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PP y del PSOE impiden un acto sobre el Sahara en el Congreso

Un precedente inquietante

Fuentes: Contramutis

La decisión adoptada por la Mesa del Congreso, con los votos del PP y del PSOE, de impedir la celebración en una de sus salas de un acto del Intergrupo del Sáhara Occidental creado en la cámara, con carácter previo a la celebración en Madrid, los días 16 y 17 de noviembre, de la Conferencia […]

La decisión adoptada por la Mesa del Congreso, con los votos del PP y del PSOE, de impedir la celebración en una de sus salas de un acto del Intergrupo del Sáhara Occidental creado en la cámara, con carácter previo a la celebración en Madrid, los días 16 y 17 de noviembre, de la Conferencia Europea de solidaridad con el Sáhara (EUCOCO) que cada año se celebra en una ciudad del continente, constituye un inquietante precedente de sumisión a Marruecos de los poderes públicos en España en relación al contencioso saharaui.

Ojalá que en los próximos días la Mesa del Congreso rectifique su decisión, siquiera sea autorizando el acto en una sala diferente y de menor relevancia que la inicialmente prevista. Porque en las dependencias del Congreso y del Senado se han celebrado en bastantes otras ocasiones actos similares de apoyo al pueblo saharaui, aunque como sucede en el que nos ocupa (y de hecho ocurre con otros muchos actos que tienen lugar en la Cámara), no tengan carácter oficial ni constituyan parte de las actividades regladas mediante las que la cámaras desempeñan sus funciones. Y aunque la asistencia de los diputados y diputadas haya sido habitualmente desigual en función del mayor o menor respaldo a la causa saharaui de los grupos a los que representan. Y, en función también, por qué no decirlo, al tratarse, para entendernos, de una especie de «actividades extraescolares», de su propio compromiso personal.

De hecho, el último de estos actos organizado por el Intergrupo Sáhara en el Congreso tuvo lugar el pasado mes de febrero. Y estuvo dedicado a tratar tanto los últimos pronunciamientos de la Audiencia Nacional sobre el Sáhara como los del Tribunal de Justicia de la UE sobre la ilícita explotación de sus recursos naturales, dos asuntos de la mayor trascendencia, aunque los medios de comunicación apenas se hagan eco de ellos, y en los que, mira por dónde, no sale nada bien parado Marruecos.

Y uno no tiene más remedio que preguntarse qué es lo que ha cambiado desde febrero a acá. ¿Habrá que buscar la explicación exclusivamente en el cambio de inquilino de La Moncloa? ¿O será que alguien, vaya usted a saber a qué lado del Estrecho, no soportó entonces y sigue sin soportar ahora que se hable en voz alta y se diga la verdad sobre el Sáhara?

Porque siendo en sí misma grave la suspensión del acto del día 16, si finalmente se confirma, tanto o más preocupantes son algunos de los argumentos esgrimidos para aconsejarla en el informe elaborado por el Ministerio de Asuntos Exteriores que ha servido de guía para la decisión de la Mesa. Alguno tan vergonzoso y fuera de lugar como el del principio de integridad territorial, que aunque es de sobra conocido por el ministerio que dirige Josép Borrell que no es de aplicación al Sáhara Occidental por mucho que se empeñe Marruecos, el propio informe admite vergonzantemente que esgrime por no molestar a Marruecos.

Según Naciones Unidas, el Sáhara Occidental continuará siendo un territorio pendiente de descolonización hasta que el pueblo saharaui decida libremente su futuro y ese es el motivo por el que cada año sigue siendo objeto de examen, no solo por el Consejo de Seguridad -que acaba de prorrogar el mandato de la MINURSO- sino por la Asamblea General y por el Comité de Descolonización, también llamado ‘Comité de los 24′. Y aunque Marruecos lleve ocupando la mayor parte del Sáhara Occidental desde que hace 43 años España salió indignamente de allí, ningún país de la Comunidad Internacional ha reconocido nunca formalmente su soberanía al sur del paralelo 27º 40’.

¿Cómo va a ser, por tanto, de aplicación el principio de integridad territorial al Sáhara Occidental si la propia Unión Europea ha tenido que admitir, a través de su Tribunal de Justicia, y a propósito de los acuerdos comerciales, que de acuerdo con el estatuto que tiene el Sáhara Occidental en la ONU, no forma parte de Marruecos? ¿O es que acaso España se ha convertido en el primer estado del mundo que reconoce dicha soberanía? Algo que, insistimos, no ha hecho formalmente ni siquiera Francia, pese a haber sido tradicionalmente el más conspicuo aliado de las tesis marroquíes en los distintos foros internacionales. Y cuya Asamblea Nacional, dicho sea de paso, acogió el pasado mes de junio una jornada muy parecida a la que el Intergrupo Sáhara sigue pretendiendo celebrar el próximo día 16 en el Congreso.