El senador ultraconserador estadounidense Robert Menéndez, está a punto de participar de su propio funeral político, tras comprobar el FBI que mantuvo relaciones sexuales pagas con menores dominicanas, mientras investiga los presuntos delitos de tráfico de influencia que favorecieron, sobre todo, al oftalmólogo y empresario dominicano-estadounidense Salomón Melgen, su amigo de fechorías. El escándalo está […]
El senador ultraconserador estadounidense Robert Menéndez, está a punto de participar de su propio funeral político, tras comprobar el FBI que mantuvo relaciones sexuales pagas con menores dominicanas, mientras investiga los presuntos delitos de tráfico de influencia que favorecieron, sobre todo, al oftalmólogo y empresario dominicano-estadounidense Salomón Melgen, su amigo de fechorías.
El escándalo está cercando al senador demócrata y furibundo anticubano, pronto a asumir la presidencia del Comité de Relaciones Exteriores, desde que el FBI consideró como información precisa los favores sexuales pagados a prostitutas en República Dominicana, entre ellas menores de edad.
El agente especial del FBI señaló que «Hemos podido confirmar la mayor parte de la información que habían proporcionado sobre Menéndez y las prostitutas», durante una fiesta realizada en abril de 2012 en una finca dominicana de tres mil hectáreas llamada Casa de Campo, prop iedad de Melgen.
Desde agosto de 2012, le sigue el rastro a sus viajes dominicanos con Melgen y en el jet de este donante de sus campañas, afín a sus juergas. Y antes, en abril, Carrie Levine, director de investigación de ciudadanos para la responsabilidad y la ética en Washington (CREW) fue advertido sobre otros hechos similares que involucraban al senador. La fiscalía en Nueva Jersey indagó los vínculos con Menéndez por el alquiler de oficinas al North Hudson de acción comunitaria, financiado con fondos federales, lo que levantó fuertes sospechas de desvío de dinero.
Una redada del FBI en los consultorios del poderoso en Palm Beach, Florida, disparó las información es sobre sus regalos y amistad con Robert Menéndez, quien influyó a favor de sus negocios en República Dominicana. Asimismo, los agentes investigaban fraude al Medicare, seguro social administrado por el gobierno de EEUU, pero también buscaban pruebas sobre las relaciones de Melgen con miembros del Congreso, entre ellos Menéndez a quien ha donado significativas sumas durante sus campañas.
Mientras, el Miami Herald habla de fiestas privadas de recaudación de fondos en la mansióan miamera del oftalmólogo, donde concurrieran los exsenadores Chistopher Dodd y Bob Graham, el ex gobernador de Florida Lawton Chiles… e incluso los expresidentes Bill Clinton y Leonel Fernández.
La última campaña lo mantuvo en el congreso y lo ha llevado hasta la presidencia del influyente Comité de Relaciones Exteriores, en sustitución del actual Secretario de Estado (canciller) John Kerry.
El New York Times recomendó al líder de la mayoría del Senado norteamericano, Harry Reid, quitarle urgentemente la presidencia del Comité, «por lo menos hasta que el Comité de Ética senatorial haya investigado a fondo las acusaciones de mala conducta» formuladas en contra del politiquero ultraderechista de Nueva Jersey.
El senador «Bob» Menéndez nunca fue «una opción distinguida» como presidente del influyente comité y solo ascendió al cargo este mes en virtud de su antigüedad en la cámara alta del Congreso, señala el diario en su comentario editorial. «La preocupación por esta falta de aptitud ha aumentado bruscamente en medio de nuevas revelaciones sobre el uso del Sr. Menéndez de su cargo para promover los intereses financieros de un amigo y gran donante , Salomón Melgen», añade. Amigo de terroristas
A pesar de ser «demócrata», ha torpredeado todo intento de liberalización de la política norteamericana hacia Cuba, y es miembro prominente de a una facción renuente al cambio dentro de la comunidad cubanoestadounidense. Aunque el 72% de los estadounidenses consideran que el bloqueo no ha funcionado, Menéndez no solo se opone a la derogación de la medida e incluso ha avanzado en posiciones contra las libertades de la propia ciudadanía norteamericana al rechazar el fin de la prohibición que le impide viajar a Cuba.
En el 2009 amenazó con el fin del financiamiento de Estados Unidos a la Organización de Estados Americanos (OEA) si analizaba el rgreso de Cuba. Menéndez sirve a esos intereses de estrangulamiento de la Ley Helms Burton aprobada en 1996 que también favoreció los fondos destinados a intentar la caída de Fidel Castro, aportando equipos tecnológicos para la subversión y actos terroristas.
Incluso, cuando la administración trató de reducir esa política, el senador manifestó públicamente su oposición a los recortes o a la transformación del proyecto anticubano.
Menéndez también ha tenido relaciones con grupos violentos y terroristas confesos. A través su ex suegro Arnaldo Monzón Plasencia, Menéndez confraternizó con Luis Posada Carriles -autor intelectual de la voladura de un avión de Cubana y de numerosos atentados terroristas- y celebró su absolución en el juicio que se le hizo en El Paso, Texas. El abogado de la parte venezolana en el juicio a Posadas, José Pertierra, se refiere al testimonio de Oscar de Rojas, contador del negocio Arnold Fashions de Monzón Plasencia, donde también lo liga a Jorge Mas Canosa y al financiamiento de Posada Carriles en la época en que preparaba acciones terroristas contra Cuba desde Centroamérica, como la que terminó con la vida del joven italiano Fabio di Celmo en La Habana. Se conoce también la predisposición de Menéndez para con los dirigentes de la oposición venezolana, a quienes ha recibido y alentado.
Mientras el FBI sigue investigando, y el Comité de Ética del Senado trata de evadir las fuertes presiones del lobby anticubano para no imputar al senador, Bob Menéndez se va preparando para su funeral político.