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Túnez

Un programa de urgencia, Frente Popular

Fuentes: Viento Sur

Nuestro país sigue bajo el impacto del asesinato del secretario general del Partido de los Patriotas Demócratas Unificado y fundador del Frente Popular, Chokri Belaid. Un asesinato que viene a confirmar la gravedad de la crisis que atraviesa nuestro país a todos los niveles: político (crisis del gobierno cuya legitimidad y credibilidad se hunden), económico, […]

Nuestro país sigue bajo el impacto del asesinato del secretario general del Partido de los Patriotas Demócratas Unificado y fundador del Frente Popular, Chokri Belaid.

Un asesinato que viene a confirmar la gravedad de la crisis que atraviesa nuestro país a todos los niveles: político (crisis del gobierno cuya legitimidad y credibilidad se hunden), económico, social, cultural y de seguridad. Una crisis fruto del fracaso de la coalición en el poder, dirigida por el «movimiento Ennahda», y de su incapacidad para resolver los problemas fundamentales a los que hace frente el pueblo tunecino. Un pueblo que sufre sus graves consecuencias: aumento de la tasa de paro, exacerbación de la pobreza y de las necesidades sociales no satisfechas, marginación y represión. El gobierno de la troika (Ennahda, Ettakatol, Congreso por la República), también se ha mostrado incapaz de efectuar una remodelación ministerial tras las consultas desarrolladas durante más de siete meses debido a la preeminencia de la lucha poder el reparto del poder, lejos de los intereses del pueblo y del país.

En esta situación, el primer ministro, Hamadi Jebali, anunció recientemente su decisión de realizar una remodelación ministerial para formar lo que llama un «gobierno de tecnócratas», subrayando su determinación de ir en esta dirección cualquiera que fuera la posición de los partidos políticos del gobierno y de la oposición, haciendo caso omiso al rechazo popular y a las protestas que se han extendido a todas las regiones del país y han alcanzado su apogeo tras el martirio del compañero Chokri Belaid, cuyos funerales constituyeron un referéndum contra el gobierno y a favor de su dimisión.

Ante a estos acontecimientos, saludamos a las masas del pueblo tunecino por su apoyo y la simpatía mostrada por el camarada mártir, así como por surechazo de los crímenes políticos y de las políticas, actitudes y prácticas que han llevado o creado un clima favorable a la realización de tales crímenes. Por nuestra parte, asumiendo nuestras responsabilidades históricas, declaramos:

– Consideramos que la iniciativa del primer ministro del gobierno provisional no pone fin a la lógica de rechazo de cualquier opinión que no sea la suya, aunque esta coalición no tenga claro un programa político y socioeconómico para a corto plazo y, por tanto, sea incapaz de garantizar lo que queda del período de transición. Igualmente, estimamos que el primer ministro, al igual que su equipo gubernamental, es responsable del fiasco completo del gobierno;

– Subrayamos que la situación actual exige un nuevo gobierno, un gobierno de crisis, para salvar al país. Un gobierno con un limitado número de miembros, al servicio del pueblo y del país, que goce del apoyo de la población, de las fuerzas nacionales, progresistas y democráticas, compuesto de expertos nacionales, con el fin de gestionar lo que queda del período de transición. Sus miembros no se presentarán a las próximas elecciones.

- Este gobierno debe impulsar el siguiente programa de urgencia:

  • fijar una agenda clara para el resto del período de transición:
  • acabar la redacción de la Constitución que consagre las aspiraciones de libertad, dignidad, justicia social e igualdad de los tunecinos y tunecinas;
  • resolver el expediente de los mártires y de los heridos de la revolución;
  • elaborar la ley electoral;
  • elaborar la ley sobre la justicia transicional;
  • poner en pie las instancias de regulación: comisión electoral, comisión de la magistratura judicial y comisión de medios de comunicación;
  • fijar una fecha precisa para la celebración de las próximas elecciones;
  • poner en marcha mecanismos de lucha contra la corrupción y el «dinero político» [sus fuentes];
  • organizar un seminario nacional sobre la inmigración.

Adoptar medidas económicas y sociales de urgencia. En concreto:

  • impedir la liquidación de las empresas nacionales y de las riquezas principales del país;
  • suspender el pago de la deuda y poner en pie un comité para auditar la misma;
  • recuperar el control del Estado sobre la evasión fiscal;
  • establecer un impuesto excepcional sobre las grandes fortunas;
  • apoyar y animar a los pequeños y medios agricultores y eximirles del pago de la deuda que les hunde;
  • congelar los precios al consumo para proteger el poder de compra del pueblo e impulsar el consumo;
  • poner en marcha un decreto que prohíba la subcontratación y la regularización de los trabajadores de las obras;
  • reducir el paro y estudiar el establecimiento de un subsidio de desempleo;
  • modificar y reestructurar el salario mínimo industrial y agrícola;
  • reducir la importación de los productos de lujo y los gastos de la Administración Pública.

Y, de forma inmediata:

  • abrir una investigación urgente sobre el asesinato del compañero Chokri Belaid /1;
  • investigar todas las agresiones contra militantes políticos, intelectuales, artistas, periodistas, santuarios, zauias [edificios religiosos], tumbas y
  • juzgar a los responsables;
  • disolver las llamadas «ligas de la protección de la revolución» [milicia de Ennahda] y todos los aparatos paralelos;
  • condenar la utilización de las mezquitas para la incitación a la violencia y a la propaganda política partidista;
  • incriminar la «excomunión» (takfir);
  • anular todos los nombramientos administrativos y políticos efectuados sobre una base partidista.

Realizamos esta propuesta a todas las fuerzas políticas y sociales y al pueblo tunecino. Su materialización se realizará mediante una Conferencia Nacional de salvaguarda que incluya a todos los partidos y personas que deseen evitar que el país se deslice hacia el caos; restaurar la seguridad; estimular la economía y desarrollar la producción; preservar la reputación de la revolución y del país en el interior y en el exterior y, en fin, garantizar las mejores condiciones para la celebración de las próximas elecciones.

Llamamos al conjunto de la población a no detener la movilización hasta deshacer todos los complots y maniobras políticas internas y externas que van contra la seguridad y la estabilidad de nuestro país, así como el pillaje de sus riquezas y la denigración de su revolución.

Expresamos nuestro compromiso incondicional con la lucha por la realización de los objetivos de la revolución y la defensa de la soberanía nacional y la unidad de nuestro pueblo.

Notas

1/ En una conferencia de prensa celebrada el 12 de febrero, el portavoz del Partido de los Patriotas Demócratas Unificado, formación a la que pertenecía Chokri Belaid, declaraba: «La investigación ha comenzado, vamos a ver quw da de sí. Se demanda que los verdaderos responsables de este asesinato sean puestos al descubierto, porque se cree que quien ha matado, quien ha ejecutado el acto del asesinato, no es más que un instrumento humano. Pero la decisión política que se tomó de eliminar a este dirigente político, es una decisión de un partido y se exige que la verdad salga a la luz».

[La investigación ha sido confiada a la policía judicial que está bajo las órdenes del Ministro del Interior. El titular de la cartera es uno de los cuadros de Ennahda. Varios abogados han decidido constituir un «Comité de defensa del mártir Chokri Belaid». Redacción de A l’encontre].

http://alencontre.org/moyenorient/tunisie/tunisie-pour-un-programme-durgence.html

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR