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14N, la necesaria huelga general

Fuentes: Rebelión

El próximo 14 de Noviembre tendrá lugar una Huelga General contra las políticas de recortes y de austeridad que el gobierno central y los autonómicos están imponiendo a la gran mayoría de la población, la clase trabajadora. Así, se están aplicando toda una serie de medidas tales como: el aumento de la edad de jubilación, […]

El próximo 14 de Noviembre tendrá lugar una Huelga General contra las políticas de recortes y de austeridad que el gobierno central y los autonómicos están imponiendo a la gran mayoría de la población, la clase trabajadora. Así, se están aplicando toda una serie de medidas tales como: el aumento de la edad de jubilación, la eliminación de derechos laborales y sindicales (1), la imposición del repago sanitario, el desmantelamiento de la enseñanza y de la sanidad pública, el aumento de tasas universitarias, el rescate de la banca con recursos financieros públicos, la concesión para los defraudadores de una amnistía fiscal, la coartación de la pluralidad informativa y la profundización en la criminalización de los movimientos sociales y de la contestación popular. Todas estas políticas son profundamente antisociales puesto que empobrecen a la mayoría de la sociedad (2), aumentando así las desigualdades sociales y la pobreza puesto que producen un incremento del paro (3), una disminución de los salarios y de la protección social y el desahucio de centenares de miles de personas de sus viviendas. Unas políticas que tan sólo benefician a una clase social muy concreta que está utilizando esta crisis para conseguir lo que siempre ha pretendido, la privatización de la mayoría de servicios públicos que puedan ser rentables, la socialización de sus posibles pérdidas y el descenso de los salarios y de la protección social, es decir, una transferencia masiva de las rentas del trabajo al capital.

En esta situación hace falta un cambio de dirección para revertir estas políticas regresivas y lesivas de los derechos básicos de las personas los cuales se han conseguido mediante la lucha social. Una lucha social que es el mecanismo para cambiar esta situación. Esta lucha no será fácil y tendrá que ser continuada en el tiempo para así poder avanzar hacia la concienciación de una amplia mayoría social con la que se puedan revertir los recortes sociales, así como garantizar la cobertura de las necesidades básicas de la población; y, por supuesto una mayoría social de la que pueda surgir una democracia real, participativa, donde prevalezcan los principios de justicia social y de solidaridad.

Así pues vemos que razones por una huelga general hay más que de sobra, por lo tanto, este 14N tenemos la oportunidad de avanzar en esta lucha social y no la tenemos que desaprovechar. Pero, ¿es suficiente una jornada de lucha como esta en un solo país para parar estas políticas antisociales que vienen impuestas por la troica (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea) a través de sus gobiernos títeres? Pues bien, es muy difícil, aunque no imposible, que un país solo pueda hacer frente a estos planes de ajuste estructural. Por eso es tan importante el próximo 14N puesto que es la primera huelga general que se ha convocado conjuntamente en varios países de la periferia de Europa y con manifestaciones en otros países europeos. Si los ataques son a nivel europeo la respuesta tiene que estar coordinada al mismo nivel. Así, con esta huelga se ha dado un paso adelante en esta coordinación de las luchas sociales a nivel europeo.

Centrándonos en el caso del estado español hay que añadir que también existe la particularidad que es la segunda huelga general en un mismo año cosa que todavía no había pasado. Así mismo, en Madrid sectores como el del transporte, las universidades y otros están debatiendo si hacen uno paro de 48h. Esto refleja la gradual concienciación de que también hay que ir más allá de tan sólo uno paro de 24h. Es decir, que la huelga se tiene que insertar dentro de un ciclo más sostenido de movilización. Con todo, parece ser que se está avanzando en este proceso de agitación y concienciación de la necesidad de las luchas sociales para defender los intereses de la mayoría de la sociedad. Así, desde finales del verano hasta ahora las movilizaciones del pasado 15S supusieron una punta de lanza de este proceso de agitación y concienciación en este periodo, sin olvidar la proliferación de conflictos sectoriales y generales como las luchas en sanidad y educación o la jornada del 25S delante del congreso y sucesivas. Ahora pues, llega el turno de una nueva huelga general la cual no tiene que ser tan sólo laboral sino que también tiene que ser social y de consumo. Una huelga que se organice y promocione desde los centros de trabajo sí, pero también desde los barrios, con las asociaciones de vecinos y las asambleas barriales, los movimientos sociales y las organizaciones de la izquierda alternativa. En definitiva una huelga ciudadana, de la mayoría de la población (4). Finalmente hay que resaltar que este día de lucha no es un fin en sí mismo sino un medio que tiene que servir de palanca, de impulso, de un proceso a largo plazo que tiene que ser masivo y continuo en el tiempo, donde la confluencia y coordinación de las fuerzas sindicales, políticas y de los movimientos sociales tienen que servir para profundizar en la lucha contra el paro, la pobreza, la precariedad, las desigualdades y la exclusión social y en la construcción de un nuevo modelo social y de otro régimen político.

Notas:

(1) Ver el artículo «La última reforma laboral: un ataque frontal a la clase trabajadora»

(2) Ver el artículo «El empobrecimiento continuo de la mayoría de la sociedad»

(3) Ver el artículo «Hacia los seis millones de personas paradas»

(4) Ver el artículo de Esther Vivas: «¿A quien no ayuda la huelga?»

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.