria y en la que participaran varios colectivos de gays y de lesbianas, sería normal que un ilegalizado Frente de Liberación Homosexual pidiera el voto para esa coalición, aunque no tuviera ningún control sobre ella.

-¿Y no sabías de antemano que la izquierda abertzale os iba a apoyar?

-Lo suponía y lo esperaba; pero no estaba seguro.

-¿Y cómo puedes aceptar, e incluso esperar, el apoyo de los que no condenan a ETA?

-Porque comprendo y respeto plenamente que se nieguen a condenar a ETA y solo a ETA.

-¿Por qué?

-Porque, más que un derecho, es un deber democrático negarse a condenar aquello y solo aquello que al poder le interesa que se condene; y porque no hay que fomentar la falacia de que ETA es el mal absoluto y el gran problema de eso que algunos llaman España (y aprovechando que esta es una conversación virtual, te remito a mi reciente artículo Ni ETA ni E.T.: www.kaosenlared.net/noticia/ni-eta-ni-e.t-entrevista-imaginaria-aunque-no-todo).

-¿Por qué dices «eso que algunos llaman España»? ¿No puedes decir simplemente «España»?

-¿Dirías tú «Arriba España»?

-Claro que no.

-¿Por qué no? ¿Acaso no quieres que suba el nivel de vida, que suban las pensiones, las prestaciones sociales…?

-Sí, claro.

-Pues subir es ir hacia arriba; y si quieres que España vaya hacia arriba, ¿por qué no dices «Arriba España»?

-Porque es una arenga de los fachas. Es una frase inseparable de sus connotaciones y sus referentes.

-Pues el término «España» también es inseparable de sus connotaciones y sus referentes (como la «España una, grande y libre» del franquismo). Quienes quieren que se llame «español» a la lengua castellana y «España» al conjunto de las naciones del Estado, reivindican, consciente o inconscientemente, la «unidad» cultural y administrativa impuesta a sangre y fuego por Franco e Isabel la Católica. Tal como se suelen utilizar, los términos «España» y «español» son sinécdoques abusivas.

-¿Qué es una sinécdoque, que ya no me acuerdo?

-Tomar la parte por el todo, o viceversa. Como cuando los estadounidenses llaman «América» a su país, porque se creen los amos de todo el continente. Esos abusos lingüísticos, de claras resonancias imperialistas, atentan contra la soberanía de los pueblos y su derecho de autodeterminación. Así que ni arriba ni España. Ni condenas por prescripción gubernativa.