El fentanilo, la letal y poderosísima arma de destrucción masiva de los carteles mexicanos.
Las víctimas mortales en los EE.UU. de este opioide sintético se contabilizaron en más de 106.000 personas en el 2022.
Quien visite, por ejemplo, las más importantes ciudades de EE.UU. se encontrarán con un paisaje desolador con las calles invadidas por cientos y quizás miles de homeless (personas en situación de calle, o sin techo), vagabundos o dementes esclavos de diversas adicciones principalmente alcaloides, opioides y alcohol.
El fentanilo es una de las principales drogas sintéticas predominante en la crisis de opioides en América del Norte. Para obtener la síntesis del fentanilo se procesa con los siguientes precursores: Norfentanilo, N-Fenil-4-Piperidinamina. Phenylamino, Piperidine-1-Carboxilate. Todos estos precursores químicos se encuentran bajo estricto control internacional para prevenir la fabricación ilícita de este peligroso y adictivo opioide sintético. De acuerdo con la DEA los precursores, o materia prima, se producen en China y en menor medida en India y es exportada (vía triangulación) con destino a los carteles mexicanos que la procesan y convierten en pastillas para introducirlas clandestinamente en los EE.UU.
Hoy una de las amenazas más latentes para el imperio más poderoso de la tierra lo representa el fentanilo en el ámbito de seguridad y salud pública.
Por eso el presidente Biden lo ha marcado como una prioridad en su agenda y ha ordenado la movilización todas las agencias DEA, FBI, la CIA, más la Guardia Nacional, el Ejército y la Armada. Aparte su política es la de obligar a que México capture a los capos, reprima a los carteles y combata sin dilaciones el tráfico ilegal de fentanilo. Los espías antinarcóticos que se han infiltrado en México, Centroamérica y Sudamérica confesaron que hay una gran complicidad entre delincuencia organizada y organismos gubernamentales. Y es que la cifra de muertos anuales por esta sustancia letal supera con creces las bajas del ejército norteamericano en Vietnam.
El tráfico de fentanilo lo domina en un gran porcentaje el cartel de Sinaloa (o del Pacífico) bajo la dirección de “los chapitos” y también del CJNG. Hoy es la droga preferida de los carteles mexicanos: un potente opioide sintético 50 veces más fuertes que la heroína, y 100 veces más fuerte que la morfina. Produce en sus consumidores felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento sedación tolerancia adicción depresión respiratoria, paro respiratorio, perdida del conocimiento, coma y muerte (en un corto espacio de tiempo) por California y Arizona vinculados con el cartel del Pacífico es el principal negocio y la droga más rentable fácil de producir y transportar y esconder para introducirlo en EE.UU.
En el 2014 comienza el floreciente tráfico de fentanilo monopolizado por el cartel de Sinaloa que lo fabrica en laboratorios ocultos en las montañas de ese estado. Los cocineros o químicos improvisados son capaces de producir diariamente 100.000 píldoras de fentalino. De esta manera han inundado o “bombardeado” con el opiáceo sintético las calles de casi todas las ciudades de Estados Unidos. Cada kilo de fentanilo puede venderse al por mayor en 80.000 dólares y cuando llega a los centros de distribución alcanza los 1.6 millones de dólares. Los precursores la materia prima proceden de China y en menor medida de la India que compran los carteles mediante triangulación y que se distribuye por medio de redes muy bien organizadas por los EE.UU. Luego se pone en marcha el proceso de lavar sus ganancias para remitirlas a México. En China existen 4.000 laboratorios que sintetiza el fentanilo. Un kilo de fentanilo adquirido en China puede alcanzar un precio de 5.000 dólares y ese mismo puede ser rebajado o mezclado con otras drogas para obtener 23 kilos con una ganancia de casi 2 millones de dólares en los EEUU. China lo utiliza en su guerra geopolítica comercial y diplomática contra EEUU. EEUU responsabiliza al gobierno chino de producir los precursores del fentanilo. China responde que la sociedad norteamericana está enferma y que la causa de tantas sobredosis mortales es un asunto del gobierno americano que no previene las adicciones. El problema es totalmente “Made in USA” Mientras EEUU de manera categórica culpa a México de la expansión del fentanilo por su territorio. Esta grave crisis de salud pública ha creado grandes tensiones entre los gobiernos de EEUU, México y China.
En el siglo XIX durante la guerra del opio los británicos se dedicaron a comerciar con este narcótico con la finalidad de enviciar al pueblo chino y degenerarlo por completo. Hasta tal punto que en el año 1865 se crea el banco HSBC para administrar las inmensas ganancias generadas por el tráfico de opio (introducido desde la India y comercializado por la Compañía Británica de las Indias Orientales) . El pueblo chino jamás ha olvidado este crimen de lesa humanidad perpetrado por Inglaterra en complicidad con otras potencias como los EE.UU, Francia y Rusia.
Tradicionalmente en las montañas del estado de Guerrero se cultiva y explota la amapola para extraer la goma de opio (en su época de máximo esplendor más de 12.000 hectáreas) que se utiliza en la producción de heroína. Los carteles de los Beltrán Leyva como “los Rojos” “Guerreros Unidos” o el CJNG controlan el 50% del mercado de la heroína en EEUU, un negocio que le proporciona hasta 13.000 millones de dólares al año. Pero ahora que se puso de moda el fentanilo esta región de México ha entrado en decadencia.
De 1 gramo de fentanilo se saca un millón de microgramos y la dosis mínima es de 50 microgramos. De ahí para adelante corre riesgo la vida. Como se le conoce al fentanilo popularmente en las calles de USA “dance fever”, “apache”, “friend”, “goodfellas”, “murder” y “tango and cash” y que si se mezclan con heroína, coca o metanfetaminas les llaman “muerte gris” o “diablito” que se presentan en líquido, aerosol nasal o gotas para los ojos. Se añade el fentanilo para enganchar a sus clientes. Una sola dosis de fentanilo de 400 microgramos cuesta alrededor de 10 dólares especialmente dirigida a los usuarios más jóvenes. Atención que con solo 2 miligramos puede causar una sobredosis letal. Así lo denuncia la administración para el control de drogas de EEUU.
La DEA señaló a los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación que trafican con el fentanilo y las metanfetaminas como la principal amenaza para la seguridad nacional y la salud de los estadounidenses. El fentanilo el máximo generador de la violencia entre carteles rivales dejando un reguero de muertos imposible de cuantificar porque muchas veces los cadáveres se desaparecen.
Los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá acordaron priorizar el combate al consumo de fentanilo en América del Norte pues es una de las principales amenazas de la región en temas tan sensibles como la seguridad o la salud pública.
La sociedad norteamericana a raíz de tan vertiginoso y estresante ritmo de vida está física y mentalmente enferma. Esa vida ultramoderna en las ciudades y las megalópolis no les hace felices, es demasiado artificial y alienante. ¿Cómo calmar la angustia, el agotamiento, la tensión o el aburrimiento?
Para sobrevivir en un mundo tan inhumano los pacientes desesperados le exigen a los doctores que les receten opioides pues son incapaces de sobrellevar la rutina diaria. Existen millones y millones de norteamericanos que sufren alteraciones en su comportamiento psíquico tales como depresión, síndrome maníaco depresivo, ansiedad, confusión, comportamiento violento, paranoia, insomnio, angustia existencial, bulimia, anorexia, traumas como la histeria o hiperactividad, estado de shock, víctimas de abusos sexuales, delirios de persecución, brotes psicóticos, problemas cognitivos, etc. Estamos ante cuadros mentales muy graves que necesitan terapias psiquiátricas o psicológicas de choque. ¿Cómo soportar tanto sufrimiento físico y psíquico? Los barbitúricos son muy populares y se utilizan para sedar el sistema nervioso central y darle al paciente una falsa sensación de euforia en un intento por calmar la ansiedad y la depresión.
Lo más paradójico del caso es que no estamos en un país del Tercer Mundo con múltiples problemas socioeconómicos sino en California, la quinta economía del mundo, una superpotencia capitalista con una renta per cápita anual de 76.386 dólares.
En el sistema capitalista depredador es imposible tener un segundo de tranquilidad pues el individuo es salvajemente explotado. Se le rinde culto al trabajo y nadie puede perder ni un minuto pues “time is money” A fin de mes hay que pagar las taxes, los impuestos, los arriendos, las deudas de los intereses de la tarjeta de crédito, los prestamos o hacer frente a los embargos. Por eso no es extraño que esté seriamente afectado el sistema nervioso. En el paraíso de la democracia y la libertad es tal la locura que en cualquier momento se producen sin saber por qué tremendas balaceras que dejan un número indeterminado de víctimas.
Millones de personas sufren exclusión y marginación social en EE.UU. sin importar la raza o etnia o condición social porque la pobreza no discrimina a nadie ya sean anglosajones blancos, arios, caucasianos, negros, mestizos, indígenas, asiáticos, latinoamericanos, migrantes, minusválidos, desempleados, ancianos desahuciados, etc… No hay tribu, ni clan ni pueblo o comunidad que los proteja o se compadezca de su destino; nadie se conmueve y pasan de largo indiferentes conectados a sus celulares inteligentes y no tienen la más mínima compasión de aquellos náufragos del cemento y el asfalto. La delincuencia crece ya que existe un acusado sentimiento de rabia o venganza social. Los robos y la inseguridad se extienden por los distritos marginales e incluso hasta en el centro de las ciudades donde rige el código del terror. ¿por qué de dónde sale el dinero para pagar los vicios?
Esos drogadictos, alcohólicos y enfermos mentales que vagan por las calles deberían ser tratados urgentemente por especialistas, psicólogos, psiquiatras y doctores generalistas. Pero La única solución posible para rehabilitarlos de las adicciones es internarlos a la fuerza en hospitales psiquiátricos o asilos en régimen cerrado bajo una estricta disciplina casi militar. Este método de control social es el que ha elegido el presidente Bukele del Salvador para neutralizar las maras y bajar así los índices de delincuencia y los asesinatos. Pero los organismos de derechos humanos en EEUU se oponen a estos métodos tan drásticos y prefieren que los narcoesclavos sigan libres agonizando en las calles.
Si se quiere obtener una respuesta positiva los tratamientos deben ser radicales, es decir, a base de electroshocks, duchas de agua fría o terapia electroconvulsiva para provocar cambios en la neuroquímica cerebral que pueda revertir rápidamente los síntomas de algunas enfermedades mentales. La clave es devolverles la serenidad, el equilibrio y la armonía. ¿cómo encontrar la paz con cero alcohol y cero drogas? Es necesario recluirlos en centros de rehabilitación y someterlos a un régimen disciplinario de terapia ocupacional en labores como la agricultura, la albañilería, carpintería, cocina jardinería. Porque esta es la única alternativa viable si se pretende regenerarlos y en teoría reinsertarlos nuevamente en la sociedad. No queda otra alternativa que se vuelvan ermitaños para intentar curar su espíritu y el alma. Porque el impacto medioambiental de las grandes urbes es bastante agresivo y aniquilador y es imprescindible aislarlos de esas tentaciones que eternizan la dependencia a las drogas o al alcohol que los conduce a un abismo abierto.
Hay un problema y es que casi ninguno de los drogadictos o alcohólicos van a presentarse voluntariamente a estos centros de rehabilitación para iniciar un tratamiento (exorcismo) de desintoxicación. Son seres sin voluntad y baja autoestima que ni siquiera saben quiénes son porque sus cerebros han colapsado.
Para tratar el abuso y adicción de opioides se suministra metadona, buprenorfina y naltrexona que anulan el síndrome de abstinencia y alivia el deseo de consumir la droga. El antídoto contra el fentanilo se llama naloxona y es capaz de revertir una sobredosis de opioides, incluidos la heroína, el fentanilo (si la dosis está por encima de 300 microgramos puede ser letal) y los medicamentos a base de opioides recetados. Pero debe ser suministrado en un periodo de 24 horas para que su efecto sea positivo. En todo caso si se producen daños severos en el sistema nervioso central éstos son casi imposible de revertir. El capitalismo depredador no admite seres débiles y disminuidos incapaces de integrase en la sociedad de consumo neoliberal.
El pasado no perdona y de repente emergen en el cerebro o en el inconsciente los recuerdos lacerantes que desatan remordimientos y angustias marcados por un sino trágico. ¿Con qué sustancia mágica podremos olvidar y evadirnos de la cruel realidad? En ese mundo plagado de negros nubarrones no hay sueños, ni esperanzas, solo pesadillas donde la fatalidad es su única compañía. Todo es inútil pues la sentencia es inapelable y tienen que asumir su derrota. Se echan una manta por encima y hasta se masturban en público o fornican en los parques a su libre albedrio pues de alguna manera tienen que desahogar los instintos básicos. Los perdedores solo se merecen el desprecio de los ciudadanos de bien pues se han convertido en animales salvajes malolientes y ponzoñosos que afean las ciudades. Miles de desquiciados son los inquilinos de este frenopático al aire libre del que es imposible evadirse. En el momento menos pensado comienzan a tener visiones paranormales, narco alucinaciones y hablar con los espíritus o fantasmas poseídos por quién sabe qué fuerzas malignas. En sus rostros demacrados conservan esa palidez de los zombies muertos en vida, cuerpos enjutos mal alimentados y prematuramente envejecidos. El alcohol sumado a la marihuana, el bazuco, la coca, el crack, el cristal, el speed, el fentanilo y ahora el fentanilo arcoíris que se puede fumar ingerir aspirar o inyectarse desata el delirium tremens. La antesala del infierno. ¿Cómo esconder tanta miseria humana que se exhibe pornográficamente en las calles? Y todos esos homeless pudriéndose en vida, agonizando en vivo y en directo más bien parece que estuvieran rodando una película de terror de esas que se emiten por las plataformas de streaming. Esos vagabundos solitarios solo reciben cariño y amor de los perros y los gatos a los que consideran sus únicos familiares. Además, los utilizan para pedir limosnas ya que los ciudadanos tienen más compasión de un animal que de ellos mismos.
En Estados Unidos uno de cada cinco adultos padece una enfermedad mental a lo largo de su vida. Hoy casi 10 millones de estadounidense viven con un trastorno mental grave (más del 60% no tienen ningún tratamiento) Lamentablemente los niños y adolescentes sufren un alto stress social que aumenta el riesgo de caer en garras de sustancias psicotrópicas y por ende desarrollar enfermedades mentales. En consecuencia, el 22% revelan comportamientos autodestructivos o suicidas. La crisis de salud mental entre los adolescentes ha crecido dramáticamente los últimos dos años y se puede afirmar que están a punto de superar a los adultos. Estos datos hacen parte de un estudio de la US Surgeon General Advisory.
Hay millones de pacientes que les ruegan a sus médicos que les receten opioides. Es una desesperada llamada de auxilio pues son incapaces de soportar tanta angustia y ansiedad. Una tortura insoportable y si no logran exorcizar esos diabólicos fantasmas entonces es muy fácil caer en las drogas duras. Si consume fentanilo en cualquiera de sus presentaciones, por ejemplo, les quita el apetito, les impide dormir y solo se piensa en la adicción. El cerebro solo está obsesionado con en esa sustancia que le da una recompensa gigantesca para mitigar el dolor y la desesperación (especialmente muchos problemas relacionados con depresión y la capacidad de sentir placer) ¡no puedo con mi vida, ayúdenme a olvidar esta asquerosa existencia! Es un grito desgarrador que se pierde. Si ya probó la marihuana, la cocaína o anfetaminas y no lo satisfacen necesita un nivel de potencia mayor como el fentanilo. El poder de autodestrucción de este opioide sintético asociado al sistema capitalista es elevadísimo.
El tiempo se convierte en una tortura ¿cómo soportar el paso de las horas, de los días o las semanas? hay mucha desesperación y no queda más remedio que doparse; si necesitan psicotrópicos o estupefacientes o el alcohol. Los problemas de salud mental más comunes en EEUU son esquizofrenia, demencia, paranoia, anorexia nerviosa, trastorno bipolar, estrés postraumático, depresión grave, psicosis, oligofrenia, ansiedad, depresión y trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo. Los psicólogos y siquiatras tratan a los pacientes con un arsenal antipsicóticos como aripiprazol, olanzapina, quetiapina, risperidona, ziprasidona, opioides recetados y también estimulantes y analgésicos
Las metanfetaminas (utilizada en la guerra para que los soldados pierdan el miedo y sean más agresivos) gratifican a sus consumidores con una sensación de euforia y felicidad. Provoca en su consumidor una gran actividad, trastorno de déficit de atención e hiperactividad, aumenta la cantidad de dopamina en el cerebro, quita el hambre y el sueño, estimulan la serotonina que es la hormona de la felicidad, la dopamina elimina el dolor y la endorfina es la hormona del bienestar.
Y es que el índice de marginación social en los EE.UU. crece cada año y cualquier ciudadano no está excepto de hundirse en el infierno de la pobreza. La pobreza es la mayor maldición que pueda sufrir un ciudadano común y corriente en el imperio del consumo y la abundancia donde se adora el dólar o becerro de oro. Y encima con una seguridad social privatizada que excluye a los más miserables. Entre las personas más vulnerables se encuentran los mayores de edad, los viejos hasta niños, jóvenes o adolescentes que nacen en hogares completamente desestructurados con los padres alcohólicos o drogadictos y que reciben palizas o abusos sexuales. Las consecuencias son irreversibles. Y en el colmo vagan por las calles familias de padres drogadictos y alcohólicos con hijos menores de edad sin que las autoridades intervengan para retirarles la patria potestad.
¿Será posible reinsertarse nuevamente en la sociedad? Hay una serie de obstáculos infranqueables sabiendo de antemano que el alquiler de una habitación en las principales ciudades de California puede llegar a costar casi 2.000 dólares. Un precio Imposible de pagar a una persona que apenas recibe salario mínimo interprofesional de 1.178 dólares o es un desempleado de larga duración sin seguridad social. Entonces hay que tener dos o tres trabajos sumados con el del conyugue. Porque de lo contrario están muy cerca de caer desahuciados pidiendo limosna o buscando entre la basura algo de comida, cartón latas y plásticos para poder venderlos en las de recicladoras. Por la noche tendrán que buscarse una madriguera donde guarecerse cubiertos de cartones y plásticos. Solo las ratas y las alimañas los acompañarán en el viacrucis. Y en invierno aguantando las tempestades y las nevadas cuando las temperaturas alcanzan los 20 a 30 grados bajo cero. Esta es una situación extrema que los condena poco a poco a la marginalidad y la indigencia.
Desmoralizados, derrotados carecen la fuerza de voluntad para afrontar tal debacle pues han perdido todo y un inclemente mar embravecido los devora. En una sociedad urbana capitalista tan competitiva se impone un monstruoso tren de vida que vampiriza al ser humano y lo desecha como si fuera un objeto de usar y tirar.
Solo algunos pastores de las iglesias cristianas o evangélicas vienen a consolarlos predicando que si se arrepienten el hijo único de Dios les tiene un lugar reservado en el reino de los cielos. “Desde luego que toda esta corrupción y degeneramiento del ser humano son señales inequívocas del fin de los tiempos” Imitando el espíritu de madre Teresa de Calcuta los buenos samaritanos atienden a los moribundos, curan sus heridas, o les ofrecen algo de comida para que sobrevivan un día más. Pero lo cierto es que necesitan un milagro al estilo Lázaro levántate y anda para salvarlos del apocalipsis zombi.
Los Mac Donald’s increíblemente se ha transformado en el refugio de los sin techo, de los mendigos, de los drogadictos pues allí al menos tienen la oportunidad de descansar y comerse una hamburguesa barata de dos dólares y tomar refrescos gratis. En los Mac Donald’s matan el tiempo y se protegen de las inclemencias climáticas, cargan sus teléfonos y utilizan los baños. Parece mentira, pero hay que reconocer que cumplen una función social.
Y uno no sabe que es lo que sucede con estos tipos que caminan por las aceras y de repente se tambalean y caen como si se trataran de múñenos inanimados. Tal vez se encuentran bajo los efectos de un cóctel de barbitúricos y antidepresivos muchas veces mezclados con bebidas alcohólicas o drogas como el cristal, el crack, anfetaminas, cocaína, ácido, heroína, el fentanilo que producen indudablemente la perdida de conciencia, las pupilas punto de alfiler, dificultad respiratoria, piel pálida y fría y el coma y por último si no se derivan a un hospital, la muerte. El instinto autodestructivo es casi genético.
Muchos agonizan en silencio fulminados por sobredosis sin que nadie se compadezca de su infausto destino. ¡y descansen en paz! Él se lo ha buscado. Luego pasará por allí la ambulancia de investigación forense y sin comprobar si están vivos o muertos los traslada directamente a la morgue. Son parias sin domicilio fijo que carecen de papeles ni tienen familiares que los reclamen, son NN (no name) como les llaman despectivamente en el argot policial. Lo más común es que sus cuerpos sean donados a los hospitales o clínicas universitarias para que los estudiantes realicen sus prácticas de anatomía.
El Estado de California hace ingentes esfuerzos por intentar rehabilitar a los drogadictos, alcohólicos y enfermos mentales y paliar esta catástrofe humanitaria. Trabajan el conjunto organismos estatales y federales de salud pública, la iglesia, oenegés, fundaciones y universidades. Por ejemplo, los centros de rehabilitación de drogas y alcohol de California American Addiction Centers y atiende las 24 horas, los 7 días de la semana supervisado por médicos especialistas. Estos tratamientos son gratuitos para aquellas personas que decidan desintoxicarse de las drogas y el alcohol. Las víctimas fatales por lo general se establecen en unas edades entre los 19 a 49 años. En EE.UU mueren diariamente 200 personas (hombres y mujeres) por sobredosis de opioides . Cada 7.5 minutos muere una persona por consumo de fentanilo.
Ante el fracaso de las políticas públicas ahora han asumido esta “ingrata tarea” las clínicas privadas como Narconon (con el programa de la Cienciología) para la rehabilitación de drogas y alcohol. Su precio es de aproximadamente 15.000 dólares mensuales (rango medio) y en rango exclusivo 20.000 dólares. Algunas familias sin un alto poder adquisitivo son capaces hasta de hipotecar sus propiedades. Muchos padres están dispuestos a hacerlo, pues el mayor temor es encontrarse un día el hijo o la hija muerta. Hace unos meses la Iglesia de la Cienciología ha abierto un espectacular centro Narconon en Ojai, California, que ocupa una finca de 174.000 metros cuadrados y que fue posible construirla gracias a las contribuciones desinteresadas de los miembros de la Asociación Internacional Scientologits. “Salvaremos las vidas de muchas personas que se creía estaban perdidas para siempre”-aducen los líderes de esta secta para justificar sus estafas y turbios negocios financieros.
Si Donald Trump gana la presidencia en el 2024 ha prometido devolverles el esplendor a las principales ciudades norteamericanas «hoy condenadas a la decadencia absoluta. Porque aquellos enemigos del orden y la ley las han convertido en una pesadilla, insalubres, rendidas a las personas sin hogar, a los drogadictos, los violentos y peligrosamente trastornados».
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