Creado en 1986, el Partido Comunista de los Obreros Tunecinos (PCOT) estaba prohibido en Túnez hasta el estallido del movimiento revolucionario, del que es uno de sus actores. Hamma Hammami, secretario general y portavoz del partido, da el 1 de febrero su análisis de la revolución.¿Cómo explicar el desencadenamiento de esta revolución? ¿Qué papel juega […]
Creado en 1986, el Partido Comunista de los Obreros Tunecinos (PCOT) estaba prohibido en Túnez hasta el estallido del movimiento revolucionario, del que es uno de sus actores. Hamma Hammami, secretario general y portavoz del partido, da el 1 de febrero su análisis de la revolución.
¿Cómo explicar el desencadenamiento de esta revolución? ¿Qué papel juega en ella el PCOT?
Hemos jugado en primer lugar un papel en la preparación. Incluso en los momentos más difíciles bajo la dictadura de Ben Ali, el PCOT ha estado militando por los trabajadores, los parados, las mujeres. Estaba siempre ahí para resistir y defender los intereses de los trabajadores y de las masas populares, en particular en el frente sindical.
Desde 2005, ha jugado un papel importante en el seno del Colectivo 18 de Octubre, intentando sobre todo evitar las disensiones ideológicas. Sobre todo con los islamistas y su carácter sectario que dificultan la construcción del movimiento político y social contra la dictadura. El trabajo en común era sobre las cuestiones que se referían a las libertades democráticas con los islamistas, como por ejemplo los derechos de las mujeres, la libertad de conciencia, la naturaleza del estado democrático. Todo este trabajo ha jugado un papel muy positivo en el seno de la sociedad tunecina: no son las divergencias ideológicas las que han emergido en la revuelta. Han dejado su lugar a las cuestiones políticas, económicas y sociales. Este trabajo ha participado en la emergencia de un clima general favorable a la unidad del pueblo tunecino. Por otra parte, jamás se han oído consignas religiosas en esta revolución, sino consignas de orden político, económico y social.
El verano pasado, celebramos dos grandes reuniones para discutir sobre la eventualidad de una explosión social. No sabíamos donde ni cómo iba a estallar esta revolución, peor estábamos preparados para ella. Cuando la revuelta estalló en Sidi Bouzid, seguimos el movimiento y esto nos valió arrestos de numerosos militantes, algunos de ellos dirigentes del partido. Y en todas partes hemos participado en el movimiento con otras fuerzas democráticas y progresistas, hemos intentado encuadrarlo al máximo.
En las ciudades se habla de comités, de llamamientos locales. ¿Cómo se organiza el movimiento?
Pienso que en esta revolución hay dos puntos fuertes: en primer lugar, el pueblo tunecino ha hecho su revolución con sus propias fuerzas; luego, se ha unificado el pueblo alrededor de consignas de orden político y social. Este movimiento no es verdaderamente espontáneo en el sentido «ausencia de toda organización y de toda conciencia». No, hay una conciencia política nacida de una acumulación de luchas en el curso de estos veinte últimos años. De otra parte, hay una cierta organización a nivel regional y local, a veces alrededor de sindicalistas, de militantes de los derechos humanos, todos juntos. En ciertas localidades, el sindicato de los abogados ha tomado la iniciativa de manifestaciones y dirigido el movimiento.
Lo que ha faltado, es un programa y una organización centrales, ya sea un partido o un frente que dirija el movimiento sobre un programa concreto.
Sobre esta base, llamamos muy pronto a la organización de la revolución al nivel regional, local, a veces a iniciativa de los y las militantes, a veces de forma un poco más espontánea. De todo esto ha nacido lo que se llama unas veces asambleas, y otras consejos o comités populares.
La primera tarea consistía en proteger a las masas de las bandas organizadas y de la policía. Pero poco a poco, estas organizaciones han comenzado a tener un papel a nivel regional o local. En ciertas regiones, eran prácticamente ellas las que dirigían sus ciudades o sus localidades.
El Frente del 14 de Enero de las fuerzas de izquierda es consciente de esta situación y llamará muy próximamente a la celebración de un congreso nacional para la protección de la revolución, al que convocará a los partidos, organizaciones y asociaciones que defienden la revolución. Va también a llamar a los dirigentes que han organizado localmente la revolución a participar en el congreso con, por supuesto, las asociaciones y organizaciones que nos apoyan en el extranjero. Nos encaminamos ahora a escala nacional hacia la organización de las fuerzas de la revolución, para llegar a una nueva etapa para poner fin a la dictadura.
¿Qué piensas de la propagación de las revueltas en el Magreb? ¿Tienes relaciones con organizaciones egipcias, argelinas o marroquíes?
Tenemos lazos pero no son muy sólidos. En Egipto, tenemos contactos con antiguos miembros del Partido Comunista egipcio que han defendido una línea progresista, antiimperialista. Tenemos también lazos con asociaciones o miembros progresistas. Estamos en contacto con ellos diariamente. Nos preguntan cómo hacer y qué consejos podemos darles. Aquí, en Túnez, nuestro movimiento estaba más organizado que en Egipto. En mi opinión, en Egipto el asunto está un poco difuso, sobre todo en la dirección de la construcción del movimiento y a nivel de la movilización.
Fuente: http://www.npa2009.org/content/tunisie-une-d%C3%A9mocratie-en-construction
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR