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Muerte de un “mantero” senegalés en Salou

Ya vale de hipocresías y mentiras

Fuentes: Rebelión

Ayer decidí viajar para estar unos días con mi familia de Hospitalet del Infant; desde Barcelona son algo más de 130 kilómetros en cualquier tren de cercanías con destino a Tortosa, o a Valencia en su caso. Por la mañana, en casa aun, oigo en un informativo horario que han habido graves disturbios en Salou, […]

Ayer decidí viajar para estar unos días con mi familia de Hospitalet del Infant; desde Barcelona son algo más de 130 kilómetros en cualquier tren de cercanías con destino a Tortosa, o a Valencia en su caso.

Por la mañana, en casa aun, oigo en un informativo horario que han habido graves disturbios en Salou, con cortes del tráfico ferroviario, a causa de una intervención policial contra «manteros» senegaleses que ha provocado el suicidio de uno de ellos. Yo vengo de un tiempo y de un país, que diría nuestro querido Raimon, que cuando una intervención policial llevaba pareja la muerte del intervenido nadie pensaba en el suicido de éste …

Por precaución telefoneé al servicio de Rodalies de Catalunya, cercanías, a ver qué incidencias había en el trayecto (Salou está apenas a 25 kilómetros de Hospitalet del Infant viniendo desde Barcelona). La voz femenina me informa, en un impecable catalán, que «a causa de actos vandálicos el tráfico ferroviario está interrumpido en Salou, y que el tren nos llevaría hasta Tarragona; allí un autobús nos llevaría hasta Cambrils -estación posterior a Salou y anterior a Hospitalet- y desde allí continuaría a sus destinos naturales de Tortosa o Valencia … Casi mecánicamente le contesto a la voz femenina que «actos vandálicos son los de los policías autonómicos o municipales acosando a los vendedores informales callejeros y robándoles la mercancía…», algo endémico y en auge en toda Catalunya. La voz femenina se debe asombrar por mi comentario pero, muy profesional ella, me dice que «es la única información de que dispongo, señor».

Llego a Tarragona, allí están los autobuses, uno de ellos me acerca a la estación de tren de Cambrils y otro tren me acerca a mi destino, Hospitalet del Infant. Apenas dos horas de retraso sobre el horario previsto, nada del otro mundo teniendo en cuenta que entre Tarragona y L´Ametlla de Mar, unos 60 kilómetros, es vía única desde hace siglo y medio, en un tramo de altísima densidad de tráfico ferroviario pues une Catalunya con el Levante español y Andalucía, y viceversa… Eso sí, por el camino y los trasbordos hay que soportar lo más incívico de alguna gente en estos casos o comentarios racistas sin disimulo que son el reflejo de la información y la ideología dominantes en estos temas de inmigración, vendedores callejeros, competencia desleal, ¡hay que joderse!, y demás.

Ya en casa de la familia, proceso el tema con sosiego, sopeso informaciones y busco formarme un criterio propio; algo imprescindible siempre, máxime ante unos hechos que incluyen la muerte de un ser humano que, muy probablemente, alguna vez me ofreció cualquier baratija en su peculiar francés o en su deficiente castellano o catalán … pues los hechos y la muerte han sucedido a escasos kilómetros de espacios muy habituales para mí.

Es por ello, y por tantas otras razones, que puedo afirmar cuanto sigue:

  1. La versión oficial de que el vendedor ambulante senegalés, manteros les llaman también, se suicidó porque sí sin que mediase ninguna presión policial, tiene escaso fundamento y menor credibilidad. Es más creible la versión de los amigos y el hermano que estaban con él en el piso cuando irrumpió en tromba la policía avasallando en busca de mercancías y personas «ilegales». La cosa tiene más aspecto de homicidio, con los atenuantes que se quieran, que de suicidio caprichoso. Están en Catalunya intentando subsistir con lo que venden, conocen el acoso policial perpetuo y no tienen el suicidio como salida o respuesta a su situación. Son vitalistas y combativos pese a todo. He conocido a muchos de ellos en mi etapa de presidente de SOTERMUN y sé de lo que hablo. Una de las mejores personas que tuve en mi equipo respondía a ese perfil de joven senegalés que viene a intentar vivir para ayudar a los suyos allí, bien formado, honesto y trabajador. Se llama Mamadou Agné y mantenemos el contacto si bien ya no tenemos un espacio común de trabajo y compromiso.

  2. Dentro del cuerpo de los Mossos D ¨Esquadra (policía autonómica de Catalunya), hay indeseables en abundancia que suplen con brutalidad la falta de profesionalidad. Lo prueba el hecho de que son innumerables los denunciados y encausados judicialmente por palizas a detenidos, actuaciones brutales en manifestaciones o conflictos callejeros, y asesinato incluso … Las imágenes de 8 ó 10 de estos «policías» moliendo a golpes a un infeliz hasta la muerte, ocurridas a un par de calles de donde yo vivo, están aun en la retina del horror de la ciudadanía . Parte de esas imágenes eran de las amenazas de los homicidas contra el vecino que grababa la paliza mortal en su teléfono. Yo, que vivo al ladito del mayor cuartel de estos mozos de escuadra que hay en Catalunya, en la calle Nou de La Rambla tocando a Sant Oleguer, me pregunto de qué escuadras se habla para identificar a esos indeseables que denigran el honor de todo el Cuerpo, porque parecen surgidos de las escuadras pardas o negras que en los años 30 del pasado siglo asolaron las calles de Alemania o de Italia. Y, por supuesto, cuando estos escuadristas se disfrazan de antidisturbios, como fue el caso en Salou, resultan especialmente peligrosos.

  3. El problema de fondo y los antecedentes de lo sucedido en Salou es la cuestión de la venta ambulante con la que sobreviven miles de inmigrantes, senegaleses y de otras muchas nacionalidades, incluyendo españoles. Es un auténtico acoso policial, ordenado por las autoridades, que incluye requisarles, robarles, la mercancía y ponerlos en el disparadero de la expulsión del país, pues muchos de ellos no tienen sus papeles en regla. Todos hemos visto alguna vez a estos muchachos saliendo a la carrera con sus hatillos de baratijas porque la policía se les echa encima. Ese acoso es extensivo a otras actividades de supervivencia no sólo a la venta callejera. La razón que se esgrime para dicho acoso es un monumento a la hipocresía. Se les acusa de «competencia desleal con los honrados comerciantes -lease cadenas transnacionales de distribución- que pagan sus impuestos». ¿Dónde queda el discurso sobre la libertad de comercio, de empresa, de mercado?. Para los negritos manteros no cuenta por lo visto. Al tiempo que se les cierran todos los caminos de supervivencia, y se les exime piadosamente -hipocritamente- de responsabilidad, se aduce que las mercancías que venden proceden de mafias que las producen a muy bajo coste. Y yo les digo que proceden de los mismos sitios infernales que las mercancías que venden las grandes cadenas comerciales españolas, europeas o norteamericanas: de la explotación de mujeres, niños y hombres, que producen intensivamente con salarios de hambre y condiciones de trabajo insoportables, en China, Bangla Desh, Marruecos … Las multinacionales pagan una ridiculez por el balón o la camiseta de Messi y a ti te la venden por cien veces ese valor; el mantero te lo vende por la tercera o cuarta parte…, ese es su delito.

  4. Dejémonos de cuentos con la «competencia desleal» y digamos claramente que hay mafias de marca que producen barato y venden caro y evaden o defraudan impuestos en mayor medida que los que pagan contra mafias sin pedigrí que medran con la bobaliconería de las marcas y las modas para gentes de escaso poder adquisitivo. Y entre esos dos fuegos están miles y miles, millones y millones, de seres humanos, manteros o no, que intentan sobrevivir produciendo o vendiendo para las mafias de marca o para las mafias corrientes sin clase alguna.

  5. La economía informal, en sus mil formas, incluida la de los manteros, es un fenómeno con un fortísimo peso en el PIB de decenas de países en Africa, Asia o América Latina. Es un fenómeno inseparable del subdesarrollo y el atraso impuestos, de la desigualdad y la injusticia extremas, que caracteriza a esa gran parte de países de la Tierra, En la medida que este capitalismo global y salvaje, de naturaleza especulativa y codiciosa más que productiva, corroe también las estructuras económicas y sociales de los países desarrollados o de capitalismo «avanzado», es lógico que este fenómeno de la economía informal o irregular avance también en esos países de primera división, ya sea muy ligada a la inmigración a la desesperada, manteros y similares, o ligada a la degradación de las condiciones de vida y trabajo de millones de autóctonos. ¿Qué es la hiperprecariedad laboral, los salarios de pobreza, la explotación de los contratos por horas, la falta total de horizonte para los jóvenes y para capas cada vez más ámplias de la población, sino formas nuevas de economía informal y de vida irregular?.

Estos son los problemas y los desafíos de fondo. ¿Piensan enviar a mozos de escuadra a combatir y a ayudarles a suicidarse a esas masas ingentes y en aumento de seres humanos de todo color y condición víctimas y supervivientes a la vez de la economía informal y de una vida forzosamente irregular?. Quedamos a la espera de respuesta. Mientras tanto, vaya este aviso para navegantes políticos y administrativos: No podrán estar por mucho tiempo más siendo arrogantes y despóticos con los débiles y serviles con los poderosos, simplemente porque los primeros levan camino de ser inmensa mayoría y los segundos no son más que aplastante minoría.

Por cierto, fuentes oficiales de toda solvencia han cifrado en unos 9000 euros el coste de los «actos vandálicos» de los manteros senegaleses en Salou el pasado 12 de Agosto. Intolerable. Es una cantidad desorbitada, muy superior al coste de la vida de un puto negro al que ayudaron a suicidarse…

Manuel Zaguirre. ExSecretario General de la USO. Militante PSC.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.