El jefe del Frente Popular (FP) nos recibe en el hall, más fresco que su despacho, del cuartel general de la coalición de partidos de izquierda. Relajado, quien pasó de los calabozos de la dictadura de Ben Ali a candidato en las elecciones presidenciales de 2014 ataca al poder tunecino actual. Desde hace algunas semanas, […]
El jefe del Frente Popular (FP) nos recibe en el hall, más fresco que su despacho, del cuartel general de la coalición de partidos de izquierda. Relajado, quien pasó de los calabozos de la dictadura de Ben Ali a candidato en las elecciones presidenciales de 2014 ataca al poder tunecino actual.
Desde hace algunas semanas, está presente en los titulares de la prensa nacional. Radhia Nasraui, su esposa, abogada y militante de derechos humanos, emprendió una huelga de hambre el 11 de julio. Protesta contra el cambio del sistema de protección de Hamma Hammami.
Desde el 6 de febrero de 2013 y el asesinato de su colega Chokri Belaid, el líder del FP estaba protegido por la guardia presidencial 24 horas al día. Los servicios del ministerio del interior han tomado el relevo a finales de junio, asegurando su protección solo en las salidas oficiales. «Como si la amenaza terrorista desapareciera cuando voy al barbero», ironiza Hamma Hammami que rechaza, en estas condiciones, los servicios del Ministerio del Interior.
Middel East Eye: ¿Cómo va su esposa, Radhia Nasraui?
Hamma Hammami: Radhia está muy debilitada. Ha perdido once kilos. Los médicos dicen que está en una fase en la que el cuerpo ha consumido todos sus lípidos. Es un período peligroso en el que no siente ya ni hambre ni sed. Estoy preocupado, nuestras hijas están preocupadas, igual que la sociedad civil y los demócratas.
¿Le ha pedido que deje su huelga de hambre?
¡Si! Todo el mundo le pide que pare. Pero también se considera amenazada, así como sus hijas [en septiembre de 2013, fue desarticulada una tentativa de asesinato contra Hamma Hammami, su mujer y una de sus hijas].
El Ministerio del Interior nos ha confirmado por teléfono que la amenaza no había disminuido.
Radhia no quiere permanecer pasiva frente a un gobierno que considera que la seguridad es una limosna que el Estado distribuye según el grado de lealtad. No es una cuestión personal. Radhia defiende el derecho de todo ciudadano a la seguridad.
Denuncia una concepción del Estado: un Estado familia, un Estado partido, un Estado beylical que nos recuerda a la dictadura. Denuncia una democracia de fachada. Pues la actual alianza política [entre Nidá Tunis, el partido presidencial, segunda fuerza política del Parlamento, y Ennahda, partido islamo-conservador, primera fuerza legislativa] no admite la existencia de una oposición real.
Lo que ocurre actualmente no puede ser aislado de lo que ocurre en la escena política: la presión sobre la libertad de expresión, la criminalización de las luchas sociales, las agresiones a los opositores…
Vd. ha afirmado que este cambio en su protección apuntaba al Frente Popular. ¿Por qué?
El Frente Popular considera esta medida como un castigo ligado a la vez a nuestra exigencia de elecciones generales anticipadas y a nuestra posición sobre la ley de reconciliación económica y financiera presentada por el jefe del Estado.
Béji Caid Essebsi (BCE) ha creado una ley en favor de los antiguos responsables del régimen de Ben Alí que financiaron a Nidá Tunis durante las últimas elecciones [presidenciales y legislativas de 2014], entre los cuales están antiguos ministros o responsables de la propaganda de Ben Alí, como Samir Lâabidi, portavoz y Ministro de la Juventud y Deportes bajo el antiguo régimen.
Béji Caid Essebsi quiere amnistiarles, ni más ni menos, pues se han afiliado a Nidá Tunis. Una amnistía sin explicación, sin decir la verdad.
Ennahda, que ha tendido también la mano a los antiguos partidarios de Ben Alí, apoya a BCE. El Frente Popular ha denunciado esta ley y, hasta el momento, la ha bloqueado, por la lucha en la calle con la sociedad civil, en tres ocasiones.
Desde su primera presentación en 2015, este proyecto de ley ha sido muy modificado. Ya no se refiere más que a los funcionarios, mientras que antes, incluía a los hombres de negocios ¿Es una victoria para Vd.?
Es una victoria a medias. Esta ley se limita hoy al sector administrativo, lo que comprende antiguos ministros. Según Ghanuchi [el líder de Ennahda], últimamente entrevistado en Nessma TV, la ley se va a aprobar.
Tras todas las divisiones que han tenido lugar, Nidá Tunis está esencialmente compuesto por antiguos RCDistas [miembros del Ressemblement Constitutionnel Démocratique, fundado en 1988 por Ben Alí y disuelto en 2011].
Ridha Belhadj y los independientes constituyeron un nuevo partido, Túnez primero, Mohsen Marzuk, que era presentado por BCE como el representante de la izquierda en su partido -aunque se hubiera olvidado de la izquierda hacía mucho- tiene también su partido, Proyecto de Túnez. Y los sindicalistas se han ido. No quedan esencialmente más que RDCistas.
Para BCE y su hijo Hafedh, lo que está en juego son las elecciones municipales del 17 de diciembre. Para triunfar en ellas y hacer frente a Ennahda quieren recuperar el aparato y los antiguos del RCD, habituados a este tipo de elecciones y maestros en hacer fraudes electorales.
¿Insinúa que podrían darse fraudes?
Si. Por otra parte, ya han empezado. Los delegados en el àmbito del poder local, pertenecen esencialmente a Ennahda y a Nidá Tunis, que les han nombrado. Han comenzado su trabajo de fraude ofreciendo servicios en nombre de Nidá Tunis o de Ennahda. Cuando hacen algo en la ciudad, dicen que es su partido.
Cada vez más responsables políticos exigen retrasar elecciones municipales. El Frente Popular no se ha expresado todavía…
Hasta ahora, el Frente Popular no ha pedido el retraso, pero tenemos las mismas preocupaciones. Nidá Tunis y Ennahda no quieren un poder local democrático, es por esta razón por la que están retrasando la discusión de ley sobre las colectividades territoriales en el Parlamento.
El capítulo 7 de la Constitución da grandes prerrogativas al poder local y limita la centralización del poder, característica esencial del despotismo en Túnez.
Hoy, los partidos que quieren retrasar las elecciones se plantean la pregunta de ¿habrá tiempo, de aquí al 17 de diciembre próximo, de discutir los 400 artículos de la ley sobre las colectividades, sobre todo en el momento en que los diputados trabajen sobre el presupuesto de 2018? ¡Es imposible!
El problema es que, en la ley electoral, Ennahda y Nidá Tunis han logrado hacer aprobar un artículo que dice que si la ley sobre las colectividades no ha sido aprobada, entonces sigue en vigor la de 1975. Ésta reproduce el sistema antiguo con una centralización muy grande: el poder local no tiene en ella ninguna autonomía financiera, administrativa y política. Incluso para comprar una hoja de papel, hay que acudir al poder regional o central.
El Frente Popular desea estas elecciones, pero somos cada vez más conscientes de que no es posible, Nidá Tunis y Ennahda no quieren elecciones libres. No podemos aceptar eso.
Reconocéis que será complicado organizar elecciones municipales pero pedís elecciones legislativas y presidenciales. ¿No es contradictorio?
No. Para nosotros, estas elecciones municipales, amenazadas de ser mediatizadas por el poder, no resolverán, de todas formas , la crisis que asola al país. Es por ello que el Frente Popular estima que es precisa una solución global.
Consideramos que esta alianza está hundiendo el país en una situación económica, social y política muy grave.
El Ministro de Finanzas ha dicho ante el Parlamento que no sabía si el Estado podría pagar los salarios de agosto y septiembre. Luego corrigió. Pero realmente, el país está al borde del abismo.
La amenaza terrorista sigue existiendo. En Kasserine, la Guardia Nacional ha matado a dos terroristas y detenido a un tercero el 8 de agosto.
Y estamos en un callejón sin salida política con un bloqueo de la aplicación de la Constitución y gubernamental.
No llegan a realizar un reajuste ministerial. ¿Sabe por que´? Porque este reajuste se ha convertido en algo importante para los tres espacios esenciales del poder: para Cartago [donde se encuentra el palacio presidencial], para la Kasba [Primer Ministro] y para Montplaisir [sede de Ennahda].
Cartago echó a Habib Essid [Primer ministro de febrero 2015 a agosto 2016] porque se volvía demasiado autónomo. Han nombrado a Youssef Chahed creyendo que iba a ser una marioneta para preparar las elecciones presidenciales de 2019.
Pero como siempre ha sido la regla, al llegar a la Kasba, Youssef Chahed ha comenzado a hacer sus propios cálculos. Cada vez más, se encuentra en contradicción con Cartago y el hijo del BCE. Cartago quiere una remodelación ministerial que permita a BCE colocar a personas que le son leales. Y Chahed está convencido de que, si se somete, esos ministros estarán a la orden de la presidencia.
Montplaisir también tiene sus temores: si Chahed se hace autónomo y crea su propio movimiento -se habla de fenómeno Macron-, tanto Montplaisir como Cartago van a perder.
¿Esto es lo que ha provocó la aparición de Rached Ghannuchi, el 1 de agosto, en Nessma TV?
«Debes decirnos ya que no vas a presentarte» ha dicho el líder de Ennahda al Primer Ministro. Sobrentendido: «Te hemos nombrado para que nos sirvas y no para servir tus intereses». En la presidencia, tenemos un presidente muy preocupado por 2019. Sabemos que ha tomado la decisión de presentarse.
Y, Vd, ¿va a presentarse en las próximas elecciones presidenciales?
No lo hemos discutido aún en el seno del Frente Popular.
El presidente BCE se manifestó, el 13 de agosto pasado, sobre el derecho de las mujeres. En concreto, se pronunció a favor de la igualdad respecto a la herencia. ¿Qué piensa Vd.?
El Frente Popular siempre ha defendido una igualdad total y efectiva en todos los terrenos. No dirá no a esta revisión de la ley. Estamos a favor y queremos ir más lejos. Consideramos que la posición del presidente sigue siendo poco definida. Ha dicho: «Esta es mi posición personal, vamos a crear una comisión, se va a discutir».
Pero el presidente tiene el derecho de presentar un proyecto de ley. Ha presentado un proyecto de ley sobre la reconciliación económica, ¿porqué no sobre la igualdad? No solo sobre la herencia, sino en todos los terrenos: en el empleo, en el terreno de las responsabilidades penales…, hay muchas cosas que arreglar.
Vamos a luchar por una igualdad efectiva. Vamos a presionar a la Presidencia para desvelar su verdadero plan. ¿Es una maniobra política para las próximas elecciones? Hace dos años, BCE ha dicho que no era el momento. El Frente Popular considera que las libertades y derechos fundamentales son siempre una prioridad.
Artículo original en http://www.middleeasteye.net/fr/reportages/interview-hamma-hammami-nidaa-tounes-et-ennahdha-ne-veulent-pas-d-lections-libres
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur