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La cifra de encarcelados o en supervisión penal era de 7 millones al cierre de 2005

Uno de cada 32 estadounidenses está en prisión o bajo libertad condicional

Fuentes: La Jornada

Uno de cada 32 adultos estadunidenses está en la cárcel o en libertad condicional, reportó el Departamento de Justicia. La cifra récord de 7 millones tras las rejas o bajo supervisión penal por las autoridades, corresponde al cierre de 2005. Según las estadísticas oficiales, 2 millones 193 mil 798 personas están en prisión, lo que […]

Uno de cada 32 adultos estadunidenses está en la cárcel o en libertad condicional, reportó el Departamento de Justicia.

La cifra récord de 7 millones tras las rejas o bajo supervisión penal por las autoridades, corresponde al cierre de 2005. Según las estadísticas oficiales, 2 millones 193 mil 798 personas están en prisión, lo que representa un incremento de 2.7 por ciento comparado con 2004; casi cinco millones estaban bajo algún tipo de libertad provisional o condicional y por lo tanto dentro del sistema penal estadunidense.

Estados Unidos sigue siendo, por mucho, el país con mayor población encarcelada en el mundo. De acuerdo con la organización The Sentencing Project que se especializa en el sistema penal, aquí se encarcela población a una tasa entre 5 y 8 veces por arriba de la mayoría de los países industrializados.

La tasa de encarcelación actual de 737 personas por cada 100 mil es la más alta jamás registrada y mucho mayor que la de Rusia, país en segundo lugar con una tasa de 611 por 100 mil habitantes. Gran Bretaña tiene un tasa de 148 por cada 100 mil; Canadá 107 por cada 100 mil; Alemania 95 y Francia 85.

Según las cifras oficiales, la mitad (49 por ciento) del incremento de la población en prisiones federales entre 1995 y 2003 fue por delitos ligados con drogas.

Las nuevas cifras también revelan que la población femenina encarcelada se ha incrementado. Según el Sentencing Project, por primera vez el número de mujeres encarceladas superó 200 mil, y la tasa de crecimiento de esta población es casi el doble de la de hombres desde los años 80. «Las cifras de hoy fracasan en capturar el impacto del encarcelamiento sobre (el destino de) los miles de niños dejados por madres en prisión. Políticas poco inteligentes que crean condenas más severas para delitos de droga no violentos, son las responsables de manera desproporcionada por la creciente tasa de mujeres en prisiones y cárceles», declaró Marc Mauer, director ejecutivo del Sentencing Project.

La disparidad racial es evidente: los hombres afroestadunidenses son encarcelados seis veces más que los blancos, y los latinos dos veces más que los blancos.

El Sentencing Project, en su análisis de los datos oficiales, también señala que a pesar de la reducción en la tasa de crimen a nivel nacional desde 1992, «el país ha experimentado un incremento sin precedente en el uso de la encarcelación». A la vez, indica que investigaciones han detectado que la encarcelación es un factor muy menor en la reducción del crimen. Señala que jurisdicciones que han invertido mucho en la encarcelación no necesariamente han logrado resultados en el control del crimen, y ofrece como ejemplo el estado de Idaho que está en primer lugar con un incremento de 174 por ciento en su población encarcelada entre 1992 y 2002, con un incremento de 14 por ciento en su tasa de crimen, mientras que la ciudad de Nueva York ha reducido dos tercios su tasa de homicidios, a pesar de una reducción de un tercio de su población en cárceles municipales.

Mientras el presidente George W. Bush, junto con casi toda la cúpula política de este país (de ambos partidos) hablan sobre las bendiciones de vivir en un país de libertades, y justifican sus políticas exteriores ­hasta sus guerras­ con el objetivo de defender y promover «la libertad», es algo irónico que representen al país con el mayor índice de población encarcelada en el mundo.