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¡Zapatero, no nos falles! exigen… Netanyahu y Peres

Fuentes: Rebelión

1. Un puñado de judíos justos Se acerca el primer aniversario del ataque de Israel contra la Franja de Gaza iniciado el 27 de diciembre de 2008, la «guerra hasta el final» que anunció el Ministro de Defensa Ehud Barak. Aunque los bombardeos salvajes terminaron el 18 de enero de 2009, la agresión sionista contra […]

1. Un puñado de judíos justos

Se acerca el primer aniversario del ataque de Israel contra la Franja de Gaza iniciado el 27 de diciembre de 2008, la «guerra hasta el final» que anunció el Ministro de Defensa Ehud Barak. Aunque los bombardeos salvajes terminaron el 18 de enero de 2009, la agresión sionista contra los palestinos sigue hoy -como desde hace sesenta años- con su chorreo imparable de muertos, heridos, prisioneros y muchas otras víctimas producidas por el asedio sobre la Franja de Gaza y la ocupación de Cisjordania.

La guerra tiene varios frentes y no todos los que participan en la misma están en un tanque en Gaza. A muchos kilómetros de la Franja, otros participantes se colocan al lado de su bando preferido.

El recientemente publicado Informe de la Misión de Investigación de Naciones Unidas sobre el Conflicto de Gaza, más conocido por el nombre de su presidente, el juez Richard Goldstone, dedica casi 600 páginas a los crímenes cometidos por Israel durante esa guerra. Incluye además las consecuencias del bloqueo israelí sobre los derechos humanos de los habitantes de Gaza y lo mismo sobre la ocupación de Cisjordania y Jerusalén Oriental.

Basta con repasar el índice para pedir a gritos que los responsables de la agresión de diciembre de 2008 y de la ocupación y la agresión israelí en Palestina en aumento desde 1948 sin descanso ni fin, comparezcan de inmediato ante un tribunal por crímenes de guerra y contra la humanidad: «ataques indiscriminados del ejército israelí con el resultado de muertos y heridos civiles», «ataques deliberados contra la población civil», «destrucción de la infraestructura civil: plantas potabilizadoras de agua y de aguas residuales, fábricas de alimentos, casas», «empleo de civiles como escudos humanos», «uso excesivo de fuerza letal en Cisjordania», «palestinos detenidos en prisiones israelíes»… (1)

Es apenas una dulce ironía del destino que el juez Goldstone sea ciudadano Sudafricano judío, «un sionista que ama a Israel», en palabras de su hija Nicole, aplaudido y premiado en varios países por sus actuaciones judiciales, doctor honoris causa por la Universidad Hebrea y por la de Notre Dame (Estados Unidos) entre otras y haya construido su prestigio sobre la base de la máxima que pronunció durante una conferencia en Jerusalén en el año 2002: «llevar a los criminales de guerra ante la justicia se deriva de las lecciones del Holocausto.»

Goldstone protagoniza hoy una hermosa parábola judía de la antigüedad: la mujer de un Rabino llevaba ante un tribunal a su criada porque decía que la robaba y aquél se dispuso a acompañar a ambas. La mujer le preguntó: ¿vienes para apoyarme? No, contestó él, voy para apoyar a la criada, para que se haga justicia.

Desde la publicación de su informe, como ha ocurrido con algunos judíos ilustres y otros sin reconocimiento social que han realizado acciones en pro de la justicia, o sea, de los palestinos, es hoy vilipendiado por los sionistas y sus secuaces en Estados Unidos y lo más probable es que su carrera sufra un descalabro y él el ostracismo.

2. La otra guerra contra Palestina: la propaganda sionista

No hace falta ser Clausewitz para darse cuenta de que en la guerra contra Palestina -que es total, como aseguraba el general e historiador que había que hacer la guerra- Israel vela sus armas de fuego ahora mientras emplea todas las demás a la espera del momento oportuno para volver a usar aquellas.

La lista de acciones de castigo israelíes es terrorífica e interminable. No puede ser de otra manera porque es la realización de una política de Estado -sancionada mayoritariamente por la población israelí en las elecciones- que persigue un objetivo de limpieza étnica: la apropiación de la tierra palestina y la expulsión de sus legítimos habitantes en beneficio de los judíos de todo el mundo que quieran instalarse en ella.

No es un secreto que Israel, acostumbrado a violar la ley internacional a su antojo impunemente, más aún, con el fervoroso apoyo de la «Comunidad Internacional», se ha dado cuenta de que la habitualmente adormecida opinión pública internacional se ha sentido alarmada por las barbaridades cometidas en Gaza contra una población desarmada y agotada por un bloqueo inmisericorde, a la que se le negó incluso la posibilidad de huir al cerrarse todas sus fronteras.

Se trata de controlar y reparar el daño que las salvajadas cometidas por los soldados israelíes en Gaza, por orden de sus jefes militares, a su vez bajo el mandato de los máximos responsables del ataque, el ministro de defensa y el primer ministro, han causado a la imagen internacional de Israel.

Por tanto, el gobierno israelí ha dado instrucciones para que todo el personal a sus órdenes colabore en una campaña de propaganda mundial. Además cuenta con el respaldo de la mayor parte de la sociedad israelí y el decidido apoyo de poderosos partidarios en el exterior.

Existe abundante información sobre este capítulo de la guerra, aunque no está al alcance de la mayoría, ya que los grandes medios de manipulación de masas participan sin embozo en aquélla del lado del agresor publicando principalmente lo que conviene a éste.

El diario israelí Haaretz hizo público en enero que durante la guerra el Ministerio de Absorción de Inmigrantes «buscó la forma de contribuir al esfuerzo bélico y por ello se orientó hacia la enorme reserva de más de un millón de personas con una segunda lengua materna, con el fin de que por Internet combatiesen las páginas antisionistas.» (2)

El mismo diario, en una edición del 28 de mayo informa también de la realización de películas de propaganda para ganar «la mente y el corazón» de espectadores no judíos. Le Monde Diplomatique publicó en febrero el artículo de Dominique Vidal titulado «Razones para la guerra: mentiras, mentiras y más mentiras.» (3)

En éste se expone que Israel prohibió a periodistas extranjeros entrar en Gaza e impidió la transmisión de imágenes de las víctimas palestinas. Estas acciones eran parte de una estrategia informativa que ordenó también a un ejército de diplomáticos, grupos de presión, propagandistas por Internet y en general partidarios de Israel por todo el mundo, transmitir mensajes cuidadosamente elaborados sobre la agresión. El director de la estrategia dijo de ésta que «nunca he visto al ministerio de asuntos exteriores, de defensa, la oficina del primer ministro, la policía y el ejército trabajar de forma tan coordinada».

La selección de temas y palabras clave ha sido denunciada, aunque desde luego no por los medios mencionados. Derecho a la defensa, esfuerzo por la paz, lucha contra el terrorismo, tregua, moderado y diálogo son algunas de las ideas-comodín, sobre las que cualquiera está de acuerdo en abstracto y que se adaptan estupendamente a los intereses del que las utiliza. (4)

3. Israel administra a Zapatero el palo y la zanahoria para sus propios intereses

Además del empleo de medios considerados serios, el gobierno israelí echa mano de cualquier otro dispuesto a ayudarle. La edición de julio de 2007 de la revista estadounidense Maxim, que se anuncia como la publicación de «celebridades sexy, vecinas cachondas y lindas universitarias», incluyó un reportaje fotográfico de chicas en bikini titulado «las Fuerzas de Defensa de Israel», patrocinada por el Estado israelí.

Todo vale para contribuir a esta operación de maquillaje de criminales de guerra, así que Israel se sirve tanto de la foto de una mujer casi desnuda posando de forma explícita, como de la del presidente socialista de España posando sonriente junto a un complacido Shimon Peres, presidente del Estado delincuente. Para cualquier espectador, la diferencia entre dos imágenes iguales en su propósito e indignidad, es que el presidente lleva más ropa encima.

Con motivo de la visita de Rodríguez Zapatero a Israel, El País publicó el pasado día 15 de octubre que «Peres ha agradecido este mediodía la reforma legal impulsada por el Gobierno español para impedir que la Audiencia Nacional pueda juzgar los presuntos crímenes cometidos por el Ejército israelí. Estas palabras contradicen la versión oficial del Gobierno español, según la cual la reforma del Código Penal que restringe el alcance de la jurisdicción universal sólo tenía por objeto hacerla más eficaz.» (5)

¿Qué le reporta al presidente -y al ministro de asuntos exteriores- su apoyo a Israel? ¿Una reunión con el principal valedor de Israel, el presidente de Estados Unidos, hoy Obama, ayer Bush? ¿Una recompensa al final de los servicios prestados al imperio? Un retiro dorado, con los honorarios que percibe el laborista Blair o el derechista Aznar, bien vale una visita a Jerusalén ocupado.

Pero los premios no se reciben sin presentar los méritos. Es una técnica estándar entre embajadores y líderes israelíes exigir con cierta regularidad a los máximos líderes de países «amigos» pruebas de lealtad al proyecto sionista. El mismo presidente que es bienvenido estos días en Israel era reprendido días atrás por el embajador sionista en Madrid: » Israel trasladará a Zapatero su malestar por el aumento del antisemitismo en España.»

Parece que el presidente ha tomado buena nota desde que fue reconvenido en otra oportunidad hace unos cuantos meses y «s egún ha apuntado [el embajador], el Gobierno ha dado pasos importantes para combatirlo, como la creación de la Casa Sefarad, pero se requiere un mayor esfuerzo.» (6)

En esa esperpéntica ocasión, el 20 de julio de 2006, «en un desayuno del Foro Nueva Economía con Moratinos como orador invitado, [el empresario judío] Hatchwell manifestó ‘la indignación’ de los judíos españoles ante unas declaraciones realizadas la víspera por el presidente del Gobierno. ‘Son declaraciones antiisraelíes y antisemitas y no las podemos aceptar'».

Al ser preguntado el embajador de Israel por la prensa española sobre este asunto, recordó al gobierno español que «las relaciones [entre España e Israel], aunque estemos en el vigésimo aniversario, no creo que estén para nada en su mejor momento. Hay aquí críticas muy duras, muy injustas para Israel, que van más allá del consenso de la UE». (7)

4. La otra labor del sionismo en España frente a la respuesta popular del boicot

También se lamentan los mismos del sentimiento pro-palestino de momento mayoritario entre la población española. Como éste parece bastante más difícil de doblegar que el gubernamental, Israel ha considerado que es preciso redoblar su esfuerzo propagandístico en la sociedad española.

Esto no es algo completamente nuevo. Las constantes llamadas telefónicas desde la embajada israelí en Madrid a los medios – a los que siguen neuróticamente día a día en busca de informaciones que definen según el caso como prejuiciosas contra Israel o directamente antisemitas- es una característica definitoria de la casa desde los tiempos de la Intifada de Al Aqsa.

También es marca de la casa la presencia y participación de agentes israelíes y sus colaboradores españoles en todos los centros, organizaciones y actos políticos, culturales y de otro tipo a los que son invitados o consiguen acceder por sus propios medios. El fiasco de la malhadada conferencia internacional de 2007 con representantes de la dichosa sociedad civil española, palestina e israelí en Alcorcón y sus secuelas que aún perduran dos años después, todavía hace que los sionistas se relamen de placer. (8)

Además cuentan con que en España tampoco faltan voluntarios de diversas profesiones y raleas: desde profesionales liberales, funcionarios y profesores, hasta empresarios y artistas, sin olvidar desde luego a los periodistas. Promueven contactos con ellos de los que florecen proyectos, los cuales fructifican en viajes, seminarios, convenios, intercambios, que a su vez derivan en nuevos contactos y se manifiesta en el habitual trasiego de intelectuales, artistas y famosos entre Israel y España.

Así, han aparecido en la televisión pública cantantes, escritores, bailarines y hasta un grupo de jóvenes médicos españoles que ha realizado prácticas en hospitales israelíes. La presentación pública del proyecto médico-cultural por la Casa Sefarad Israel es un ejemplo paradigmático del mejunje sionista-ibérico:

«Cinco jóvenes médicos españoles vivirán una experiencia única los próximos tres meses en Israel, un país desconocido en el que conviven decenas de nacionalidades, idiomas, religiones y razas. Los protagonistas ejercerán la medicina en el Hospital Rambam en Haifa, al norte de Israel, y a través de sus ojos mostrarán a los españoles la realidad israelí, una sociedad de contrastes que vive inmersa en un conflicto que dura más de sesenta años.

El proyecto está patrocinado por la Casa Sefarad-Israel, la Asociación para la Concordia en Oriente Medio (ACOM), The Israel Project Organization y el Ministerio de Turismo Israelí, además de inversores privados.

La Casa Sefarad-Israel es un organismo público integrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid.» (9)

Con otras palabras, el gobierno español recoge dinero mediante los impuestos que pagan los ciudadanos y el gobierno israelí aprovecha una parte de aquél para convencer a éstos de que en Israel «conviven decenas de nacionalidades, idiomas, religiones y razas».

También se puede ver desde otro punto de vista: el gobierno israelí compra material bélico a España y el gobierno español usa el dinero para convencer a los españoles de que esas armas, como afirmó Zapatero en un programa de la televisión pública, «no se han utilizado para eso», o sea, para matar a palestinos en la guerra contra Gaza. (10)

Está por publicarse una relación completa de las actividades de amigos y socios de Israel en España, aunque muchos son de sobra conocidos y tienen a gala sus actividades apologéticas. (11) Éstas, desde luego, son reconocidas y recompensadas por Israel.

Sin embargo, con esta guerra de propaganda, Israel está diciendo a las claras no sólo que con la guerra convencional no ha conseguido sus objetivos militares, sino que tampoco ha logrado los políticos, es decir, convencer a nadie que no esté de su parte de que actúa en defensa propia, en pro de la paz internacional y a favor de los ideales democráticos, el imperio de la ley y los derechos humanos. (12)

Esto nos lleva de nuevo a la responsabilidad de los que se ponen de lado de un Estado que a pesar de violar continuamente la ley internacional, recibe más de 2000 millones de dólares anuales en concepto de ayuda militar de su principal aliado, Estados Unidos, que es objeto de 65 resoluciones de Naciones Unidas por asuntos relativos a la violación de derechos humanos de los palestinos, ataques armados a sus vecinos, incumplimiento de la Convención de Ginebra en relación con la protección de la población civil en tiempo de guerra, la ocupación de territorio árabe, la instalación de asentamientos en este territorio y un largo etcétera.

El escritor, ex parlamentario y pacifista israelí Uri Avnery acaba de escribir que los dirigentes de Israel son «una panda de racistas, fascistas comunes y fanáticos mesiánicos que han convertido la Knesset (parlamento) en un circo desde el que persiguen a la minoría nacional [los palestinos israelíes] y se planean ataques militares que llevarán la muerte y la destrucción a poblaciones civiles.» (13)

No se puede entender que un judío que luchó en la guerra de 1948 contra los palestinos tenga el ánimo suficiente para describir así a sus compatriotas y que un presidente de gobierno pierda el culo por aparecer ante las cámaras con esos dirigentes, salvo que sea sionista inconfeso o reciba algo a cambio.

La respuesta de los que se oponen a que en su nombre Israel siga actuando como hasta ahora y cuente con el apoyo de España, no puede ser sino la movilización para desenmascarar y desautorizar a los filosionistas en el gobierno y en el resto de las instituciones sociales, por un lado, y participar en la medida de sus posibilidades con la creciente campaña internacional lanzada por los palestinos y sus aliados de boicot, desinversiones y sanciones contra Israel, conocida por las siglas BDS.

Notas:

(1) http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrcouncil/specialsession/9/docs/UNFFMGC_Report.pdf

(2) http://www.haaretz.com/hasen/pages/ShArt.jhtml?itemNo=1056648

(3) http://mondediplo.com/2009/02/03lies

(4) Se puede encontrar información al respecto en castellano e inglés en la página web del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe: http://www.nodo50.org/csca/

(5) http://www.elpais.com/articulo/espana/Zapatero/promete/reforzar/proceso/paz/presidencia/UE/elpepuesp/20091015elpepunac_3/Tes

(6) http://www.lavanguardia.es/politica/noticias/20091006/53798788482/israel-trasladara-a-zapatero-su-malestar-por-el-aumento-del-antisemitismo-en-espana.html

(7) http://www.elpais.com/articulo/espana/Moratinos/ve/intolerable/comunidad/judia/tache/antisemita/Zapatero/elpepiesp/20060721elpepinac_2/Tes/

(8) «Los sainetes sobre la paz para Palestina y sus lecciones políticas», Rebelión, 19 de diciembre de 2007, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=60695

(9) http://www.casasefarad-israel.es/noticias/Cinco-medicos-espanoles-mostraran-la-realidad-de-Israel-en-una-docu-serie-grabada-en-Haifa.htm

(10) http://www.youtube.com/watch?v=VdOt_jV4D4M

(11) Véase al respecto, entre otros, «Productos israelíes comercializados en el Estado español», con la lista de éstos y de los comerciantes y lugares donde se comercializa: http://www.nodo50.org/csca/agenda09/palestina/boycot.html

También «El frente español en la guerra de agresión contra Gaza», Rebelión, 9 de enero de 2009, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=78699

(12) Todo lo que hace Israel contradice su discurso propagandista:

Ha demolido 24.145 casas palestinas desde 1967 hasta la fecha. Cifras del Comité Israelí contra la Demolición de Casas

http://www.icahd.org/eng/articles.asp?menu=6&submenu=1

Ha detenido a más de 700.000 palestinos desde 1967 (uno de cada cuatro, actualmente hay unos 11.000 en prisión). Cifras de Palestine Monitor

http://www.palestinemonitor.org/spip/spip.php?article374

Ha matado a casi 7.000 palestinos y herido a unos 40.000 solamente desde el inicio de la segunda intimada. Datos de If Americans New

http://www.ifamericansknew.org/stats/deaths.html

Sonja Karkar da la cifra de un millón de olivos y cientos de miles de árboles frutales arrancados de raíz en los territorios ocupados desde 1967. http://www.counterpunch.org/karkar09042007.html

El pasado martes 27 se daba a conocer que «Amnistía Internacional ha acusado a Israel de negar a los palestinos el acceso al agua potable mediante el control absoluto de los recursos hídricos y sus políticas discriminatorias.»

http://www.amnesty.org/en/news-and-updates/report/israel-rations-palestinians-trickle-water-20091027

Este robo con alevosía de un elemento esencial para el ser humano, es una más de las armas que junto con las de fuego constantemente emplea Israel contra los palestinos: la demolición de casas, la destrucción de cultivos y otros recursos naturales, así como de infraestructura básica, el levantamiento del muro que aprisiona a miles de palestinos, el cierre de fronteras que impide la libre circulación de personas y bienes, la prohibición de que los refugiados vuelvan a sus casas, la represión feroz y las incursiones armadas en poblaciones palestinas, la prohibición a los pescadores de faenar en el mar, el bloqueo a la entrada de material médico y de salida a los enfermos en busca atención médica y a los estudiantes para estudiar en el extranjero…

(13) http://www.countercurrents.org/avnery030809.htm

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.